Una pareja de MRAPs RG-31 Mk5 pertenecientes al PRT Kapisa - Parwan avanzan por los sinuosos caminos Afganos, en una misión de reconocimiento. Estos blindados son la evolución de una familia de vehículos resistentes a las minas teniendo su origen en el continente Africano. Foto: Sgt. Teddy Wade.
Vehículos Resistentes a las Minas - Mine Resistant Vehicles (hoy MRAP – Mine Resistant Ambush Protected)
Pese a ser una denominación un tanto generalista, ya que la gran mayoría de los vehículos blindados poseen en cierta medida una relativa protección contra minas, utilizaremos este término para denominar a aquellos vehículos cuyo diseño está pensado específicamente para minimizar los efectos de las minas terrestres y de otros dispositivos explosivos, siendo su principal objetivo la supervivencia de su tripulación.
Soldados ugandeses patrullan las calles de Mogadiscio (Somalia) montados en MRVs. En vehículo que encabeza la columna es un Buffel seguido por un Mamba Mk.2. El batallón ugandés forma parte del despliegue de la Unión Africana para pacificar y estabilizar a Somalia. Foto: Davis Axe.
El desarrollo de los primeros modelos de este tipo de vehículos tiene su origen en la década del ’70 en países como Rodesia y Sudáfrica, donde fuerzas gubernamentales libraban combates contra la guerrilla en la profundidad del chaparral. Para tal tarea se optó por medios blindados a rueda ya que su movilidad y facilidad para mantenerlos en campaña resultaba superior a los vehículos a oruga.
Previo a los modelos africanos ya existía cierta experiencia con vehículos producidos anteriormente que trataban de dar una solución a la amenaza de las minas terrestres. Un claro ejemplo fue el M/42 - SKPF42 de origen sueco, cuyo diseño consiste en un chasis Scania-Valbis y un casco en forma de diamante, siendo su función la de dar protección contra el fuego de armas livianas y de explosiones de minas. Se desarrollaron dos versiones con diferentes propulsores: Uno motorizado por Scania (de ahí SKPF42) y otra versión con propulsor Vabis (VKPF42). De este blindado se fabricaron cantidades limitadas (unos 200), sirviendo todavía en las unidades de reserva del ejército nórdico, y habiendo prestado servicio en lugares tan distantes de su origen como el continente africano. Algunas unidades fueron cedidas a Latvia y Estonia. Pese a su veteranía y su poca capacidad todo terreno, sigue prestando servicio en tareas de seguridad interna.
SKPF42 perteneciente al ejército sueco. Puede apreciarse claramente su casco en forma de cuña, que le proporciona cierta protección contra las minas.
SKPF42 del ejército sueco desplegado durante la misión de paz de la ONU en Biafra.
Pero el verdadero desarrollo de este tipo de vehículos se produce en el continente Africano. Allí, una nación que no era reconocida como tal y que estaba en constante estado de alerta por los continuos embates de la guerrilla nacionalista (apoyada por sus vecinos Zambia y Mozambique), inició el desarrollo de una familia entera de vehículos protegidos contra de minas.
Rodesia.
En los años ‘70s, en este país africano, sería el accionar de las guerrillas y la constante amenaza que significaban las minas lo que llevaron al ejército y fuerzas de seguridad (con cierta asistencia de Sudáfrica) a idear diferentes soluciones para hacerles frente. Por esta razón emergieron los primeros diseños de vehículos dotados con cabinas para el conductor y pasajeros, con forma de V o cuña. Estos vehículos eran de diseño civil, siendo los más profusamente empleados los Land Rover Serie III, camiones Mercedes Benz (Unimog y U1116), Bedford, Nissan e Izuzu (incluso se llegó a utilizar partes de las VW Kombi y de los famosos VW Beetle o escarabajo.)
A partir de esta base (la cual permitía disponer no solo de repuestos al alcance de la mano sino también de una forma rápida y barata) aparecería toda una familia de vehículos resistentes a las minas como por ejemplo el Kudu, Crocodile, Puma, Reebok, Pookie, Leopard, MPCV (Spook) y otros.
