Asuntos Aeroespaciales


 


La aeronave no estaba tripulada y realizaba una prueba de vuelo a unos 40.000 pies (12 kilómetros) de altura.

El incidente ya había sido vaticinado por Musk, al admitir que el cohete tenía pocas probabilidades de éxito completo en el primer intento. "Muchas cosas tienen que resultar bien, así que quizás hay una entre tres probabilidades" de que la nave aterrice en una sola pieza, dijo previamente el CEO de la compañía espacial.

A pesar de los inconvenientes, el magnate sudafricano felicitó al equipo de SpaceX, al tiempo que explicó los motivos de la explosión. "La presión del tanque de combustible fue baja durante el aterrizaje, lo que causó que la velocidad de aterrizaje fuera alta", tuiteó Musk.

Asimismo, el empresario señaló que obtuvieron "todos los datos" que necesitaban durante la prueba.


Por otra parte, en una declaración publicada en su sitio web antes del lanzamiento, SpaceX advirtió que incluso si se producía un choque o una explosión, eso no sería necesariamente un fracaso para este vuelo.

"Con una prueba como esta, el éxito no se mide por la consecución de objetivos específicos, sino por cuánto podemos aprender, lo que informará y mejorará la probabilidad de éxito en el futuro, a medida que SpaceX avanza rápidamente en el desarrollo de Starship", manifestó
 
Argentina construirá estaciones terrestres para el sistema de navegación Glonass





Por Victoria Arbaiza

Moscú ratificó un protocolo sobre cooperación espacial entre Rusia y Argentina a principios de diciembre.

El 1 de diciembre, la cámara alta del parlamento ruso aprobó una ley que permite ratificar un protocolo de cooperación en la exploración y uso del espacio con fines pacíficos con Argentina.

El protocolo fue firmado entre los gobiernos de los dos países en Buenos Aires, el 8 de octubre de 2019. Su objetivo es crear el marco legal e institucional para la cooperación mutuamente beneficiosa.

Según el protocolo, Argentina participará en proyectos conjuntos para la construcción de estaciones de medición para el sistema ruso de navegación por satélite Glonass en su propio territorio. Desde las estaciones, será posible recibir información de los satélites las 24 horas del día.

Además, según el protocolo, Argentina recibirá un complejo óptico-electrónico para alertar situaciones peligrosas en el espacio cercano a la Tierra e iniciará el desarrollo de equipos espaciales junto con Rusia.

"El Protocolo establece los principios y estándares prácticos necesarios para el desarrollo de la cooperación ruso-argentina en la exploración y uso del espacio ultraterrestre y en la aplicación práctica de sistemas y tecnologías espaciales con fines pacíficos", se lee en la nota explicativa del Senado ruso.

Las normas se refieren específicamente a la protección de los derechos de propiedad intelectual, la regulación de la protección y el intercambio de información y la certificación del uso final de los productos y tecnologías exportados.

Según el documento, los dos países podrán desarrollar conjuntamente las comunicaciones por satélite, la navegación por satélite, la geodesia y la meteorología espacial y la biología espacial.


 

Unas 24 horas después de que la misión robótica Chang'e 5 alunizara con éxito, la cámara del Orbitador de Reconocimiento Lunar de la NASA (LRO, por sus siglas en inglés) pudo tomar la primera fotografía desde fuera de ese vehículo chino en medio de un triángulo de pequeños cráteres.


Looking down on the Chang'e 4 landing site; lander is just beyond tip of large arrow, rover at tip of small arrow. Image is 850 meters (2789 feet) across, LROC M1303619844LR.
Credits: NASA/GSFC/Arizona State University


Fue precisamente ese accidente topográfico y su entorno próximo, mostrado en el primer video del alunizaje difundido por Pekín, lo que ayudó a los operadores estadounidenses a dirigir la búsqueda hacia el lugar exacto. El punto brillante del centro de esta captura, procesada por expertos de la Universidad Estatal de Arizona, es la nave que llegó a la Luna el 1 de diciembre.


La imagen fue tomada antes de que el vehículo de ascenso de la misión despegara de la superficie con muestras de regolito recolectadas, afirmó este miércoles el portal LiveScience. Desde entonces, ese vehículo ha realizado un reencuentro y acoplamiento con el orbitador y le ha entregado las muestras. La nave Chang'e 5 comenzará su viaje de regreso a la Tierra a finales de esta semana.

El área relativamente plana que se aprecia cerca del módulo de alunizaje chino forma parte del llamado Oceanus Procellarum (océano de tormentas), un paisaje generado por lavas basálticas. Aunque tiene más de mil millones de años, se estima que esta planicie de basalto es mucho más joven que las regiones visitadas por las misiones Apolo hace medio siglo, que tienen más de 3.000 millones de años.

