En primer lugar, no entiendo porqué este tema de discusión no está en
http://www.zona-militar.com/foros/forums/malvinas-1982.18/
Por otro lado, la presencia de unidades argentinas en Puerto Mitre y Bahía Fox posiblemente haya servido para desalentar el desembarco británico en la isla Gran Malvina.
El caso de "los cañones de Bahía Fox", el habil ardid de Minorini Lima durante la guerra del 82, tuvo un claro efecto disuasivo, pues según el relato del oficial inglés (ver
http://www.zona-militar.com/foros/t...-durante-la-guerra-de-1982.21462/#post-889815):
La primera opción de desembarco era acá, pero como enfrente hay un regimiento y pensábamos que acá había tres batallones pensamos que iba a ser una batalla muy dura, así fue que la opción fue en San Carlos.
Finalmente, a continuación reproduzco parte de la conferencia "
Malvinas: un caso de estudio" del almirante estadounidense (4 estrellas) Harry Train, cuyo texto completo está en
http://www.aposmalvinas.com.ar/hist009.htm.
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Selección del lugar del desembarco
A partir de la zarpada de la Flota hacia las Malvinas, una de las principales decisiones que enfrentaron los responsables de la planificación fue la determinación del lugar para efectuar el asalto inicial. El pensamiento británico sobre el lugar y oportunidad para efectuar el primer desembarco de la campaña, era guiado por muchas consideraciones. Algunas de las más importantes eran:
- Conveniencia política. La percepción por parte del Gobierno británico de la necesidad de entrar en combate con los argentinos para apaciguar a la opinión pública británica ansiosa de acción.
- La proximidad del invierno en el hemisferio sur, con su cortejo de problemas ambientales.
- El efecto en el adiestramiento moral y estado físico general de la fuerzas terrestres sujetas a prolongadas estadías en tierra, soportando las ya duras condiciones climáticas.
- Los problemas logísticos previsibles para el mantenimiento por un prolongado período a una gran fuerza terrestre en operaciones.
- Los problemas de transporte para desplazar una gran fuerza terrestre y su apoyo a cualquier distancia sobre el áspero terreno en las Malvinas.
- La falta de informes de inteligencia sobre la moral y adiestramiento de los soldados argentinos en las Malvinas.
- Por fin, los estados mayores británicos debieron decidir entre dos conceptos diametralmente opuestos para la conducción del asalto inicial a las
Malvinas; llevar a cabo un desembarco en fuerza, mediante un ataque masivo con todos los recursos disponibles efectuando esa audaz operación en el mismo Puerto Argentino, o en sus proximidades, tan cerca como para que el objetivo principal de la campaña pudiera ser atacado en forma inmediata por las fuerzas terrestres o llevar a cabo un desembarco más o menos administrativo en un lugar no defendido, suficientemente alejado de Puerto Argentino como para que los argentinos tuvieran dificultad para utilizar sus propias fuerzas terrestres ubicadas principalmente en Puerto Argentino, para atacar la frágil cabeza de playa.
Los sitios considerados por los británicos como potencialmente aptos para el asalto inicial fueron:
- Bahía Stevely (Puerto Norte)-Isla Gran Malvina: El más alejado del objetivo y el menos sujeto a posibles contraataques argentinos con fuerzas terrestres. En algún momento se analizó la posibilidad de construir allí una pista de aterrizaje para reemplazar a los portaaviones.
- San Carlos-Isla Soledad: Más cercano al objetivo y aún en una ubicación que dificultaba el contraataque argentino.
- Hoya Chasco-Isla Soledad: Todavía más cercano, pero también más al alcance de un contraataque argentino.
- Bahía de la Anunciación-Isla Soledad: Más próximo aún a Puerto Argentino, pero también tan al alcance que un contraataque de fuerzas terrestres argentinas era casi seguro.
- Puerto Argentino-Isla Soledad: Rechazado casi inmediatamente por los riesgos que llevaba implícito.
En principio se convino en efectuar el desembarco en un lugar donde no fuera a encontrarse resistencia inicial. El plan de las Fuerzas bajo el comando del brigadier general Julian Thompson consistiría en la consolidación de la cabeza de playa, a la espera de que sus efectivos de incrementaran con el aporte de unidades en viaje desde Gran Bretaña. A partir de la llegada de esos refuerzos, el comando de toda la operación terrestre sería asumido por el mayor general Jeremy Moore.
Los pro y contras que analizaron los planificadores cuando seleccionaron
San Carlos como punto inicial de desembarco fueron:
- La protección que las aguas restringidas del fondeadero ofrecían contra submarinos.
- La protección natural que las tierras altas de los alrededores ofrecían a los buques de desembarco contra ataques aéreos y su excelente capacidad potencial para ubicar baterías antiaéreas de misiles Rapier.
- Los informes. de inteligencia indicaban falta de presencia enemiga en el área a no ser la de poco frecuentes patrullas.
- Los informes de los SBS (Special Boat Squadron - unidades especiales para incursiones en costas enemigas) indicaban la ausencia de minas en las playas y falta de actividad de minado en el mar vecino.
- La demora que podía esperarse en la respuesta por parte de las fuerzas argentinas, dada la distancia, aproximadamente cincuenta millas de terreno abrupto, desde Puerto Argentino.
- La distancia y terreno abrupto entre el lugar de desembarco y el objetivo principal, Puerto Argentino, que tendría que ser atravesado de algún modo por las fuerzas terrestres.
- La proximidad de una fuerte guarnición argentina en Pradera del Ganso (Pradera del Ganso (Goose Green)) a trece millas del lugar y hacia el sur.
- La falta de playas adecuadas para desembarcar grandes cantidades de hombres y equipos.
- La proximidad de tierras altas en el contorno que podían ser usadas por el enemigo ventajosamente para repeler y desalojar a las fuerzas de desembarco.
- Aunque no había sido verificado por las patrullas SBS, la posibilidad de que los argentinos hubieran o tuvieran la intención de minar los accesos marítimos del lugar, dado su obvia aptitud para el desembarco. (Por lo menos en la mente de los planificadores británicos, esto era obvio. Ahora sabemos que los planificadores argentinos en un estudio previo al conflicto, habían considerado imposible que se usara exitosamente el lugar para efectuar un desembarco anfibio).
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