Crocodile MRV del ejército de Rodesia durante un descanso entre operaciones. Se logran apreciar algunos detalles del vehículo, como por ejemplo el casco en forma de V montado sobre la plataforma de un camión de 5 tons., troneras y barras anti-vuelco.
Entre los modelos más populares se encontraron el Crocodile (Cocodrilo) y Puma, los cuales utilizaban el chasis, motor y transmisión de camiones MB 1116 /MB LA911/42 - LAK2624 / Izuzu / Nissan. La parte de la carrocería había sido reemplazada por cascos de acero cuya base era en la típica forma en V para disipar los efectos de las explosiones de las minas, al igual que la cabina del conductor. Ampliamente difundidos, se lo empleó como transporte de tropas y de carga, para patrullar las peligrosas rutas y caminos rurales, y sobre todo, para abastecer a las Villas Protegidas.
Puma dispuesto a escoltar a un colectivo civil. El Puma no poseía un diseño monocasco, ya que la cabina y el compartimiento de tropa se encontraban separados. Esta última carecía de troneras y se encontraba menos protegida que la del Crocodile.
Otro de los ejemplares que vieron la luz en el “bush” rodesiano fue el Pookie. Desarrollado en 1976 gracias al ingenio de Ernst Konschel, este vehículo especializado cumpliría la exigente misión de detectar minas en los caminos agrestes que atravesaban Rhodesia. El diseño era sencillo: Se utilizó un motor VW sobre una suspensión proveniente de una VW Kombi, con la cabina del conductor de diseño monocasco, elevada a 700mm (ya que según el cálculo en aquellos años, la fuerza de la explosión de una mina antitanque comienza a disiparse a los 500-600mm) y con la típica forma de V. A esta plataforma se la proveyó de neumáticos usados de Fórmula 1 (provenientes de la pista Kyalami, en Sudafrica), logrando de esta manera que la presión que ejerciera el vehículo sobre la superficie fuera lo menor posible (3lbs por metro cuadrado - incluso menor al de una persona).
Para lograr la tarea de localizar las minas, Sudáfrica proveyó los detectores de metales Milton, los cuales, en forma de paneles, se ubicaron en un comienzo al frente del vehículo, para luego ser llevados debajo de la cabina del conductor, debido a problemas de vibración. Posteriormente, y gracias al constante ingenio rodesiano, los paneles detectores fueron sustituidos por otros de forma cilíndrica. (Algo que los sudafricanos alegaban imposible de modificar – La razón del cambio de forma de los detectores fue que los paneles literalmente parecían alas, ya que eran rebatibles y en parte también debido al estado de los caminos, provocando inconvenientes a la hora de realizar su labor).
En caso de que un Pookie provocara la detonación de una mina (caso que nunca ocurrió) el uso de “shear bolts” causaría que las ruedas, batería y motor de vehículos saliesen despedidos pero manteniendo al conductor a salvo en su cápsula.
La tarea del Pookie era simple pero azarosa: Uno de estos vehículos viajaría al frente del convoy. En cuanto los sistemas de detección le advirtieran al conductor de la posible presencia de minas, este detendría la marcha, trataría de localizar la posición exacta de la misma, para luego proceder (el mismo conductor o un equipo EOD que viajaba en la columna de vehículos) a desactivarla y removerla de su posición.
Un Pookie previo a una nueva salida al terreno. Se pueden observar plegados los paneles detectores de minas Milton, así como los grandes neumáticos característicos de la Fórmula 1.
Vista lateral de un Pookie. Claramente visibles los detectores de metal ya modificados además de ser muy notable el despeje entre el suelo y la cabina del conductor.
Un modelo a destacar y desarrollado por el mismo creador del Pookie, es el Leopard. Utilizando gran parte de los componentes de una VW Kombi type 1, su principal característica fue que no nació por un requerimiento militar, sino para ser vendido en el mercado civil (en las mismas concesionarias donde se comercializaban otros modelos VW). Constituyó un gran avance ante la creciente amenaza de las minas, permitiendo transitar los caminos rhodesianos en una forma más segura.
