Brasil actuó secretamente para quitar misiles de Cuba, revela dossiê de los EUA
Las autoridades americanas divulgaron 2,7 mil páginas de documentos relacionados con la “Crisis de los Misiles” en Cuba en 1962, incluyendo la participación de Brasil en un esfuerzo diplomático secreto con el régimen castrista para retirar los projéteis soviéticos de la isla.
El centro de investigación independiente National Security Archive (NSA, en la sigla en inglés) divulgó este viernes en su web los documentos liberados ayer, incluyendo apontamentos hechos por Robert F. Kennedy, entonces procurador-general y hermano del presidente John F. Kennedy, durante reuniones sobre seguridad nacional.
El procurador-general ejerció un papel-llave en las negociaciones para una resolución pacífica a la crisis de 13 días, que fue una de las más graves de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética y estuvo a punto de provocar una guerra nuclear.
La crisis comenzó después que, el día 14 de octubre de 1962, un avión espía americano U-2 reveló la presencia de misiles balísticos soviéticos en la isla.
Entre los documentos, divulgados por la Biblioteca Kennedy, aparece la minuta de una carta dirigida a Fidel Castro, identificado como el “señor F.C.”, y evaluada en 17 de octubre de ese año, un día después que el presidente Kennedy se enteró de la existencia de los misiles.
Esa carta, a la disposición de los historiadores por primera vez, “suscitó una cadena de eventos que condujo a una compleja diplomacia entre Washington y La Habana” en el que se llegó a considerar “el momento más peligroso de la historia de la Humanidad”, afirmó la NSA en comunicado.
La carta incluía una advertencia a Fidel que al desplegar los misiles balísticos en la isla, los soviéticos “habían generado asuntos graves para Cuba” y que la permanencia de esos misiles haría con que los EUA tomaran “medidas de vital importancia para el futuro de Cuba”.
De forma indirecta, el mensaje ofrecía Cuba una apertura de negociaciones para mejorar las relaciones “desde que salieran los soviéticos y sus armas de destrucción masiva”, dijo la NSA.
En los periodos iniciales de las negociaciones, sin embargo, los principales asesores del presidente Kennedy lo presionaban para que rechazara ese mensaje a Cuba, porque debilitaría la opción de un ataque aéreo sorpresa contra la isla.
Kennedy en el final optó por una “quarentena naval de Cuba” para dar tiempo a los esfuerzos de convencer los soviéticos que retiraran sus misiles, y ordenó que el Departamento de Estado presentara alternativas diplomáticas para evitar un ataque contra Cuba.
El día 25 de octubre de 1962, el Departamento de Estado recomendó una “aproximación con Castro”, mediante la intercessão de Brasil, con un mensaje que delineava sus únicas opciones: “la derrocada de su régimen, si no su destrucción física”, o “garantías, sin importar se tenemos intención de las cumplís, que no realizaríamos personalmente a derrocada del régimen”, si Castro quitara los soviéticos y sus misiles de la isla.
El presidente Kennedy aprobó el envío de ese mensaje a Castro el día siguiente, pero “disfrazada como una iniciativa de paz brasileña enviada por el gobierno del presidente João Goulart”, relató la NSA.
Un emisario brasileño llegó La Habana en 29 de octubre, ya tarde, pues el día anterior el líder soviético Nikita Kruschev “aceptó retirar los misiles, en pago de una promesa pública del presidente Kennedy de no invadir Cuba, y otra promesa secreta de retirar misiles americanos de Turquía en algún momento en el futuro”, añadió.
Entre los documentos también están apontamentos del procurador-general sobre el llamado “Sábado Negro”, el día 27 de octubre, cuando se temía una guerra nuclear entre las dos superpotencias.
Los detalles de la “aproximación” de la Administración Kennedy con Castro fueron secreto de Estado durante más de 40 años, hasta 2004 cuando se divulgó por primera vez parte del esfuerzo diplomático.
Según Peter Kornbluh, analista de asuntos cubanos de la NSA, los documentos de Robert F. Kennedy “refuerzan la lección histórica de la crisis de los misiles: la necesidad y el papel de una diplomacia creativa para evitar la amenaza de un Armageddon nuclear”.
