El J-10, cuya célula tiene una genética tan reconocida, sumada a los aportes de especialistas como los rusos, integrada con aviónica israelí y/o francesa, más los desarrollos que se puedan hacer aquí, nos darían un avión a la altura de nuestras necesidades.
La célula pelada, lo menos china posible, con la mayor cantidad de componentes que se puedan producir en el país, para lograr una mayor participación, y por ende, menor dependencia en la logística, más la aviónica que resulte conveniente a nuestras necesidades y objetivos, y sin envidiarle nada a nadie.
Que puede terminar siendo tan caro como un Block 50/52 o aún más, sería más que aceptable y sensato, teniendo un sistema de armas cuya operatividad fuera menos afectada por los intereses de un proveedor exclusivo.