Entre sus características principales eran el siempre presente habitáculo con forma de cuña, el cual no se encontraba directamente debajo de los ejes, sino que estos estaban más separados para evitar que, en caso de una explosión, resultase alcanzado. Lo mismo ocurría con la disposición del motor y tanque de nafta, que se encontraban bien por detrás de la cabina. También se lo dotó de barras antivuelco de forma circular y de un techo de lona que, ante el improbable caso de una explosión debajo de la cabina, facilitara que la presión interior y exterior se equiparara de manera más rápida. Venía disponible en un solo color, verde oliva (que al connotar alguna relación con los militares era rápidamente cambiado por sus propietarios) y en los 67 incidentes con explosiones de los que se tiene registro, solo se debieron lamentar 6 fatalidades, lo que habla de éxito de su diseño.
Vista lateral de un Leopard. El motor se encontraba localizado bien por detrás de la cabina para que, en caso de ser alcanzado por una mina, el mismo saliese despedido sin ser una amenaza para los tripulantes del vehículo.
A los modelos ya mencionados se les debe sumar el Kudu, el cual fue diseñado por la empresa More Wear Engineering tomando las lecciones aprendidas en modelos posteriores, siendo uno de los pocos modelos de vehículos resistentes a las minas que fue producido a gran escala.
Al igual que otros vehículos (como el Hyena), el Kudu utilizaba el chasis, motor y transmisión de utilitarios con una capacidad de 2.500 kilogramos como por ejemplo Land Rover Serie III, Toyota Land Cruiser, Thames Trader, Toyota Dyna, etc.
A la clásica protección antiminas (habitáculo-cápsula en forma de V, con capacidad para 4-6-8 pasajeros y equipada con cinturones de seguridad de 3 puntos) se le agregaron placas deflectoras en los laterales del vehículo, lo que le daba mejor protección contra el fuego de armas portátiles y de los lanzagranadas RPG-2.
Al igual que otros vehículos, el Kudu estaba basado en plataformas civiles, lo que facilitaba su mantenimiento y producción. En las fotos se puede apreciar la configuración de sus laterales (para hacer frente a fuego de armas ligeras y RPGs) y la efectividad de su diseño ante la explosión de una mina. Fotos: 1 Pete Henning)
El pináculo de los desarrollos Rodesianos sería el MPCV. En agosto de 1978, la oficina de intendencia general del ejército de Rodesia sacó un requerimiento por un vehículo de combate de infantería protegido contra las minas. Las especificaciones generales eran por un blindado todo terreno, con capacidad para transportar 10 soldados y que utilizara como base el chasis del vehículo Rodef 25. Zambesi Coach Works y Tinto Industries, ambas con basta experiencia en fabricación de vehículos blindados, presentaron sus respectivos diseños, pero los mismos no llegarían a satisfacer las necesidades requeridas.
Finalmente sería la compañía Kew Engineering la que se haría con el contrato, en parte gracias a su experiencia obtenida en el diseño del vehículo porta-mortero resistente a las minas, También tomando como ejemplo el diseño del Thyssen UR-416.
Debido a que el modelo operaría en los límites de su peso cuando estuviese plenamente cargado (6 toneladas), se le realizaría una profunda modificación al sistema de suspensión, frenos y motor, logrando con ello un excelente rendimiento todo terreno. (Sumado a que la configuración monocasco de la cápsula blindada permitía una mejor flexión del chasis ya que se encontraba colocada centralmente sobre pivotes longitudinales que se encontraban en cada uno de los extremos).
El MPCV contaría con un blindaje de 6mm (el deseo de sus diseñadores era uno de 8mm, pero había escasez del mismo) reforzado con una cobertura interna de 45mm de poliestireno Kaylite recubierto de goma, a los fines de reducir al mínimo las chances de rebote en el compartimiento de tropa (ya que la posibilidad de ser penetrados por munición de Ak-47 era relativamente alta).
Luego de las pruebas relativamente exitosas (sufrió una leve penetración de esquirlas en el suelo, y la torreta armada con FN Mag no generó demasiada confianza), se le agregaría un escudo protector a la caja de cambios, con lo que se daría inicio a su producción a comienzos de 1979. 60 MPCV llegarían a ser completados, pero los mismos no entrarían en servicio activo gracias al cese de fuego.
MPCVs pertenecientes al ejército de Zimbawe. El diseño monocasco en V se puede apreciar a simple vista al igual que la torreta armada con una ametralladora media FN MAG.
