23 de diciembre de 1975 - Ataque de la Banda de Delincuentes Terroristas ERP al Batallon de Arsenales 601 "Domingo Viejobueno"
Monte Chingolo, Lanús, Prov. de Buenos Aires - Gobierno Constitucional presidido por María Estela Martínez de Perón
Poco antes de morir Perón (01.07.1974), las dos principales organizaciones terroristas implicadas desde 1969 en una guerra revolucionaria contra el Estado para implantar un régimen socialista totalitario de partido único, perdieron las -ya de por sí ínfimas- simpatías o apoyos de obreros de algunas fábricas, y de pobladores de "villas miserias" a los que regalaban camiones con alimentos, ropa y calzado previamente "expropiados".
Este aislamiento político y social, que supuso el fracaso de su primer objetivo estratégico (ser vanguardia política y militar del pueblo), quedó sentenciado en dos sucesos que acelerarían su derrota.
a-El llamamiento público hecho por Perón, para "exterminar uno a uno a los psicópatas y terroristas criminales", tras el ataque del ERP a la Guarnición de Azul el 19 de enero de 1974.
b-La ruptura de Perón y Montoneros el 1º de mayo de 1974 en la Plaza de Mayo, donde les llamó "infiltrados, traidores y mercenarios".
Además de esta derrota política, ERP y Montoneros debieron soportar durante 1974 y 1975 el accionar de la Alianza Anticomunista Argentina o 'Triple A'. Un escuadrón de la muerte paraestatal y fundado con la obvia autorización de Perón, que ejecutó a unos 400 terroristas y colaboradores.
Esta combinación de aislamiento político y sangría de bajas a manos de la 'Triple A' propició que Montoneros pasara a una fase prevista para más adelante: crear un ejército guerrillero regular que disputara al Ejército el control del territorio nacional.
Montoneros partió desde cero y tarde. Su primera y única operación militar fue el fracasado ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29 en Formosa, el 5 de octubre de 1975. Para el ERP, el inicio de un "frente de guerra" rural en Tucumán a mediados de 1974, y el ataque al Batallón de Arsenales 601 de Monte Chingolo, supusieron un salto cualitativo por la cantidad de efectivos empleados, pero ya había efectuado cinco importantes ataques a unidades del Ejército. En Tucumán buscaban consolidar una "zona liberada" para pedir reconocimiento internacional como fuerza beligerante.
Monte Chingolo / Preparación
Antes del Batallón 601 de Monte Chingolo (sur del Gran Buenos Aires), el ERP había atacado el Batallón de Comunicaciones 141, en Córdoba; el Comando de Sanidad, en la ciudad de Buenos Aires; la Guarnición de Azul, en la Provincia de Buenos Aires; la Fábrica Militar de Explosivos, en Córdoba y el Batallón de Arsenales 121, en Santa Fe. La continuidad de los ataques no dejaba lugar a dudas: el marxista PRT-ERP había declarado la guerra al Ejército de la Nación.
En algunos casos fracasaron. En los restantes consiguieron apoderarse de 760 armas: lanzagranadas, ametralladoras, fusiles de asalto, subfusiles y pistolas. En estos ataques murieron siete oficiales y varios suboficiales y soldados del Ejército, así como oficiales, suboficiales y agentes policiales.
El ataque al Batallón de Arsenales 601 comenzó a diseñarse en agosto de 1975 bajo la supervisión del jefe del Estado Mayor, Juan Eliseo Ledesma, pero en medio de discusiones en el Buró Político del PRT, por cuanto algunos opinaban que la magnitud de la operación superaba las posibilidades de la organización. Finalmente, se impuso el criterio defendido por el comandante Mario Roberto Santucho, en base a tres argumentos:
El botín que capturaran permitiría armar columnas obreras que, según él, saldrían a "parar el golpe de Estado" que todo el país consideraba inminente.
