El viaje de mi Remera:
Me quedan años de vida
pa’ mi gran sueño cumplir;
ojalá pueda decir
algún día: ¡Misión cumplida!
Mi alma, será gradecida
si a Malvinas, puedo viajar,
sus senderos galopiar
pa’ regalarme su encanto
y llegar al “Campo Santo”
y un rosario, allí rezar.
Aprovechando que va allí,
un amigo y Veterano,
le pedí me dé una mano
y ahí nomás, me dio el sí.
Lleva una parte de mí
y es como si yo fuera.
Pa’ mi es una bandera,
ese pedazo de tela
que a mis sueños, los desvela
ver allí a esa remera.
El corazón dibujao,
la frase que está escrita
en mi vida resucita
día a día lo añorao:
Pisar tu suelo sagrao,
pa’ poderles ofrendar
mis respetos y gloriar
a los “Eternos Guardianes”,
soldaos gloriosos titanes
que la turba han de cuidar.
Cuando esa remera volvió
empapada con tu brisa
me regaló una sonrisa
porque tu suelo pisó.
Con la mano que me dió
este amigo -hermano,
siento haber puesto en sus manos
el sentir que yo viajaba
y mis honores llevaba
a caídos y veteranos.
Gracias Ricardo Jaime y Daniel Verdoia, por sostenerla del viento para que ella esté alli y plasmarlo en este recuerdo-homenaje a los eternos custodias.