De la experiencia obtenida por los Rhodesianos, la nación que continuaría con el desarrollo de esta clase de vehículos no se encontraban lejos: Sudáfrica, de donde surgirían una enorme variedad de diseños y modelos, desde los conocidos Casspir y Büffel hasta el actual Mamba Mk.2 y RG31 Nyala, que están viendo combate en Irak, Afganistán, África y en otras partes del mundo.
Sudáfrica.
Al igual que Rhodesia en un comienzo, Sudáfrica se encontraba sumergida en la Border War o Guerra de Frontera, que tenía lugar en el inhóspito chaparral africano y la misma se llevaba a cabo contra fuerzas regulares e irregulares de naciones vecinas, siendo situaciones similares como las que había vivido la extinta Rhodesia las causas del desarrollo de este tipo de vehículos: la amenaza de las minas (anti tanque como la TM-46/57 y anti personales) que eran sembradas en los escasos caminos existentes.
A partir de la operación Savannah se hizo más evidente la necesidad de contar con un vehículo apto para operar en ese tipo de terreno, que fuese fácil de fabricar y mantener, y por sobre todo, que diese a la infantería mecanizada una protección contra las minas.
Büffel
El Büffel fue el primer de este tipo de vehículos en entrar en servicio debido en parte a causas similares a la de sus vecinos rhodesianos: Las acciones contra la guerrilla y la constante amenaza que representaban las minas y deferentes artefactos explosivos de manufactura artesanal.
El desarrollo del Büffel comenzó por 1976 y desde el comienzo se utilizó como base el popular camión ligero Unimog 416.162. A medida que el diseño del vehículo avanzaba, se le modificó la parte trasera de carga, adquiriendo una leve forma en V en su base y también siéndole agregado deflectores de explosiones en las ruedas y una placa protectora ubicada en la panza del vehículo para proteger la transmisión. Esta versión inicial, a la cual se la denominaría Bosvark 11, no poseía ninguna protección balística para el conductor, ni para su pasaje ni para el motor y demás partes esenciales del vehículo. Este diseño nació del Departamento de Investigación de la CSIR, y eventualmente se adquirirían unas 50-60 unidades.
Primer prototipo del Buffel, el cual sería bautizado como Bosvark. La parte trasera para el transporte de tropa fue provista de una base en forma de V mientras que la cabina estaba desprovista de blindaje.
Pero sería gracias a un emprendimiento privado que el Büffel vería su forma definitiva.
Utilizando al ya mencionado Unimog 416 como base, se le comenzó a realizar una serie de drásticas modificaciones: Se redujo el tamaño de la cabina de conductor, adquiriendo la conocida forma en V, al igual que el compartimiento de carga. A ambos se los elevó unos centímetros más de lo original, para darle aún mayor protección contra las minas proveyéndoles además de protección balística. Al resto del vehículo se le despojó de aquellas partes que pudiesen “envolver” la onda expansiva de una explosión, dejando prácticamente a simple vista gran parte del bastidor (suspensión, transmisión y definitivamente el motor). Además de evitar el ya mencionado efecto de “envoltura”, proporcionaba fácil acceso para mantenimiento, y llegado el caso, un rápido recambio de partes por si era dañado en el campo de batalla.
La principal desventaja que demostró una vez realizada las pruebas fue su inestabilidad al realizar maniobras bruscas en terreno agreste. Esto se solucionó en parte agrandándole el ancho de las ruedas (gracias a la provisión de llantas especiales por parte de un proveedor alemán) y con una mejor capacitación a los conductores.
Sería Armscor la que se haría cargo de su producción (más de 1400 unidades producidas) y de agregarle mejoras a medida que se iba adquiriendo experiencia (barras anti-vuelco, blindaje adicional, otro tipo de motorización). Al Büffel pronto lo acompañarían una gran variedad de modelos, entre ellos el Casspir. Luego de años de servicio y algunas ventas al exterior, sería reemplazado por el Mamba.
Segundo prototipo del Buffel. Contaba con una parrilla frontal y un motor relativamente cubierto. De este diseño surgiría el modelo final.