FUENTE: EFE, veía UOL
Las autoridades americanas divulgaron 2,7 mil páginas de documentos relacionados con la “Crisis de los Misiles” en Cuba en 1962, incluyendo la participación de Brasil en un esfuerzo diplomático secreto con el régimen castrista para retirar los projéteis soviéticos de la isla.
El centro de investigación independiente National Security Archive (NSA, en la sigla en inglés) divulgó este viernes en su web los documentos liberados ayer, incluyendo apontamentos hechos por Robert F. Kennedy, entonces procurador-general y hermano del presidente John F. Kennedy, durante reuniones sobre seguridad nacional.
El procurador-general ejerció un papel-llave en las negociaciones para una resolución pacífica a la crisis de 13 días, que fue una de las más graves de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética y estuvo a punto de provocar una guerra nuclear.
La crisis comenzó después que, el día 14 de octubre de 1962, un avión espía americano U-2 reveló la presencia de misiles balísticos soviéticos en la isla.
Entre los documentos, divulgados por la Biblioteca Kennedy, aparece la minuta de una carta dirigida a Fidel Castro, identificado como el “señor F.C.”, y evaluada en 17 de octubre de ese año, un día después que el presidente Kennedy se enteró de la existencia de los misiles.
Esa carta, a la disposición de los historiadores por primera vez, “suscitó una cadena de eventos que condujo a una compleja diplomacia entre Washington y La Habana” en el que se llegó a considerar “el momento más peligroso de la historia de la Humanidad”, afirmó la NSA en comunicado.
La carta incluía una advertencia a Fidel que al desplegar los misiles balísticos en la isla, los soviéticos “habían generado asuntos graves para Cuba” y que la permanencia de esos misiles haría con que los EUA tomaran “medidas de vital importancia para el futuro de Cuba”.
De forma indirecta, el mensaje ofrecía Cuba una apertura de negociaciones para mejorar las relaciones “desde que salieran los soviéticos y sus armas de destrucción masiva”, dijo la NSA.
En los periodos iniciales de las negociaciones, sin embargo, los principales asesores del presidente Kennedy lo presionaban para que rechazara ese mensaje a Cuba, porque debilitaría la opción de un ataque aéreo sorpresa contra la isla.
Kennedy en el final optó por una “quarentena naval de Cuba” para dar tiempo a los esfuerzos de convencer los soviéticos que retiraran sus misiles, y ordenó que el Departamento de Estado presentara alternativas diplomáticas para evitar un ataque contra Cuba.
El día 25 de octubre de 1962, el Departamento de Estado recomendó una “aproximación con Castro”, mediante la intercessão de Brasil, con un mensaje que delineava sus únicas opciones: “la derrocada de su régimen, si no su destrucción física”, o “garantías, sin importar se tenemos intención de las cumplís, que no realizaríamos personalmente a derrocada del régimen”, si Castro quitara los soviéticos y sus misiles de la isla.
El presidente Kennedy aprobó el envío de ese mensaje a Castro el día siguiente, pero “disfrazada como una iniciativa de paz brasileña enviada por el gobierno del presidente João Goulart”, relató la NSA.
Un emisario brasileño llegó La Habana en 29 de octubre, ya tarde, pues el día anterior el líder soviético Nikita Kruschev “aceptó retirar los misiles, en pago de una promesa pública del presidente Kennedy de no invadir Cuba, y otra promesa secreta de retirar misiles americanos de Turquía en algún momento en el futuro”, añadió.
Entre los documentos también están apontamentos del procurador-general sobre el llamado “Sábado Negro”, el día 27 de octubre, cuando se temía una guerra nuclear entre las dos superpotencias.
Los detalles de la “aproximación” de la Administración Kennedy con Castro fueron secreto de Estado durante más de 40 años, hasta 2004 cuando se divulgó por primera vez parte del esfuerzo diplomático.
Según Peter Kornbluh, analista de asuntos cubanos de la NSA, los documentos de Robert F. Kennedy “refuerzan la lección histórica de la crisis de los misiles: la necesidad y el papel de una diplomacia creativa para evitar la amenaza de un Armageddon nuclear”.
FUENTE: EFE, veía UOL