Como jefe del Ejército, tengo el honor de saludar a todos los hombres y las mujeres de la gloriosa Aviación de Ejército en ocasión de celebrar su día.
En éste, como en otros aspectos del quehacer nacional, el Ejército Argentino fue un precursor, reafirmando una vez más la importancia de la institución en el desarrollo del país.
Un hombre visionario como el general Enrique Mosconi, impulsor de la aviación militar y civil, y un espíritu como el del teniente Benjamín Matienzo, verdadero arquetipo del aviador militar argentino, lo hicieron posible.
Hoy, enfrenta el reto de apoyar a la fuerza en el cumplimiento de su misión.
Por ello, se continúan con las acciones que nos permiten, día a día, contar con mayores capacidades de combate, apoyo de fuego, apoyo de combate y apoyo logístico.
Así, mediante una licitación pública bajo la modalidad de permuta, se logró:
- La incorporación de cuatro helicópteros Bell UH – 1H con más de mil horas de vuelo disponibles y dos fuselajes del mismo tipo de aeronaves.
- La adquisición de sesenta cascos de vuelo.
- El ingreso al patrimonio de la Fuerza de un hangar multipropósito de mil doscientos metros cuadrados.
Este año, además, se finalizó la conversión de un helicóptero más a la versión Huey II.
En el marco del proyecto “Hornero”, se llevaron a cabo actividades de vuelo en la localidad de San Antonio de los Cobres para evaluar la capacidad de las aeronaves, lo cual permitió comprobar su operación a una altitud de 4.100 metros sobre el nivel del mar con tres tripulantes y ocho pasajeros, alcanzando una altura máxima de 6.000 metros en vuelo de traslado.
Otro jalón importante fue la habilitación del B Ab Mant Aeron 601 para la ejecución del mantenimiento de helicópteros Bell 205 a 1 por parte de la Dirección Nacional de Aeronavegabilidad, convirtiéndose en la primera unidad militar de las Fuerzas Armadas en ser certificada para la ejecución del mantenimiento en una aeronave no militar.
Estamos orgullosos de su esforzada contribución a la recuperación del potencial de producción para la defensa y entrenamiento de mano de obra calificada.
En lo que respecta a la asistencia humanitaria, la Aviación de Ejército fue una herramienta importante que trascendió las fronteras de nuestro país.
Extendió su brazo solidario a la República hermana de Bolivia en dos oportunidades, acrecentando, con su accionar, el prestigio de la institución y de la nación.
Efectuó un total de 339 horas de vuelo, transportó 83 toneladas de cargas de distinto tipo y desplazó a 635 personas.
En la faz operacional, debo expresar mi satisfacción por la participación de nuestras aeronaves en las varias ejercitaciones específicas que llevaron a cabo los diferentes comandos.
Todo ello no sería posible sin la adecuada preparación profesional. Por ese motivo, 4 mecánicos de Aviación de Ejército se capacitaron durante el corriente año en un taller habilitado en los Estados Unidos de América, para totalizar así 8 hombres que aportarán sus conocimientos a la realización de las tareas de mantenimiento y reconversión de nuestras aeronaves.
Este año se conmemoran 25 años de la Gesta de Malvinas.
El año 1982 será por siempre significativo para la Aviación de Ejército. Fue su bautismo de fuego.
De este aeródromo partieron 21 naves y 105 tripulantes que combatieron desde el primer hasta el último día, y nos legaron un patrimonio de heroísmo que nos enaltece y cuyo reconocimiento va más allá de nuestras fronteras.
La herencia de Malvinas hoy está presente. El recuerdo de esos hombres está por siempre vivo en nuestros corazones y en el del pueblo argentino.
Su evocación debe servirnos de modelo en la formación del espíritu de la especialidad y de guía permanente para sus nuevos integrantes.
Malvinas es una causa nacional. Sentir Malvinas es sentir la patria.
Como lo ha venido demostrando, nuestra aviación es un instrumento fundamental de la Fuerza, tanto en las actividades operacionales, de protección civil o las que se realizan en la Antártida.
Comprometo a este “cuerpo del aire” a continuar trabajando con la cohesión que lo caracteriza, con el ejemplo creativo de Mosconi, el de dedicación de Matienzo y el de entrega, sacrificio, sentido del deber y amor a la patria de sus héroes de Malvinas, para hacer de este Ejército la institución que la nación necesita a fin de hacer frente a los desafíos del futuro.
Hago llegar un saludo a los pilotos y mecánicos en actividad y en retiro, a sus veteranos de guerra, a sus familias y a quienes prestan servicio en lugares alejados de nuestro país o en el extranjero.
Ruego a Dios nuestro Señor y a su patrona, la Virgen de Loreto, que nos ilumine con el espíritu de nuestros próceres para gloria del Ejército y bien de la patria.
¡Viva la patria!