Defensa descarta utilizar drones de ala fija para reemplazar a los Harrier y solo baraja la compra del F-35B
MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
El Ministerio de Defensa solo contempla la compra de cazas F-35B estadounidenses para reemplazar a los AV-8B Harrier II Plus de la 9ª Escuadrilla de Aeronaves,
y descarta emplear drones de ala fija como estudia hacer Turquía.
Así lo confirmó el Ministerio de Defensa a Servimedia, después de que el grupo parlamentario Vox se interesara por el hecho de que Turquía estudie usar drones de ala fija en el TCG Anadolu (L-400), un buque diseñado por Navantia e inspirado en el LHD Juan Carlos I (L-61), tras perder el acceso a los cazas F-35B tras la compra del sistema de defensa ruso S-400.
Pero el Ministerio de Defensa señaló que el proceso de obtención para sustituir a los AV-8B de la Armada ante su futura retirada de servicio sigue su curso, según los hitos que marca la normativa de la Secretaría de Estado. “Actualmente se están determinando los requisitos operativos de la solución a obtener”, con la premisa de que “la única alternativa de obtención que cumple los plazos y los requisitos es la adquisición del F-35B”. Queda pendiente, admite el Ministerio, la fase más crítica que es el análisis en profundidad de “la viabilidad de su adquisición”.
El uso de drones de ala fija y gran envergadura en buques como el Juan Carlos I, dotado de ‘ski-jump’, se descartó tras numerosos programas de estudio y pruebas de estas plataformas. La 11ª Escuadrilla Aérea de la Armada emplea desde 2014 el sistema ‘Scan Eagle’, capaz de ejecutar misiones de vigilancia y obtención de imágenes en tiempo real, pero lejos de las capacidades de un caza de combate.
Además de en el programa ‘Rapaz’, Defensa estudió en el programa RPAS ROT Clase II la posibilidad de usar un sistema aéreo tripulado remotamente de carácter táctico en buques, pero “las pruebas de un sistema de ala rotatoria RPAS ROT se descartaron por razones de seguridad".
No obstante, desde el departamento que dirige Margarita Robles señalan los frutos del proyecto ‘Rapaz’, que tras las campañas de evaluación en 2015 y 2016, se centró en experimentación con unidades de las Fuerzas Armadas, adquiriéndose para ello un número limitado de sistemas.
Aunque las conclusiones sirvieron para hacer evolucionar los RPAS (Remotely Piloted Aircraft Systems) de Clase I nacionales, y para generar experiencias de uso en entornos relevantes, el programa entró en suspensión hasta noviembre de 2019, cuando se buscó una alternativa de obtención para los RPAS Clase I Micro y Mini. Por ello se reorientó el programa a las pruebas con sistemas Clase I Small, y a la experimentación con enjambres y cargas de pago innovadoras como las de búsqueda y salvamento aéreo, radar, detector de artefactos explosivos, guerra electrónica y armamento.
Según informa el Ministerio de Defensa, en Clase I Mini se ha planteado una prueba desde una plataforma naval (cazaminas / patrullero) prevista para finales de julio. El mandato para el programa ‘Rapaz’ es para Clase I (peso máximo al despegue inferior a 150kg), quedando fuera los de Clase II (tácticos) y III (Operacional y estratégico), que actualmente son competencia de la Subdirección General de Programas de la Dirección General de Armamento (DGAM).
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