Los pilotos de Iberia exigieron que Vueling no tuviera su sede en Barajas
La reestructuración pendiente de Iberia condiciona el futuro del aeropuerto madrileño
efe
Iberia y Barajas crecieron juntos. Al calor del boom económico y turístico, la aerolínea de bandera española y el aeropuerto más importante del país avanzaban a la par. Su vínculo se hizo todavía más estrecho a partir del año 2006, cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero inauguró
la Terminal 4 de Barajas. El proyecto prometía que se doblaría el número de pasajeros que utilizaban el aeropuerto hasta la cifra de los 70 millones de personas. Sin embargo, el año 2012 se cerró con una caída del 9%, al recibir 45,2 millones de pasajeros. Hay que bucear hasta el año 2010 para encontrar un ejercicio positivo en el tráfico de pasajeros.
El status de los pilotos
Un informe auditado por PricewaterhouseCoopers en el que se analizan las fortalezas y debilidades de Iberia, así como sus oportunidades de crecimiento, incide en la falta de competitividad de la compañía en relación a sus competidores. Dicho informe señala que entre los años 2001 y 2011 la plantilla de Iberia ha disminuido un 27%, y sin embargo los gastos de personal se redujeron sólo un 5%. La consecuencia inmediata es que el coste unitario medio incrementó en ese periodo en un 30%. El informe se refiere a las subidas salariales en ese periodo de tiempo. Las cifra en un 34% para el colectivo de pilotos y para el personal de tierra, mientras que fue del 26% para los tripulantes de cabina.
El informe señala que los costes de los tripulantes y pilotos lastra la competitividad y la productividad de Iberia, y apunta a que en el año 2011 los costes medios por piloto eran un 47% superiores a los de Vueling, y un 58% superiores en el caso de los tripulantes. Así, el coste unitario medio de los pilotos sería un 12% superior a la media de compañías de la Asociación de Líneas Aéreas Europeas (AEA). Además, en lo que respecta a los pilotos de largo radio, el coste de la empresa por piloto al año era un 21% superior al del competidor de referencia latinoamericano, siendo la productividad de los pilotos de ésta última un 23% superior a la de los pilotos de Iberia.
Sin embargo, profesionales del sector reconocen que en los dos últimos años la reestructuración en el ámbito de los pilotos ya se está produciendo. «Muchos pilotos de Iberia se están marchando a otras aerolíneas, y presentándose a los procesos de contratación de otras compañías españolas».
El laudo arbitral marca una reducción salarial del 14% para los pilotos. La compañía ha reconocido que han sufrido esa reducción, a la que hay que sumar un 4%, fruto de no haber alcanzado un acuerdo sobre la productividad.
Estos son los datos que se manejan para apuntar que la caída de Barajas se debe a la explotación en exclusiva de la Terminal 4 por una compañía poco competitiva. El consejero delegado de Iberia, Luis Gallego, afirmaba esta semana en una entrevista a un medio de comunicación que «los pasajeros de Iberia en Barajas han caído un 14%, pero es que Ryanair ha reducido capacidad en un 26% y Easyjet lo ha hecho en un 40%». Intentaba de este modo demostrar que la caída en el tráfico en Barajas va más allá de los problemas en Iberia. No obstante, fuentes del sector apuntan a que el problema de Iberia parte del sobredimensionamiento de las estructuras que adquirió en el pasado, y no haber acometido en su momento la reestructuración. «Llegó a funcionar como un ministerio», apunta una fuente que prefiere mantenerse en el anonimato.
La explotación de la T4
Las mismas fuentes indican que el modelo de explotación de la T4 por parte de Iberia es similar al que otras compañías realizan en sus «hub». Se trata del llamado «anexo 10», una cláusula del convenio colectivo de los pilotos de Iberia que reserva la Terminal 4 para acoger vuelos de largo radio operados por pilotos de Iberia.
A este respecto, desde el sindicato de pilotos Sepla apuntan a que los pilotos ya han cedido en el punto de llevar sus costes al nivel de los de Vueling, y que están dispuestos a una redacción más flexible del «anexo 10», y que lo que reivindican es mantener la producción «para no matar a Iberia». Además, alertan de que la entrada de compañías «low cost» en la T4 bajaría la calidad del turismo que recibe Madrid, y eso afectaría a la pérdida de mano de obra turística.
Los pilotos señalan que los problemas en Barajas derivan de la «ausencia de un plan estratégico para la industria», además de los problemas derivados de
la fusión entre Iberia y British Airways, en la que dicen no se adoptaron las salvaguardas adecuadas para el desarrollo de Barajas. Han sido varias las voces que han incidido en que los intereses del aeródromo madrileño han pasado a estar supeditados a los de Heatrow. Esta misma semana el ministro de Industria, José Manuel Soria, no dudó en afirmar que
la fusión «no había sido buena para Iberia».
ABC.ES