Procer
Colaborador
Siguiendo en esta onda de personajes importantes en la historia Argentina, siempre me llamó la atencion el respeto que se tenía en la època por el Gral. Josè Marìa Paz, maxime siendo unitario y habiando sobrevivido a las primeras luchas de los años 20, habiendo sido un batallador en la Guerra de Independencia, un heroe de la Guerra con el Brasil y un acerrimo enemigo de Rosas, sus batallas normalmente se cuentan por victorias mas que nada por su genio militar. Sus "contradanzas" como denominaba Quiroga a los movimientos tacticos en batalla siempre desconcertaron a los enemigos (sobre todo a el), logrò exitos importantisimos en grandes enfrentamientos como en Caa Guazú....
Es muy util su enorme obra de "Memorias" donde describe cada accion en la que participó y su cautiverio de años en poder de Rosas.... salvado por la buena estrella solamente, y por el respeto que se le tenía, ya que el Restaurador no era muy tolerante con los adversarios, obvio que se arrepentiría de su benevolencia.....
Les transcribo una resumidisima biografia del mismo y completamos después...
" Era hijo de criollos su padre era José Paz, su madre Tiburcia Haedo. Sus primeros estudios lo realizó en la escuela de San Francisco, en 1804 se internó en el Seminario de Loreto, donde cursó Filosofía y Teología, para luego ingresar en la Universidad de Córdoba, terminando así su formación como bachiller de artes, con orientación a las en matemáticas, el latín y la jurisprudencia. Posiblemente estos estudios posibilitaron el crecimiento intelectual y tonificaron su moral con una capacidad personal sobresaliente en los años por venir. Luego de la Revolución de Mayo, abandonó los estudios para ingresar al Ejército.
Batallas por la Independencia
El 12 de septiembre de 1811 recibe la orden de marchar al Alto Perú. En 1812 lo vio vencedor junto a las tropas del General Manuel Belgrano en las Batallas de Tucumán, como ayudante del barón de Holmberg (secretario de Belgrano) por su arrojado valor obtuvo la insignia de “los defensores de la Patria”, esta condecoración la otorgaba el Triunvirato y por ello fue ascendido al rango de capitán. Participó de las Batallas de Vilcapugio y Ayohuma, y del combate de Venta y Media, estas batallas fueron derrotas para el Ejército del Norte y en la última de las mencionadas queda baldado su brazo derecho por unas heridas de bala (Paz hacía un reconocimiento de avanzada y se encontró con una partida de realistas, estos al reconocerle como patriota le tirotearon); por esta invalidez se hizo conocido como “El Manco Paz”. En 1814, El Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, lo nombra al frente de los batallones de Dragones de la Nación, ascendiéndolo a coronel.
Su ingreso a las Guerras Civiles
En 1817, Manuel Belgrano recibe órdenes de acudir a luchar en contra de la guerra civil que venía convulsionando al centralismo porteño a un año de la declaración de la Independencia de 1816. El coronel Paz es enviado a luchar contra Estanislao López, jefe de las fuerzas federales, en el combate de La Herradura (Córdoba) dónde lo vence.
La Sublevación de Arequito
El 8 de enero de 1820, el general Juan Bautista Bustos, seguido por Alejandro Heredia y Paz, sublevan a una parte importante del ejército que volvía a Buenos Aires con la esperanza de mantenerse apartados de un conflicto fratricida y enfrentarse nuevamente con los realistas , luego de que el directorio de Pueyrredón les ordenase que hagan deponer las armas a los federales. Con el Ejército a cuestas vuelven a Córdoba donde Bustos intenta apoderarse de la provincia, contra la posición de Paz y otros militares que intentaban dirigirse a la frontera norte amenazada por los españoles y sus adeptos. José M. Paz ya con grado de general, es separado del ejército y Bustos lo envía a Santiago del Estero, donde permaneció dos años fuera de la política. En 1823 viaja a Catamarca para instruir a doscientos soldados que, con estos hombres, trabajó antes en las batallas de Salta llamándolos el Batallón de Cazadores que luego lo acompañan a la Guerra Argentino-brasileña.
La Guerra contra el Imperio del Brasil
La llamada Guerra contra el Imperio del Brasil o Guerra Argentino-brasileña (Conocida usualmente en Argentina y Uruguay como "Guerra del Brasil" y en Brasil como "Guerra da Cisplatina") fue la que debió emprender Argentina para liberar a la Provincia Oriental y a las Misiones Orientales ocupadas por los luso-brasileños desde la derrota de José Gervasio Artigas durante el año de 1820 en la batalla de Tacuarembó. El conflicto militar de toda La Argentina con el Brasil se inicia en 1825 y concluye -pese a las victorias argentinas- desventajosamente en 1828.