Buffel II perteneciente al ejército de Sudáfrica. Se logra ver claramente lo característico del diseño, con motor y suspensión a la vista, cabina para conductor blindada y compartimiento de tropa monocasco y en forma de V.
Casspir
Desarrollado por un requerimiento de la Policía de Sudáfrica, el Casspir sería el primero de su clase en poseer un diseño monocasco con la ya familiar forma en V, lo que le proporcionaba una mejor protección pasiva contra las minas. (El nombre 'Casspir' proviene de las abreviaturas del cliente principal, la policía de Sudáfrica -SAP en inglés- y la compañía que lo diseñó, CSIR (Council for Scientific and Industrial Research). Siendo la idea original de utilizar al Casspir en tareas de seguridad interna, una de las diferencias con el Büffel, era que la parte superior era cerrada con la idea de evitar el efecto de cócteles molotov y granadas (amenaza siempre presente en el medio ambiente urbano), además del ya mencionado diseño monocasco, la disponibilidad de ventanas del tipo anti-balas en la sección de carga de tropa, portones hidráulicos en la parte trasera del mismo, etc.
Al igual que sus predecesores, una de sus características principales era el fácil mantenimiento durante las operaciones en la frontera o en el “bush”, así como también, en caso recibir daño alguno, la posibilidad de un rápido recambio de las partes afectadas.
Al Casspir, que fuera utilizado por el cuerpo de contrainsurgencia perteneciente a la Policía Sudafricana, lamentablemente se lo relacionó con el tristemente conocido Apartheid, no obstante ello, prestó notable servicios en el ejército, donde su altura y mejorada estabilidad con respecto a otros vehículos lo hizo insustituible para las operaciones en el chaparral contra la guerrilla.
Provisto de un motor turbo cargado diesel Mercedes Benz OM352A que le proporciona 124kw y una velocidad máxima de 90km/h, el Casspir acusaba un peso de aproximadamente 10 toneladas según su versión y poseía una autonomía de 770km, siendo capaz de sobrevivir a la explosión de 3 minas TM-57 bajo una de sus ruedas o de dos minas del mismo tipo bajo su casco, poseía además protección balística contra munición 7,65 X 51mm OTAN, ofreciéndose como opción protección contra munición AP de mismo calibre. Utilizado como simple APC, iba ligeramente armado con una o dos MG 7,62mm además de contar con troneras en la parte de carga de tropa.
Su tripulación consiste en un conductor y comandante, poseyendo la capacidad de albergar al menos 12 infantes con equipo completo.
Dentro de los planes del ejército sudafricano se encuentra el de modernizar una parte de la actual flota de Casspir Mk.2 a la variente Mk.3, que consiste reforzar la estructura de los vehículos de más de 20 años y de realizar un completo cambio de los ejes.
Casspir perteneciente al ejército norteamericano en su despliegue durante la operación “Libertad Iraquí”. Esta versión en particular está equipada con una torreta similar a la del M113 ACAV para proteger al tirador del vehículo. La gruesa antena que sobresale del techo pertenece al sistema de contramedidas CREW. Foto: Till Sunderman.
Casspir de dotación en la Policía de Perú, armado de dos ametralladoras cal .30. El diseño monocasco del mismo ofrece mejor protección pasiva contra las minas con respecto a modelos anteriores.
Mamba
El siguiente paso en la evolución de los vehículos protegido contra las minas sudafricanos fue el Mamba MPV.
Para no romper con la tradición, se siguió utilizando como base la transmisión y suspensión del ya conocido Unimog 416, lo que le proporciona una excelente capacidad de carga y off-road además de proveer un alivio logístico al utilizar mayoría de componentes de un vehículo tan profusamente difundido.
El proyecto que fuera iniciado a fines de los ’80 por Mechem Consultants (parte del Grupo Denel) era un vehículo 2 x 4 (siguiendo la denominación del grupo que lo desarrolló) de tracción trasera, del cual se produjeron algunas unidades. Sería Reumech OMC con una versión modificada denominada Moddervarkie (cerdito de barro), la que introduciría la configuración 4 x 4 y algunas modificaciones menores, como aumentarle la altura en 70mm (luego denominado Mamba Mk.2).
