El rey Juan Carlos mandó a callar a Chávez
"¿Por qué no te callas?", ordenó el rey Juan Carlos al presidente Hugo Chávez, quien peleaba con Rodríguez Zapatero tras haber tildado de "fascista" al ex mandatario español José María Aznar
Chávez llamó fascista al ex presidente Aznar
También se reunió con el presidente colombiano, Álvaro Uribe, por mediación con las FARC
El presidente venezolano Hugo Chávez llamó fascista al ex presidente del gobierno español José María Aznar y cuestionó el tema del encuentro sobre cohesión social propuesto por la presidenta chilena Michelle Bachelet durante su participación en la Cumbre Iberoamericana.
Por la noche del viernes, analizó con su colega colombiano Álvaro Uribe la mediación del presidente venezolano en busca de la libertad de decenas de secuestrados por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.
Ni Chávez ni Uribe dieron detalles de la conversación, que se produjo un día después que el mandatario venezolano recibió en Caracas a un alto líder de la guerrilla.
"Buscamos opciones", dijo escuetamente Uribe, y agradeció el esfuerzo de Chávez.
El mandatario venezolano dijo que ambas partes "mantienen sus (posiciones) inamovibles, pero buscamos fórmulas. Hay que jugar con flexibilidad".
A su llegada a la capital chilena, el mandatario venezolano aludió a las críticas en su contra, cantando la ranchera "no soy monedita de oro".
"No soy monedita de oro para caerle bien a todos, así nací y así soy, los que no me quieren ni modo, pero yo creo que algunos me quieren", entonó Chávez.
En su discurso en la reunión plenaria de los presidentes llamó fascista a Aznar en tres ocasiones y criticó al presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de España, Gerardo Díaz Ferrán, al que acusó de haber apoyado el efímero golpe de estado en su contra en 2002.
Un vocero de la delegación española dijo que el canciller español Miguel Ángel Moratinos se dirigió al canciller venezolano Nicolás Maduro para expresar el malestar de su gobierno por esas palabras de Chávez. Asimismo, el mandatario venezolano criticó el tema de la cumbre, la cohesión social, y dijo que mejor deberían de hablar sobre transformación social.
Chávez dijo que, en vez de cohesión, desde el punto de vista revolucionario, socialista, prefiere hablar de transformación social. Aseveró que "el infierno pudiera estar bien cohesionado".
Chávez sostuvo que: "La gente derechista y oligárquica del continente le tienen miedo a la revolución bolivariana y por eso nos atacan tanto y por eso nos fatalizan tanto, a través de medios de comunicación, en instituciones de los estados".
El mandatario arribó a Santiago tras un día de confirmaciones y negativas sobre su viaje por la convulsión que enfrenta en su país por el rechazo de algunos sectores a una serie de reformas.
El gobernante venezolano se refirió también en las extensas declaraciones que formuló a la prensa en el aeropuerto internacional de Santiago sobre su papel de mediador con la guerrilla colombiana. Dijo que el jueves estuvo conversando con delegados de las FARC y que "por primera vez en ocho años, el gobierno de Colombia ha permitido que yo haga algo, y estoy tratando de hacerlo". Señaló que en la larga conversación que mantuvo con comandantes de la guerrilla busca alcanzar un acuerdo de paz.
Paños fríos al escándalo
La anfitriona Michelle Bachelet y el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, restaron trascendencia al choque entre Chávez, Zapatero y el rey Juan Carlos
La presidenta chilena y anfitriona de la XVII Cumbre Iberoamericana, Michelle Bachelet, restó hoy trascendencia al choque verbal protagonizado por el presidente venezolano, Hugo Chávez, con el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en presencia del rey Juan Carlos que abandonó la sala.
Bachelet defendió que en América Latina "hay diversidad en la manera de enfrentar muchas cosas" y "tenemos que respetar nuestra diversidad y manifestarla con respeto".
"No hay que dramatizar", agregó la anfitriona de la cumbre, que consideró que no es bueno cuando alguien "se puede sentir ofendido, pero todos somos adultos".
La presidenta chilena realizó estas afirmaciones en la rueda de prensa de clausura de la cumbre en la que se produjeron numerosas preguntas sobre los incidentes registrados en la última sesión plenaria en la que el rey Juan Carlos, en un gesto sin precedentes, abandonó la sesión en protesta por los ataques al ex presidente del Gobierno José María Aznar y a España.
Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Nicaragua, Daniel Ortega, protagonizaron los ataques, aunque fue la última intervención de Chávez la que provocó la reacción del Rey.
El presidente de El Salvador, Antonio Elías Saca, que será el anfitrión de la próxima cumbre, señaló que "los presidentes también tenemos derecho a hablar con libertad y democracia" y consideró que lo ocurrido "no le quita en nada a la cumbre el resultado exitoso".
"No podemos aspirar a que todos pensemos igual. El espacio de debate abierto en Santiago creo que es algo que va a permanecer", agregó en alusión al cónclave celebrado por primera vez el viernes por los jefes de estado y gobierno completamente a solas y en el que hubo un apasionado y largo intercambio de opiniones.
El Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, consideró que es natural que en América Latina se produzcan "debates movidos" y afirmó que le pareció muy importante "que la gente hablara ayer incluso con más soltura que hoy".