Durante este período Paz se destaca con su regimiento de cazadores en la batalla de Ituzaingó, haciendo retroceder a los soldados brasileños y solo con un centenar de hombres hace rendir al enemigo, con esto llega al grado de Comandante General, por disposición del presidente Bernardino Rivadavia, y cuando el general Carlos María de Alvear es nombrado Jefe del Estado Mayor General, le entrega interinamente el mando del Ejército Nacional, pasando a ser su primer Comandante General de carrera en la Argentina. Luego de firmada la paz con Brasil, Paz regresa a Buenos Aires, donde el general Juan Galo Lavalle le encarga la organización de un ejército que luchará contra los caudillos, allí Paz es cuando decide tomar partido por los unitarios.
Sus batallas contra los caudillos en la Guerra Civil
Paz, en sus escritos (especialmente en sus Memorias), relata como no puede creer que simples estancieros puedan declarar guerras o hacer batallas contra un gobierno central, además tampoco podía creer como la población los asistía. En el interior del país, a diferencia de Buenos Aires que había sido profundamente influenciada por las ideas emanadas de la Revolución Francesa, la estructura colonial, estaba aún vigente, sólo que ahora existían caudillos como Güemes, Bustos, Quiroga, López, Aldao, Ibarra, que podían hacer frente a un ejército constituido y derrotarlo, estos caudillos representaban -en su opinión- al sistema totalitario. El General Paz pone en marcha su campaña contra los caudillos y elige primeramente a Córdoba con una fuerza de más de mil hombres, batiendo a Bustos en la Batalla de San Roque el 22 de abril de 1829, asume como gobernador, pero Bustos pide ayuda a Facundo Quiroga, quien viene en su auxilio pero son derrotados en la Batalla de La Tablada el 23 de junio de 1829, las dotes especiales de táctico y estratega de Paz son contrapuestas exitosamente al modo de combate desordenado de los caudillos. Facundo Quiroga regresa nuevamente en al año siguiente y otra vez es vencido en la Batalla de Oncativo (llamada por los federales batalla de Laguna Larga), esto le hace decir a Quiroga con sarcasmo que Paz "es un general que gana batallas con pasos de minuet" (en alusión a sus conversiones y flanqueos). Para agosto de este año nueve de las catorce provincias argentinas de entonces (Córdoba, Catamarca, La Rioja, San Luis, Santiago del Estero, Salta- incluyendo Jujuy-, San Juan, Mendoza) estaban bajo el gobierno de Paz, gobierno unitario que paradojalmente tenía ahora como principal enemigo al gobierno de Buenos Aires declarado federal.
Paz prisionero de López
En 1831 se firma el Pacto Federal entre los ejércitos de Buenos Aires y Santa Fe que se unen para invadir Córdoba, Paz intenta adelantarse a los hechos para vencer primeramente a Estanislao López, pero sorpresivamente, cae prisionero de las fuerzas federales cordobesas (ahora al mando de los Reynafé) y las fuerzas federales santafesinas al ser boleado su caballo en una maniobra de reconocimiento en unos bosquecillos próximos a la localidad de El Tío (en el noreste de Córdoba) por uno de los soldados de Francisco Reynafé. Paz es entregado como prisionero a Estanislao López y trasladado a Santa Fe donde comenzaría una etapa en prisión que se extendería por ocho años; los primeros cuatro en Santa Fe, y luego cuatro años más de cautiverio en Luján, provincia de Buenos Aires en manos Juan Manuel de Rosas. Anteriormente Rosas le pide a López la cabeza de Paz, pero éste se niega al decir que Quiroga es huésped en Buenos Aires. tras el asesinato de Quiroga, Paz es entregado a Rosas, en una rara conjura política que jamás se entendió entre Rozas y López, pero el caudillo santafesino ya se encontraba muy enfermo para lidiar con intrigas políticas.
El cautiverio
Durante su cautiverio en la Aduana en Santa Fe, comienza a redactar sus Memorias, allí, el 31 de marzo de 1835 contrae matrimonio con su sobrina Margarita Weild al quedar ella embarazada mientras le asistía en la prisión. Luego del traslado a Luján y la reclusión de tres años, en abril de 1839 se le da "libertad vigilada" debiendo jurar que se mantendrá apartado de la oposición a Rosas pero las represalias que ocurren tras la derrota de la rebelión de Los Libres del Sur le hacen temer por la vida de su esposa e hijos, cuando es trasladado a Buenos Aires se fuga a la Montevideo el 3 de abril de 1840; pero Rosas intenta que Paz no regrese a sus actividades militares, para ello le ofrece una misión diplomática en el exterior. Paz rechaza la propuesta y se dirige a Corrientes a reunirse con el ejército unitario que estaba a cargo de Juan Galo Lavalle.
