Algunos puntos de esto me resultaron interesantes.
Nota original en
Al-Akhbar.com:
Gulf Arms Deals: Buying Security or Bailing Out the West
Traducción (y algunas notas *) propia:
Acuerdos armamentísticos en el Golfo: Comprando seguridad o salvando a Occidente
Los Sauditas han de recibir 84 cazas avanzados Boeing F-15SA y actualizaciones para otros 70 más antiguos por el precio de 30 mil millones de dólares – la primera parte de un total de 63 mil millones de dólares, pagados únicamente por Arabia Saudita; que incluye helicópteros, misiles, munición de precisión guiada y tanques nuevos.(Photo: AFP - Hassan Ammar)
Por: Yazan Al-Saadi
Publicado Jueves, 12 de enero 2012
Los Estados Unidos y las monarquías del Golfo se han entregado a lo que se ha denominado como “unos de los ejercicios de rearme más grande en tiempos de paz”, que asciende a 123 mil millones de dólares en ventas por cazas, helicópteros, misiles, tanques y otros armamentos avanzados.
El acuerdo, anunciados la pasada vísperas de navidad en Washington, fue justificados por Andrew Shapiro, Secretario de Estado Adjunto para Asuntos Políticos y Militares de E.E.U.U., como “[el envío de] un fuerte mensaje a los países de la región de que estamos comprometidos a apoyar la seguridad de nuestros socios más importantes y aliados en el Golfo Arábigo y el Medio Oriente.”
Superficialmente, el acuerdo busca disuadir a Irán de cualquier potencial interés expansionista en la región. Sin embargo, la naturaleza y el resultado de sustanciales acuerdo previos entre monarquías del Golfo Pérsico y Occidente, en términos de su valor militar cara a cara con Irán, sugieren una agenda que va más allá de solo contener a la República Islámica.
Considerando la Historia: The “lightning” example.
Un reciente artículo de Amer Mohsen para el Al-Akhbar Arabic prestó mucha atención a la primera gran venta de armamento de Occidente a los países del Golfo, la cual ocurrió a principios de la década de 1960, y como este arroja luz sobre la naturaleza del por qué se inician estos acuerdo y sus resultados habituales.
Como señala el artículo de Mohsen, Arabia Saudita y el Reino Unido abrieron un nuevo camino al involucrarse en una transacción con respecto al caza supersónico English Electric Lightning, desarrollado por la British Aircraft Corporation (hoy British Aerospace BAe) durante los 50’s.
Arabia Saudita, inmersa en la Guerra Civil Yemení y en conflicto, esporádicamente, con el Egipto de Nasser, ordenó 41 aparatos, 35 F.53 y 6 T.55
(versión de entrenamiento)*, los cuales fueron entregados en distintas fases, completas para 1972. Fue, en ese momento, la mayor venta de la historia de la industria de defensa británica.
Mohsen añade que los documentos, que décadas después se filtraron, revelaron que los sauditas se dirigieron a los norteamericanos primero, buscando ayuda para expandir sus capacidades militares. Los americanos declinaron el pedido luego que sus analistas concluyeran que la aviación saudí no era capaz de absorber la expansión masiva que deseaban los saudíes. Al mismo tiempo E.E.U.U. estaban tratando de atraer al Reino Unido, una potencia en decadencia, a su esfera estratégica – los británicos estaban tratando con vehemencia mantener su capacidad nuclear y su industria de defensa independientes. Pero fueron convencidos finalmente luego de que los americanos desarrollaran el F-4 Phantom II, que entro en servicio en los 60’s.
El Phantom volvió al Lightning obsoleto inmediatamente y su producción era menos costosa. Los británicos decidieron comenzar a adquirir el Phantom y la producción del Lightninig fue descontinuada. Pero había un problema, aun se encontraba disponible un exedente de Lightnings vagando inútilmente en las fabricas. De esa forma nació el acuerdo con Arabia Saudita. Los estadounidenses contactaron a Riad y los convencieron de comprar una gran cantidad de aviones británicos bajo el pretexto de que eran los más avanzados aviones en ese momento.
Las capacidades de las aeronaves eran esencialmente inútiles para las necesidades sauditas en términos de su conflicto con Yemen o su uso dentro de sus propias fronteras. El Lightning era un caza supersónico, una maravilla para la acrobacia aérea, inefectivo a bajas altitudes o para escaramuzas de rutina. Fue una venta que no revolucionó o benefició demasiado a las Fuerzas Armadas Sauditas.