Reforzarían notablemente su armamento en Tucumán con cañones sin retroceso, morteros y ametralladoras antiaéreas que permitirían derribar helicópteros y los aviones contrainsurgencia Pucará.
Por último, se potenciaría la imagen del ERP "ante las masas", y se levantaría la moral de una militancia aterrorizada por el accionar de la 'Triple A' y desmotivada por el fracaso de la guerrilla tucumana.
Santucho, Urteaga, Gorriarán, Molina
La captura de Ledesma y otros 13 miembros de logística, más las sospechas luego confirmadas sobre el "Oso" Ranier, aconsejaban suspender la operación, pero dada la situación (asfixiados por la Triple A, y prácticamente aniquilado el frente rural de Tucumán tras la derrota de Manchalá en mayo y la caída del campamento central en octubre), Santucho decidió arriesgarse a un todo o nada. Según la información disponible, en el Batallón había 20 toneladas de armas. Un botín irresistible....
1. Orden de Batalla de la BDT ERP
Planificación y jefatura operativa: Benito Urteaga.
El grupo de asalto (Compañía "Guillermo Rubén Pérez") se componía de 80 efectivos armados con FAL, ametralladoras MAG y lanzagranadas. En la "villa miseria" cercana se establecería el puesto de mando con 40 efectivos de reserva y 10 francotiradores con miras telescópicas. Otros 40 efectuarían ataques de distracción al Regimiento de Infantería 7 de La Plata y a las Brigadas Regionales de la policía en Quilmes, Avellaneda y Lomas de Zamora; y 30 más, formarían puntos de contención en rutas y puentes para impedir la llegada de refuerzos. Otros 20 se ocuparían de robar y conducir los vehículos necesarios y de las postas sanitarias. En total, un mínimo de 220 efectivos encuadrados en el recién creado Batallón "José de San Martín". Sería la mayor operación de guerrilla urbana de Argentina y América Latina.
2. Orden de Batalla del Ejército Argentino
El Ejército, que en las últimas horas había recibido la confirmación de que el objetivo sería el Batallón de Monte Chingolo y que el ERP lanzaría gran cantidad de combatientes, decidió asestarles un golpe demoledor. Para ello utilizaron la vieja estratagema del 'velo y engaño'. Establecieron un anillo de seguridad exterior oculto que no se desplegaría hasta comenzar los combates, momento en que los guerrilleros de los puntos de contención y apoyo, situados en las rutas y puentes, quedarían entre dos fuegos. Asimismo, en el interior del Batallón se emplazaron ametralladoras bien camufladas y se eliminaron algunos puestos de guardia habituales para estimular a los atacantes. Por último, se dispuso que otras fuerzas permanecieran en estado de alerta para movilizarse en pocos minutos y rodear el Batallón y la villa. Estas fuerzas estaban integradas por tropas del Regimiento 3 de La Tablada y el 1 de Palermo; el Batallón 3 de Infantería de Marina y helicópteros y efectivos de la Policía Federal y bonaerense. En definitiva, habían preparado la defensa y contraataque con la proverbial minuciosidad de un Ejército profesional: los terroristas serían aniquilados. El jefe del Batallón era el Coronel Eduardo Abud, y subjefe el Mayor Roberto Barczuk.
3. Las Operaciones
Dada su duración y multiplicidad de escenarios (Batallón, carreteras, puentes, comisarías atacadas, etc.) resumiremos los datos esenciales.
El ataque comenzó a las 19:40 y finalizó a las 03:30 de la madrugada. Por lo tanto, duró ocho horas; lo cual da una idea de su intensidad y justifica que, por su duración, efectivos, armas empleadas y número de bajas, se pueda hablar de batalla y no de un simple combate. Fue un infierno de sangre, gritos, incendios y explosiones bajo la luz de bengalas y reflectores de los helicópteros que barrían el terreno con sus Mags. "Parecía una película de los yankees en Vietnam", diría un joven Teniente, todavía excitado por la adrenalina.