Debido a esta diferencia, las muestras del suelo lunar son de gran interés para los científicos, que están ansiosos por conocer por qué esta región vivió una actividad volcánica con tanta posterioridad que gran parte de la superficie de la Luna.

  • Se espera que la misión de retorno con muestras de la nave Chang'e 5 dure solo 23 días y termine con un aterrizaje en Mongolia Interior, cerca del 17 de diciembre.
  • La misión del LRO es mucho más duradera, puesto que está mapeando la Luna desde hace más de 11 años y también está buscando indicios de la presencia de agua.
  • Asimismo, la NASA pudo difundir a principios de enero de 2019 las primeras imágenes del lugar de alunizaje de la nave Chang'e 4.
 

Científicos del centro de astrofísica Harvard-Smithsonian advierten que la búsqueda de recursos de la Luna podría desatar nuevas tensiones políticas y económicas, o incluso conflictos en la Tierra, según un estudio publicado en la revista Transactions of the Royal Society.

Los autores de la investigación afirman que muchos de los recursos útiles y valiosos en la Luna se concentran en un número modesto de regiones que son bastante pequeñas y se ubican a pocos kilómetros unos de otros. De esta manera, sin políticas o acuerdos internacionales entre países es posible que se desaten disputas en el futuro.

"Mucha gente piensa del espacio como un lugar de paz y armonía entre las naciones. El problema es que no hay una ley para regular quién puede usar los recursos, y hay un número significativo de agencias espaciales y otros en el sector privado que intentan a aterrizar en la Luna en los próximos cinco años", destacó Martin Elvis, autor principal de estudio.

Según los especialistas, los recursos como el agua y el hierro son importantes porque permitirán realizar investigaciones futuras y lanzar misiones desde la Luna. "No quieres llevar recursos desde la Tierra para el apoyo de la misión, preferirías obtenerlos de la Luna. El hierro es importante si quieres construir cualquier cosa en la Luna, sería absurdamente costoso transportar hierro a la Luna", comentó Elvis.

Tony Milligan, coautor del estudio, destacó que "desde que las muestras de roca lunar devueltas por el programa Apollo indicaron la presencia de helio-3, la Luna se ha convertido en uno de los varios recursos estratégicos".

Aunque existen algunos acuerdos, como el Tratado sobre el espacio ultraterrestre, de 1967, que prohíbe la apropiación nacional por reivindicación de soberanía, y los Acuerdos Artemis, de 2020, que destacan la exploración pacífica, la transparencia de las actividades y la coordinación, ninguno de ellos está destinado a una protección sólida de recursos, indican los especialistas.

De acuerdo con otra coautora, Alanna Krolikowski, "ya existen importantes fundamentos conceptuales y podemos comenzar a implementar, o al menos deliberar, medidas locales concretas para abordar los problemas previstos en sitios específicos hoy".

Los científicos opinan que un primer paso tiene que ser la creación de un acuerdo entre los países. Según los investigadores, el acuerdo debe centrarse en la naturaleza de los recursos en juego, en cómo pueden ser distribuidos sus beneficios y, fundamentalmente, en los peores escenarios que los usuarios tratan de evitar.

"El desarrollo de un acuerdo sobre estas cuestiones es una condición previa para la coordinación exitosa de las actividades en estos sitios lunares singularmente atractivos", subrayó Krolikowski.
 

El Radiotelescopio de Apertura Esférica de 500 metros (FAST, por su siglas en inglés), ubicado en la provincia china de Guizhou, se abrirá para investigadores de otros países.

Según la agencia CRI, China empezará a recibir solicitudes de científicos extranjeros para trabajar en la instalación desde inicios del próximo año.

"Nuestro comité científico tiene como objetivo hacer que el FAST esté cada vez más abierto a la comunidad internacional", cita CRI a Wang Qiming, inspector jefe del centro de desarrollo y operaciones del radiotelescopio.

La noticia tiene lugar después que un importante radiotelescopio ubicado cerca de la ciudad puertorriqueña de Arecibo colapsara este 1 de diciembre.

El FAST, construido en 2016, es el telescopio más grande de su tipo. En junio, Science and Technology Daily, periódico oficial del Ministerio de Ciencia y Tecnología de China, informó que comenzaría en septiembre a buscar "civilizaciones extraterrestres". En julio se dio a conocer que había detectado hidrógeno neutro proveniente de tres galaxias.
 

Especialistas de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) aseguran haber perdido el habla de la emoción luego de descubrir que la gran cantidad de fragmentos del asteroide Ryugu traídos recientemente a la Tierra por la sonda Hayabusa 2.

