Estaré ausente el 14-06, por eso posteo esto hoy.
Argentina, no cedió.
La guerra ha terminao;
juzgar errores y pecaos
es función de Tata Dios.
Todo aquel que la vivió
tendrá su propia experiencia
que sujeto a la paciencia
no ensillará el olvido
debés sentirte, sentido:
Héroe por excelencia.
Por eso acá, soldao
dimos versos con sentimiento
que en el mesmo firmamento
por Vos, quedarán grabaos,
con el viento entropillaos
una nube por Madrina
pa’ que te moje, Argentina
de sano y puro respeto.
¡Por los vivos, por los muertos!
¡Héroes de mis Malvinas!
Como creo en los Santos,
también creo en Jesucristo.
Más no creo en lo infinito
que les pueda dar este canto.
Malvinas, tu historia aguanto
el estirón de tu lazo,
cada historia, cada caso
está trenzada en el cielo,
que cuida e’ tu desvelo
del amanecer al ocaso.
Y como remate:
Última estrofa de la milonga "Cachirleando"
no deje de protegerlos;
será, pues, hasta más verlos;
me está esperando el camino.
Si en otra ocasión atino
a pasar por esta vera,
junto al poste 'e la tranquera
volveré a atar mi caballo
–es un decir–, y me callo,
y que sea hasta que Dios quiera.
14-06-1982
Argentina, no cedió.
La guerra ha terminao;
juzgar errores y pecaos
es función de Tata Dios.
Todo aquel que la vivió
tendrá su propia experiencia
que sujeto a la paciencia
no ensillará el olvido
debés sentirte, sentido:
Héroe por excelencia.
Por eso acá, soldao
dimos versos con sentimiento
que en el mesmo firmamento
por Vos, quedarán grabaos,
con el viento entropillaos
una nube por Madrina
pa’ que te moje, Argentina
de sano y puro respeto.
¡Por los vivos, por los muertos!
¡Héroes de mis Malvinas!
Como creo en los Santos,
también creo en Jesucristo.
Más no creo en lo infinito
que les pueda dar este canto.
Malvinas, tu historia aguanto
el estirón de tu lazo,
cada historia, cada caso
está trenzada en el cielo,
que cuida e’ tu desvelo
del amanecer al ocaso.
Y como remate:
Última estrofa de la milonga "Cachirleando"
Letra: Eduardo Uzal
Música: Manuel Berón
Y he terminao que el destinono deje de protegerlos;
será, pues, hasta más verlos;
me está esperando el camino.
Si en otra ocasión atino
a pasar por esta vera,
junto al poste 'e la tranquera
volveré a atar mi caballo
–es un decir–, y me callo,
y que sea hasta que Dios quiera.