Cuando los últimos atacantes fueron abatidos, en el interior del Batallón quedaron unos 110 muertos. De los que se replegaron a la villa, sólo unos pocos pudieron romper el cerco y huir. Otro tanto les ocurrió a los de los puntos de contención. Sumando los que murieron en los ataques al Regimiento de La Plata y a las Brigadas policiales, el ERP tuvo unos 160 muertos. No hubo prisioneros porque ninguno se rindió, y los heridos seguían disparando hasta morir. "Fue una operación suicida, sabemos que sus jefes sospechaban una encerrona", resumio un My de Icia del EA
Clarín, edición matutina del 24.12.1975
Crónica, edición vespertina del 24.12.1975
El Ejército tuvo seis muertos:
Capitán D.Luís María Petruzzi - asesinado antes del ataque
Teniente 1º D.José Luís Espinassi - RIMec3 de La Tablada
Sargento Ayudante D.Roque Cisterna - Jefe de la Guardia de Prevencion del B Ars
Soldados: D.Roberto Caballero, D.Benito Ruffolo y D.Raúl Sessa.
Asimismo, murieron dos policías de los que desconocemos nombres y graduación, y el Conscripto de Infantería de Marina D.Enrique Grimaldi.
Heridos: 17 el Ejército, 8 la Policía Federal y 9 la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
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El miembro del ERP, Gustavo Plis-Sterenberg, resumíó en su libro "
Monte Chingolo, la mayor batalla de la guerrilla argentina":
"Muchos de los miembros de Inteligencia ya sabían que había un infiltrado, que ese infiltrado había entregado a tres de los principales jefes guerrilleros quienes conocían en detalle el operativo, y que eran altísimas las posibilidades que el Ejército supiera del ataque y que los estuviera esperando. Cualquier tipo de lógica indicaba que había que suspender el ataque, porque estaba destinado al fracaso. Y ese fracaso, además, implicaba la muerte de decenas y decenas de compañeros. Pero los mandos del ERP llevaron a cabo la operación de todas maneras. ¿Por qué? A mi juicio, el ERP hizo gala una vez más de aquello que lo marcó en todo momento: una sobrestimación de sus fuerzas, errores estratégicos y una lectura equivocada de la realidad. El PRT/ERP quiso trasladar a la Argentina la Revolución Cubana con la pequeña diferencia de que Argentina no es Cuba. Y eso se aplica a varios aspectos, entre los que se cuentan las dimensiones del país (con lo que eso implica en cuanto a logística, movilidad, etc. para desarrollar una guerra de guerrillas), su composición social (el PRT/ERP insistió siempre en la ignorancia del peronismo como fenómeno de masas exclusivo -y excluyente- de nuestro país, un error que le costó demasiado caro) y que el Ejército Argentino definitivamente no era la banda de rejuntados que era el ejército de Batista".
El desastre de Monte Chingolo no sólo fue el último ataque del ERP a una unidad del Ejército, sino que supuso su aniquilación definitiva como fuerza urbana. Dos meses después el Ejército dio por finalizada su campaña en Tucumán, y el 19 de julio fueron localizados y muertos en el enfrentamiento Santucho y Urteaga. Ese día, el ERP dejó de existir.
Cadáver de Mario Roberto Santucho
Según Clarín del 23.01.2006, fueron localizados en el cementerio de Avellaneda los restos de 49 terroristas del ERP caídos en el combate de Monte Chingolo. Al dia de hoy se ha verificado que todos ellos han sido dados de alta en la base de datos del Parque de la Memoria y que cada una de sus familias ha sido indemnizada con 224.000 Dólares por el gobierno Kirchner.
HONOR Y GLORIA AL EJERCITO ARGENTINO, A TODOS SUS SOLDADOS COMBATIENTES Y A TODOS SUS CAIDOS EN COMBATE!!!
VIVA LA PATRIA!!!