Moddervarkie, prototipo de lo que en un futuro sería el Mamba. A diferencia del Buffel y del Casspir, su semejanza a las modernas SUV le proporciona un perfil más bajo para operaciones de mantenimiento de paz.
Las líneas de diseño son similares a la de vehículos previamente mencionados: monocasco soldado en forma de V, ventanillas blindadas (con o sin troneras), gran despeje inferior y por consiguiente una considerable altura, y capacidad de resistir la explosión de una mina tipo TM-57 bajo cualquiera de sus ruedas o debajo de su casco. Entre otras opciones están las de dotarlo de una ametralladora mediana en la torre del comandante y de proporcionarle blindaje adicional.
Es impulsado por un motor diesel Mercedes Benz OM352 y está equipado con una transmisión de 4 velocidades (baja y alta) además de poseer un diferencial con trabas neumáticas independientes para las ruedas traseras y delanteras.
El Mamba Mk.2 es capaz de transportar 9 personas más conductor y comandante, posee una autonomía de 900 km. y una velocidad máxima de 102 km/h. Su peso ronda los 6700 Kgs.
Finalizado de producir en 1997(+/- 660 unidades), tuvo un relativo éxito comercial al ser exportado a una decena de países (entre ellos el Reino Unido, donde Alvis desarrolló su propia versión para los equipos de EOD del British Army) y clientes privados.
Se ha desarrollado un paquete de modernización denominado Mk.3, que hace hincapié en la mejora de movilidad (nuevo motor MB 312N), estabilidad y blindaje.
Mamba con los colores del ejército de Sudáfrica. Tanto su blindaje como los vidrios blindados de sus ventanillas son capaces de resistir impactos de 5.56 x 34mm y 7.62 x 51 OTAN, existiendo kits para aumentar su protección contra 7.62 X 51 AP. Se encuentra en servicio en varias naciones (la mayoría Africanas): Congo, Costa de Marfil, Estonia, Guinea, Noruega, Sudáfrica, Sudán, Suecia, Tanzania, Uganda y los Estados Unidos. Empresas privadas como Blackwater los utilizan en Irak y Afganistán. Foto: Chris Baxter.
Kwêvöel.
Se denominó de esta manera al proyecto para proveer de una cabina mejor protegida para los vehículos que integraban las unidades logísticas del ejército.
A mediados de 1978 se inició un plan para contrarrestar la creciente amenaza de las minas, lo que llevaría al desarrollo de diferentes tipos de vehículos como los ya mencionados. Para los camiones medianos y pesados, que debían acompañar a las columnas de blindados en sus operaciones, se ideó la cabina blindada Kwêvöel, que en un comienzo estaba destinada a los camiones Deutz Magirus, para luego extenderse a la familia de vehículos SAMIL (South African MILitary) 100, SAMIL 50 y SAMIL 20.
Con una capacidad de soportar la explosión de 3 minas TM-57 (21 Kg TNT) el Kwêvöel pronto se hizo muy popular entre las tropas que operaban en el bush o chaparral africano y llegando a ser considerado el vehículo más seguro.
Este tipo de configuración que se hizo común en la versión de carga, se extendió a las versiones de recuperación, de transporte de agua y combustible, de comunicaciones e incluso a los MLRS.
El ejército de Sudáfrica dotó con las cabinas Kwêvöel a todos los camiones Magirus Deutz y posteriormente SAMIL que prestaban apoyo durante las operaciones contra la guerrilla en lo más profundo del chaparral africano.
Con los actuales conflictos en Irak y Afganistán, los Vehículos Resistentes a la Minas han llamado la atención de los ejércitos occidentales debido a que los medios convencionales que se estaban empleando no resultaban adecuados para la clase de operaciones que llevaban a cabo. Un claro ejemplo fue el contingente holandés desplegado en Afganistán, ya que en un comienzo estaba equipado para tareas de patrulla con vehículos convencionales como YPR765, Patria XA203 y Fennek VLR. Ante la escalada de violencia y el creciente uso de IEDs y minas se decidió reemplazarlos por los Thales Bushmaster similares a los que ya utilizaba el contingente australiano desplegado en el mismo país y en Irak.
Fin 1era parte.
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