Empleando el electromagnetismo, pretenden poner en órbita todo tipo de objetos espaciales ahorrándose el peso de la primera etapa de propulsión.
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Recreación de la nave espacial hipersónica china SCMP
DEFENSA Y ESPACIO
Adiós a los cohetes: el método chino para lanzar naves y satélites al espacio con una ingeniosa catapulta gigante
Empleando el electromagnetismo, pretenden poner en órbita todo tipo de objetos espaciales ahorrándose el peso de la primera etapa de propulsión.
El
aumento del número de lanzadores continúa creciendo cada año y, por el momento, la demanda de las compañías supera con creces la oferta de capacidad de despegue hacia el espacio.
Compañías como SpaceX de Elon Musk han conseguido rebajar más del 95% el coste de lanzamiento, según un informe de
McKinsey, al mismo tiempo que otras
como la alicantina PLD Space continúan apostando por el mismo esquema. Sin embargo, existe una corriente que se encuentra
buscando y desarrollando nuevos métodos más económicos a la par de capaces.
Es en este último escenario donde se están moviendo algunas entidades gubernamentales de China, uno de los países que más está apostando por el espacio y en los
vehículos hipersónicos en los últimos años. También han obtenido
avances importantes en los sistemas de lanzamiento electromagnéticos con
los que pretenden equipar sus portaviones para que los cazas levanten en vuelo de forma más rápida y segura.
En la conjunción de ambos mundos aeroespaciales es donde se encuentra el último programa impulsado por la Corporación de Industria y Ciencia Aeroespacial de China —más conocida por sus siglas en inglés CAIC— por el que
se pretende enviar naves al espacio de la forma más barata y fiable posible. "La tecnología de lanzamiento electromagnético proporciona una solución prometedora", ha publicado el equipo, liderado por Li Shaowei, en un
paper.
Modelo por ordenador de la nave espacial hipersónica de China China Arms
Con anterioridad,
China ya había presentado algunos proyectos relacionados con este mismo método e incluso avanzado en su diseño, pero nunca consiguieron superar una fase teórica. El objetivo ahora, según explican, es superar estos desafíos. "Ha surgido como una tecnología de frontera estratégica que están aplicando las principales naciones del mundo".
Lanzamiento electromagnético
Para ese traslado del plano teórico al práctico,
CASIC ha construido 2 kilómetros de pista de levitación magnética de alta velocidad y con hecho parcialmente el vacío en su interior. Se ubica en la zona industrial de Datong (provincia de Shanxi, al suroeste de Pekín) y la instalación permite propulsar un objeto a velocidades cercanas a los 1.000 kilómetros por hora, muy cerca de la velocidad del sonido.
Representación de nave hipersónica china (la superior) CCTV
En los próximos años, la longitud de la línea de pruebas se ampliará para que el objeto en su interior pueda alcanzar una
velocidad operativa máxima de 5.000 km/h, según recoge
SCMP. Se trata de la instalación de propulsión electromagnética más ambiciosa de todo el planeta y no sólo se aplicará para desarrollar este nuevo método de lanzamiento de naves espaciales.
También
servirá para evaluar a los ferrocarriles de alta velocidad de próximas generaciones que apostarán por popularizar la levitación magnética al mismo tiempo que alcanzan velocidades todavía mayores. China es uno de los pocos países que
cuentan con líneas regulares maglev —
magnetic levitation— en el mundo y mantiene una
competición tecnológica con Japón, cuna de los trenes bala.
El fin de este programa es utilizar una
pista de lanzamiento electromagnética gigante para acelerar un avión hipersónico hasta que alcance 2.000 kilómetros por hora. El siguiente paso es que la nave se separe de la pista, encienda su propio propulsor integrado y entre en el espacio cercano a unas 7 veces la velocidad del sonido (8.600 km/h).
La nave espacial elegida pesa unas 50 toneladas y supera los 40 metros de largo,
más que un avión Boeing 737. La plataforma se desarrolló al calor del Proyecto Tengyun desvelado en el año 2016 y, desde entonces, no había encontrado un programa avanzado donde poder participar.
Nave hipersónica del proyecto Tengyun
Este método de lanzamiento pretende
mejorar el envío de carga espacial de dos formas posibles. El primero tiene que ver con la menor cantidad de propelentes —combustible y oxidante— que tiene que llevar a bordo dado que los primeros compases del viaje recaen en el sistema electromagnético. Esto permite poder incluir más carga o personas en el mismo trayecto, lo que reduce de forma notable el coste.
Por otro lado, el
diseño aerodinámico también se verá beneficiado. En la actualidad, los ingenieros deben desarrollar aeronaves capaces de volar a baja velocidad, donde las necesidades de sustentación y superficies de control nada tienen que ver respecto a cuando la misma plataforma va a miles de kilómetros por hora. Esto supone un detrimento a alta velocidad que con este sistema de despegue quedaría anulado y podrían obtener el mejor diseño listo para el segmento hipersónico a más de 6.000 km/h.