La adquisición de los L-159 por parte de Bolivia causó cierta sorpresa, primero porque en más de 30 años la Fuerza Aérea Boliviana no incorporó ningún avión subsónico y mantuvo naves como el T-33, en actual servicio, o el F-86 (Sabre) como alternativas de capacitación y formación de sus oficiales, cuando otros países sudamericanos dieron saltos tecnológicos considerables, la muestra es Chile, Perú y Venezuela, además de Colombia y Brasil.
Argentina quedó anclada después de la guerra de Las Malvinas y si renovó en algo el material de vuelo no fue el suficiente y necesario, los ecuatorianos optaron por loos aviones k-fir israelíes y tienen en mente otras adquisiciones, los uruguayos siguen con la disyuntiva de adquirir los L-159, que hoy compra Bolivia, o bien otros aviones que le permitan a su fuerza aérea potenciarse adecuadamente, mientras que Paraguay intenta adquirir los Súper Tucanos brasileños.
Las fuerzas militares en Sudamérica son dispares, pero no nos sorprendamos demasiado que países como Bolivia buscan renovar su material bélico, sea este aéreo o terrestre. Lo cierto es que cuando los vecinos hacen ciertas adquisiciones se gesta un malestar o una reacción poco amistosa.
Sudamérica simpre estuvo embarcada en una carrera armamentista y sino veamos las inversiones efectuadas por cada país es materia de defensa.
La determinación boliviana de comprar aviones subsónicos L-159 rompió con la monotonía de escuchar que Hugo Chávez invierte en defensa más que cualquier otro país del continente o que Chile prosigue con la adquisición de nuevo material bélico.
Cada nación es soberana de hacer sus inversiones en materia de defensa y Bolivia decidió comprar aviones para renovar a sus viejos T-33 que ahora deben ir a un museo.
Saludos.
Argentina quedó anclada después de la guerra de Las Malvinas y si renovó en algo el material de vuelo no fue el suficiente y necesario, los ecuatorianos optaron por loos aviones k-fir israelíes y tienen en mente otras adquisiciones, los uruguayos siguen con la disyuntiva de adquirir los L-159, que hoy compra Bolivia, o bien otros aviones que le permitan a su fuerza aérea potenciarse adecuadamente, mientras que Paraguay intenta adquirir los Súper Tucanos brasileños.
Las fuerzas militares en Sudamérica son dispares, pero no nos sorprendamos demasiado que países como Bolivia buscan renovar su material bélico, sea este aéreo o terrestre. Lo cierto es que cuando los vecinos hacen ciertas adquisiciones se gesta un malestar o una reacción poco amistosa.
Sudamérica simpre estuvo embarcada en una carrera armamentista y sino veamos las inversiones efectuadas por cada país es materia de defensa.
La determinación boliviana de comprar aviones subsónicos L-159 rompió con la monotonía de escuchar que Hugo Chávez invierte en defensa más que cualquier otro país del continente o que Chile prosigue con la adquisición de nuevo material bélico.
Cada nación es soberana de hacer sus inversiones en materia de defensa y Bolivia decidió comprar aviones para renovar a sus viejos T-33 que ahora deben ir a un museo.
Saludos.