En 1966 Kuwait hizo lo mismo, ordenando 14 aeronaves. De la misma forma, los kuwaitíes enfrentaron problemas de mantenimiento y uso y fueron reemplazados rápidamente. Hoy en día, la Base Aérea Al Jaber tiene en exposición tres Lightning y hay otro fuera del edificio de la Base Aérea Ali Al Salem.
El Acuerdo de 123 mil millones de dólares
Décadas más tarde, un nuevo acuerdo armamentístico ha sido llevado a cabo por las monarquías del Golfo y la actual superpotencia global, los Estados Unidos.
El mismo fue presentado en 2007, bajo negociaciones entre la administración Bush, y subsecuentemente la administración Obama, con varias monarquías como parte de un escudo defensivo aun mayor contra el creciente poder regional de Irán y su programa de energía nuclear.
Para finales de diciembre de 2001, la primera parte del acuerdo se hizo aparente. Los Sauditas han de recibir 84 cazas avanzados Boeing F-15SA y actualizaciones para otros 70 más antiguos por el precio de 30 mil millones de dólares – la primera parte de un total de 63 mil millones de dólares, pagados únicamente por Arabia Saudita; que incluye helicópteros, misiles, munición de precisión guiada y tanques nuevos.
Adicionalmente, los Emiratos Arabes Unidos han firmado un acuerdo para adquirir cerca de 100
Terminal High Altitude Area Defense (THAAD)* por un valor de 3.6 mil millones de dólares, siendo el primer usuario comprador extranjero del mismo.
Esta es solo una pequeña parte de un trato aun mayor, cercano a los 36 mil millones de dólares que incluye la adquisición de 80 F-16. Por su parte Omán gastaría 18 millones de dólares en F-16C/D. Se espera que Kuwait gaste 7 mil millones en armamento americano y modernizaciones parta sus sistemas Patriot. Mientras que Irak ha finalizado su acuerdo por cazas
(F-16)* y tanques
(M-1 Abrams)* por 11 mil millones.
Si la razón principal detrás de estas ventas es la amenaza iraní, entonces es necesario evaluar y comparar sus capacidades militares con las de sus rivales.
Debido a décadas de sanciones y restricciones para comprar armamento, la industria de defensa iraní ha prosperado por su cuenta y reformado cualquier sistema americano antiguo, construido sus propios modelos, acordado con proveedores no occidentales. En 2008, estimo que el gasto militar representaba en 2% de su PIB. Cuanta con un personal activo que ronda el medio millón de hombres y una reserva de 650.000 hombres. Con amenazas externas crecientes, las capacidades militares y de seguridad iraníes son de una naturaleza más defensiva y se apoyan en escenarios de guerra asimétrica.
Luego de los Estado Unidos, Irán posee, tal vez, la fuerza naval más robusta del Golfo.
De acuerdo con reportes de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y estimados recogidos por entusiastas en temas militares, se estima que Irán cuenta con un total de 260 embarcaciones – además de 3 destructores
(1 Clase Battle y 2 Clase Allen M. Sumner)*, 19 submarinos, 5 fragatas
(3 Clase Alvand (Saam) (Vosper Mk5 type) y 2 Clase Moudge)* , 198 patrulleros, 7 dragaminas y 26 buques de asalto anfibio. Es su poder naval, la capacidad de bloquear el Estrecho de Ormuz y el programa de misiles balísticos con capacidad de alcanzar a Israel lo que transforma a Irán en “el mayor poder militar (excluyendo Israel) en la región, exeptuando a los Estadom Unidos”, de acuerdo a las declaraciones del General norteamericano John Abizaid en 2006.
Copare esto con Arabia Saudita, el Estado más fuerte del Golfo, que depende en gran medida en la importación de armamento. La información sobre gasto militares facilitada por el Stockholm International Peace Research Institute muestra que para 2008 los sauditas eran el noveno país con más gastos militares. Se estima este gasto en un 11.2% de su PIB en 2009, aunque por la falta de transparencia esta cifra puede ser mucho mayor.
Pero su poder naval es por lejos inferior al de Irán, con un total de 77 embarcaciones, y solo 7 fragatas
(3 Clase Al Riyadh, versiones modificadas de la Clase La Fayette francesaa y 4 Clase Al Medinah)*,9 patrulleros y 7 dragaminas. Por lo tanto han compensado esta deficiencia asegurándose la superioridad aérea. A finales del año pasado (2011) Arabia tenía alrededor de 300 aviones de combate, entre modelos americanos y europeos.
Las capacidades de las fuerzas sauditas se hicieron aparentes durante su intervención contra los rebeldes Houthi en el norte de Yemen durante el invierno de 2009-2010. El armamento de alta tecnología a disposición de los sauditas no pudo derrotar a los Houthi, cuyo levantamiento fue ensombrecido por la revuelta en Yemen. El mediocre desempeño saudí dejó como resultado 113 soldados muertos y más de 400 heridos, el número de víctimas civiles yemeníes y houthis rondan los 4 a 5 mil.