El General Paz en tierras correntinas
Tras su llegada a Corrientes lidió con algunos sucesos perjudiciales que condicionan el trabajo de Paz, la más grave fue que Lavalle le retiró su ayuda dejándolo sin hombres y sin armas, entonces Paz rearma un ejército de adolescentes y jóvenes con solo doscientos fusiles de chispa, algunos barriles de pólvora vieja, y pocos viejos veteranos de sus Cazadores de la guerra contra el Brasil.
Con este incipiente ejército al que llegó disciplinar, venció al caudillo entrerriano Pascual Echagüe, el 28 de noviembre de 1841 en la Batalla de Caaguazú, dirigiendo una de las más brillantes batallas que se ha visto el suelo argentino, que aún hoy es materia militar de estudio, en donde la inteligencia beligerante del general José M. Paz quedó en evidencia. En 1842 toma la ciudad de La Bajada (actual ciudad de Paraná) en persecución de Echagüe internándose en Entre Ríos, pero el entonces gobernador de Corrientes, Pedro Ferré indignado por el autonombramiento de Paz como gobernador de Entre Ríos, le retira su apoyo y lo obliga al exilio en Montevideo con su familia ese mismo año.
Su estadía en el exilio
Estando en Montevideo, el 12 de diciembre de 1842, se lo nombra Jefe del Ejército de Reserva, para poder hacer frente al ejército de Manuel Oribe, apoyado por Rosas, que sitió la capital Uruguaya en febrero del año siguiente, Paz permanece al frente de ese cuerpo hasta mediados de 1843, para comenzar el regreso a Corrientes a través del Brasil, y tomar el cargo de Director de la Guerra contra Rosas, expedido por el nuevo gobernador de Corrientes, Joaquín Madariaga.
Nuevas campañas en tierras correntinas
Paz asume el comando del Cuarto Ejército y sabiendo que Rosas intentaba anexar al territorio paraguayo como provincia de la Confederación, Carlos Antonio López gobernante de Paraguay, conociendo esto firma con Madariaga y Paz el Tratado de Alianza y Convicción Adicional el 11 de noviembre de 1845, cuyo plan principal era atacar Entre Ríos, que estaba desguarnecido por la ausencia de Justo José de Urquiza y si era posible llegar a Buenos Aires. Madariaga intuyendo que Paz lo traicionaría lo despoja de sus mandos.
Urquiza sabiendo de antemano lo que haría el gobernador de Corrientes lo ataca, derrotando a Juan Madariaga, quien cae prisionero en Laguna Limpia; Paz se retiró a los bañados de Ubajay en el este de Entre Ríos, y Urquiza midiendo los riesgos de enfrentarse con Paz se replegó hasta al oeste de Entre Ríos.
Los últimos tiempos
Complicaciones políticas lo llevan a dejar Corrientes, inicia un periplo hacia el Paraguay, para terminar luego en Río de Janeiro. Sumergido en la mayor pobreza se establece en el campo como granjero, su esposa muere el 5 de junio de 1848 en el alumbramiento de su noveno hijo, dejando a Paz con la tarea de crianza de los niños los cuales seis de ellos mueren a temprana edad y completando en sus ratos libres sus Memorias, que había comenzado en sus años de prisión.
Cuando se entera del pronunciamiento de Urquiza contra Rosas, viaja a Montevideo, donde espera el desenlace favorable. El 11 de septiembre de 1853; ya en Buenos Aires, Urquiza se queja por su presencia pero a pesar de todo lo designa como brigadier general, y el gobernador Manuel Pinto le encarga una misión en las provincias del Interior, atraerlas hacia la causa de Buenos Aires, para acortar las distancias, tendientes a formar un Congreso General Constituyente.
Buenos Aires se abstiene de participar de la Constitución y se ve forzada al uso de las armas. Lo nombran general en jefe, para trasladarse a la frontera santafesina. Hilario Lagos sítia Buenos Aires y Paz organiza la resistencia porteña. Por esto el general Pinto lo nombra Ministro de Guerra y Marina del Estado de Buenos Aires. A pesar de su controversia hacia el Congreso Constituyente es elegido miembro de la Convención, donde no asistió asiduamente por algunos problemas de salud, el 11 de abril de 1854, día de la aprobación y firma de la Constitución estuvo presente para expresar contra Bartolomé Mitre su desacuerdo por el documento que proclamaba a Buenos Aires "Estado Independiente". Ese fue su último acto político, meses más tarde moriría y sería enterrado con los más altos honores de la Patria. Durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento sus restos son llevados a la Catedral de Córdoba, junto a los repatriados restos de su esposa. La autopista que señala el límite de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con la provincia de Buenos Aires es llamada Avenida General Paz en recuerdo de este cordobés que organizó la defensa de Buenos Aires."
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