El investigador Hirotaka Sawada explicó que, junto con sus colegas, esperaban obtener unos 0,1 gramos del material extraterrestre. Sin embargo, cuando abrieron por primera vez la cápsula y vieron la cantidad que había sido recolectada en la muestra, se quedaron sin palabras.

"Creo que a continuación probablemente grité, no lo recuerdo realmente. Fue verdaderamente diferente a lo que esperaba. Había una cantidad abundante", expresó Sawada, según citan medios locales.


Los expertos ahora se ocuparán de retirar los fragmentos del asteroide de la cápsula, examinarlos y determinar su peso exacto antes de investigar minuciosamente las propiedades del material. Y en opinión de Sei-uchiro Watanabe, profesor de la Universidad de Nagoya, los científicos podrán aprender mucho gracias a este descubrimiento.

La cápsula en cuestión aterrizó el pasado 6 de diciembre en un desierto del sur de Australia. Son las primeras muestras tomadas del material subterráneo de un asteroide. Los científicos esperan que este material pueda contribuir a las investigaciones sobre el origen de la vida en la Tierra, dado que el Ryugu, que tiene unos 4.600 millones de años, habría sufrido cambios mínimos desde la formación del sistema solar.

La Hayabusa 2 fue lanzada rumbo al asteroide en diciembre del 2014 desde la isla japonesa de Tanegashima. Durante su misión, realizó dos aterrizajes exitosos en la superficie de Ryugu, a fin de obtener muestras de capas más profundas del cuerpo cósmico. La sonda continuará en el espacio abierto e iniciará la exploración de otro asteroide, llamado '1998 KY26'.
 
Rotary Rocket Company fue una compañía de cohetes que desarrolló el concepto Roton a fines de la década de 1990 como una nave espacial tripulada de una sola etapa a la órbita (SSTO) completamente reutilizable con un motor aerospike anular giratorio para bombear combustible y oxidante al borde mediante la rotación y un rotor de helicóptero en la parte superior utilizado para aterrizar.
El diseño fue inicialmente concebido por Bevin McKinney, quien lo compartió con Gary Hudson.


 

La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) continúa el análisis de las muestras traídas a la Tierra en una cápsula de la sonda japonesa Hayabusa 2 desde el asteroide Ryugu. Los expertos anunciaron este martes que encontraron una cantidad mayor de la prevista de suelo y gas dentro de la cápsula, que aterrizó el pasado 6 de diciembre en un desierto del sur de Australia.

El lunes se informó que inicialmente se descubrieron algunas partículas negras en el fondo del colector de muestras de la cápsula, pero un día después los científicos encontraron más muestras de suelo y gas en otro compartimento. Además, la agencia confirmó que el gas recogido en el contenedor es una muestra procedente del asteroide Ryugu.

"Hemos confirmado una buena cantidad de arena aparentemente recolectada del asteroide Ryugu, junto con gases. Las muestras de fuera de nuestro planeta con las que siempre soñamos están ahora en nuestras manos", dijo el jefe del proyecto Hayabusa 2, Yuichi Tsuda, en una conferencia de prensa en la que calificó la exitosa recogida de gas y suelo del asteroide de "importante hito científico".

Uno de los responsables del proyecto, el científico Hirotaka Sawada, afirmó que casi se quedó sin palabras de la alegría al descubrir que las muestras del interior de la cápsula incluían, aparte de las esperadas partículas de polvo, algunas del tamaño de guijarros.

Las muestras de fuera de nuestro planeta con las que siempre soñamos están ahora en nuestras manos
Sawada agregó que la cápsula herméticamente sellada recuperó con éxito muestras de gas del asteroide, que es claramente diferente de la composición atmosférica de la Tierra. Se trata de la primera recolección de gas proveniente del espacio exterior. "Este es el primer retorno del mundo de la muestra de un material en estado gaseoso desde el espacio profundo", afirmó la agencia nipona en un comunicado de prensa.


Ryuji Okazaki, de la Universidad de Kyushu, aclaró que el gas podría estar relacionado con minerales del suelo del asteroide y que se espera identificar las muestras gaseosas y determinar su edad.

La misión Hayabusa 2​

La Hayabusa 2 fue lanzada rumbo al asteroide en diciembre del 2014 desde la isla japonesa de Tanegashima. Durante su misión, realizó dos aterrizajes exitosos en la superficie de Ryugu con el fin de obtener muestras de capas más profundas del cuerpo cósmico.

Los científicos esperan que el material recogido, que incluye las primeras muestras tomadas del material subterráneo de un asteroide, pueda contribuir a las investigaciones sobre el origen de la vida en la Tierra, dado que el Ryugu, que tiene unos 4.600 millones de años, habría sufrido cambios mínimos desde la formación del sistema solar.
 
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