Entonces, los acuerdos armamentísticos se orientan principalmente a salvaguardas la superioridad aérea sobre el Golfo y buscar neutralizar los misiles balísticos más sofisticados de Irán, como los sistemas Shahab-3b y Sejjil-2.
Estos sistemas
(los adquiridos por Arabia Saudita)* no son ideales contra una invasión por tierra a gran escala, no son efectivos en un escenario de guerra asimétrica ni en la terea de dominar los cursos de agua del Golfo, donde Irán se impone.
Entonces. ¿Quién se beneficia realmente de estas inmensas transacciones de armas y dinero?
¿Cui bono?
Las ventas de armas a los Estados del Golfo enfrentan usualmente obstáculos o son limitadas por el Congreso de los Estado Unidos, principalmente por la fuerza de lobby israelí. Este acuerdo en particular fue aprobado en el otoño de 2010, luego de numerosas consultas con los israelíes, las tenciones en aumento con Irán y la necesidad de inyectar dinero desesperadamente en las exhaustas industrias americanas.
De acuerdo con un reporte de The Guardian en septiembre de 2010, se han incorporado “Fail-safes” para asegurarse que el armamento no será usado contra los americanos y especialmente contra Israel. Esto asegura que el Golfo es la línea de frente contra Irán- y solo Irán- y nunca dirigirán sus armas hacia Israel u otras fuerzas que empleen tecnología americana, formando de hecho una zona de seguridad entre Israel y la República Islámica.
Por otro lado, el material que están comprando los países del Golfo no es de última tecnología. De hecho, no solo están equipado con “Fail-safes” desde fabrica, no se comparan a al nivel y calidad con que los israelíes están dotados. Como parte de su propio programa de modernización su Fuerza Aérea recibirá cerca de 100 de los más nuevos y costos aviones militares, el F-35 con un considerable descuento. Este año se firmará un contrato entre Israel y Lockheed Martin por 20 F-35, valorado en 2.7 mil millones de dólares y se espera que las entregas comiencen en 2016.
Adicionalmente la Casa Blanca ha asegurado que la venta asegurara los puestos de trabajo de 75.000 empelados de grandes firmas tecnológicas como Boeing, Lockheed Martin y General Electric. En tiempos de depresión económica, la creación de empleo es motivo principal por el cual fue posible que el acuerdo pasara por el Congreso.
Estas ventas benefician principalmente al vendedor, E.E.U.U y otros Estados occidentales quienes están entre los mayores vendedores de armamento del mundo. Estos aseguran que los productos que venden tienen altos costos de producción y mantenimiento y que necesitan estas involucrados íntimamente en su operación y en el entrenamiento de sus usuarios. Esto hace que los Estados del Golfo sean completamente dependientes de Occidente para su protección y seguridad. El vinculo entre la producción petrolera y las ventas de armas siempre están estrechamente relacionados, tanto como que el petróleo para por la seguridad que garantiza que el petróleo siga fluyendo.
Estos acuerdos también permiten a Occidente margen de maniobra para limitar su propio gasto militar y dejar que sus aliados en la región “vigilen”. A pesar de las dudas respecto a su real eficiencia militar en tiempos de guerra, ventas de esta envergadura refuerzan sus social estratégicos locales, quienes pueden llevar a cabo acciones en beneficio de sus socios occidentales o incluso luchar junto a ellos con facilidad si es necesario.
La considerable cantidad de dinero que se está transfiriendo desde el Golfo, dinero en metálico por los altos precios del petróleo, a los centros de Occidente, que se encuentra en el medio de una gran crisis económica y necesita dinero desesperadamente, es esencialmente de lo que esta sucediendo.
Refiriéndose a Noam Chomsky y Charles Tilly, Mohsen señala que el dinero solo no crea automáticamente un ejército exitoso. Una experiencia real en la guerra, la comprensión sus brutales costos, y entender de forma inteligente la forma de desarrollarse uno mismo en preparación para una tarea de tal magnitud son necesarias para establecer de una industria de defensa eficaz, sostenible y potente. Enormes cantidades de fondos pueden ayudar a ganar tiempo, y en ocasiones pueden traducirse en victorias a corto plazo, pero los factores más allá del campo monetario han cambiado el curso de la historia.
De forma similar, para los Estados del Golfo, tal vez la dependencia de Occidente funcione por ahora, pero llegara un momento cuando deberán trabajar y cooperar con Irán, un país no muy lejos, del otro lado de la orilla.