Tensión entre Caracas y Madrid: alarma por efectos nocivos en la región
Temor en España por sus inversiones-Tras el entredicho entre Chávez y el rey, hay inquietud empresarial por un clima negativo en varios países de América latina
MADRID.- Cinco días después de su sonoro estallido, el irresuelto conflicto diplomático entre España y Venezuela proyecta su sombra sobre las inversiones peninsulares en la región.
El principal temor es a posibles consecuencias negativas para las empresas en el caso de que se extienda la "demagogia populista", que aquí se atribuye al presidente Hugo Chávez.
Todo estalló el sábado último cuando el mandatario venezolano logró sacar de sus casillas al rey Juan Carlos, quien, en vano, intentaba cortar su verborrágica crítica hacia España.
Soltó entonces el monarca su ya célebre "¿Por qué no te callas?" antes de abandonar, con gesto contrariado, la deliberación de la Cumbre Iberoamericana.
Desde entonces, no han prosperado los llamados del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para reconducir la situación. Al contrario, desde entonces, Chávez tildó de "golpista" al rey y de "fascistas y repugnantes" a figuras políticas del país.
Por debajo de la anécdota, late el temor que ayer hizo evidente el presidente de los empresarios españoles, Gerardo Díaz Ferrán: "¡Claro que hay preocupación!" , admitió, para añadir: "Al final, las empresas españolas igual se tienen que ir de Iberoamérica".
No fue el único empresario en admitir inquietud pero sí fue llamativa la dureza en su caso: es la primera vez que Díaz Ferrán va tan lejos en el año que lleva al frente de la poderosa Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
Las expresiones de preocupación de empresarios que se sienten "cansados" de la inestabilidad y "temerosos" por posibles reacciones perjudiciales a sus negocios contrastaron con la serenidad que intenta transmitir el gobierno socialista español, que confía en que lo ocurrido no afecte las inversiones. "Las empresas tienen una lógica distinta: están en América latina porque les interesa; pero también porque a los países les interesa la presencia de estas empresas", confió el vicepresidente segundo del gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes.
Entre los empresarios que llamaron a la serenidad figuró el presidente de Repsol YPF. "Creo que esto no es más que un pequeño contratiempo", consideró Antoni Brufau, quien desechó que pueda tener impacto en la labor de empresas que, como la petrolera que dirige, operan en Venezuela.
"No temo tampoco al efecto contagio. América latina es una región muy compleja y diferente. Lo importante es que los Estados sean conscientes de la importancia del papel inversor de las empresas", dijo.
Se estima que, en conjunto, las empresas españolas tienen invertidos cerca de 80.000 millones de euros en la región. De ellos, cerca de 32.000 en la Argentina que, junto con Brasil, México, Chile, Colombia y Perú, figuran entre los que más interés despiertan, Venezuela, en cambio, habría recibido unos 1700 millones de dólares en inversión española directa desde que Chávez llegó al poder, en 1999.
Pero más allá de los llamados a la calma, el temor por el futuro se hizo ayer patente. En forma paralela a las expresiones del presidente de la central empresarial, otros, en voz baja, apuntaron en la misma dirección. En términos coincidentes, la inquietud empieza a ser que las empresas españolas se conviertan en el nuevo monstruo de la región. "Si antes eran los Estados Unidos, ahora es España. Si antes era el imperialismo gringo, ahora es el neocolonialismo español", fue la gráfica expresión escuchada por LA NACION.
Demagogia populista
Ayer, el diario El País se hacía eco de esa situación. "Venezuela, Nicaragua, la Argentina, Bolivia y Ecuador son los principales escenarios de los conflictos con empresas españolas por los beneficios que obtienen y los impuestos que pagan", señaló.
Luego, en su principal nota editorial titulada "Demagogia populista" cargó contra la actitud de "los dirigentes latinoamericanos más populistas", entre los que mencionó al venezolano Chávez y al boliviano Evo Morales. Consideró luego que "la Argentina de [Néstor] Kirchner tampoco ha escapado a esa tentación".
El comentario, en tanto, fueron las expresiones del titular de la patronal española. Díaz Ferrán, que es también presidente de Aerolíneas Argentinas, aseguró que existe "preocupación" tras el incidente.
Lo ocurrido valió también para que grandes y pequeños empresarios cerraran filas. Tanto la CEOE como el Consejo Superior de Cámaras de Comercio se pronunciaron en favor de la seguridad jurídica y las reglas de juego claras.
Con el paso de las horas, se van conociendo nuevos detalles de lo ocurrido. Díaz Ferrán está convencido de que la inclusión de una frase a favor de la propiedad privada fue el germen de la ira de Chávez.
"La propiedad privada es el punto angular en el desarrollo económico", decía el texto acordado entre empresarios de toda la región que el español debía entregar a la anfitriona, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet.
Tal la conclusión del encuentro paralelo de empresarios, que -por iniciativa de Zapatero- ya forma parte del programa habitual de cada Cumbre Iberoamericana.
Ese texto fue el primer incidente. Pero ahora se sabe también que a los españoles les molestó que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, los llamara "carroñeros", que Chávez les dijera "golpistas" y que Daniel Ortega, de Nicaragua, y Kirchner también sumaran críticas.
Sin entrar en detalles, la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, reveló ayer que fueron "las continuas críticas a España las que provocaron el malestar en la delegación que encabezaba el rey y Zapatero, quienes, en algún momento, consideraron que la situación se hizo "intolerable".
Parte de ese sentimiento era el que, en voz más baja o más alta, admitían ayer inversores españoles en la región, temerosos de que las condiciones para sus empresas terminen siendo víctimas de esa recurrente tensión.
Por Silvia Pisani
Corresponsal en España
En América latina
80.000 millones de euros la inversión de capitales españoles en América latina.
32.000 millones de euros invertidos en la Argentina.
1700 millones de euros destinados a Venezuela desde que Chávez llegó al poder.
Empresas energéticas: Endesa, Gas Natural, YPF Repsol.
Empresas de servicios: Telefónica y Mapfre.
Medios de Comunicación: Grupo Prisa.
Constructoras: Abertis y OHL.
Bancos: Santander y BBVA.
En Venezuela: Santander, BBVA, Abertis, OHL, Mapfre, Grupo Prisa, Repsol YPF y Acciona