Tema largo, pero van algunas puntas. Todo el complejo industrial estatal para la Defensa se nutrió históricamente del propio Estado: empresas públicas contratadas por entes públicos (FFAA, ELMA, Ferrocarriles Argentinos). Eso implicaba un Estado con fondos, que proveía a sus distintas unidades.
En paralelo, no hubo mayor desarrollo de mercado, ni soluciones innovadoras desde lo tecnológico. Como señalaron arriba, una pistola de 90 años de diseño vs. polímeros (a modo de ejemplo).
Ya a fines de los '80 y principios de los '90 se vino el mundo abajo: el Estado no tenía espaldas para bancar toda esa estructura, que además estaba plagada de vicios: sobre dotación de las empresas públicas, abusos gremiales, poca innovación tecnológica, poca modernización en sus procesos y capacidad instalada, trabas al mercado privado, etc.
El resultado lo vemos hoy, por ejemplo, con FADEA: vive básicamente de lo que le encarga la FAA (que hace rato junta en el fondo de la olla lo que puede para incorporar o modernizar material), tarde años en avanzar con desarrollos que en otros lugares se resuelven en mucho menos tiempo, a duras penas tiene algún cliente privado, y respecto de su plantilla de empleados habría que ver los números. Lo mismo se repite con algunas diferencias en el CINAR, y si vamos a ejemplos como ARS es casi una caricatura (de no ser por los recursos públicos que consume).