Acuerdan con Libia que una empresa argentina repare un reactor nuclear
La estatal INVAP modernizará un equipo construído por la ex Unión Soviética en los 70. El hijo de Kadhafi, que estuvo hace 10 días en el país, formó parte de las negociaciones. Todo es con fines pacíficos.
Natasha Niebieskikwiat
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La Argentina, a través de la empresa estatal INVAP, ganó un concurso patrocinado por la Organización Internacional de Energía Atómica para modernizar el sistema de control y el instrumental del reactor nuclear libio de la región de Tajoura, construido por la ex Unión Soviética en la década del '70.
El reactor es de baja potencia, menor al que la empresa argentina construyó para Australia. "Para Australia construimos una especie de Mercedes Benz. Acá vamos a arreglar un Fiat", dijeron directivos de la empresa.
Altas fuentes de ambos países confirmaron a Clarín que el gobierno del coronel Muhamar Khadafi
también quiere que la Comisión Nacional de Energía Atómica les construya un reactor nuclear de potencia que utilizará con fines pacíficos para proveerse de energía, controlar la desertización de su país, y cuyo prototipo ha diseñado la CNEA.
De estos y otros acuerdos en marcha en materia nuclear, satelital, agropecuaria y educativa, hablaron los países durante la reciente y exótica visita que hizo a la Argentina uno de los hijos del presidente libio: el arquitecto y artista plástico Saif al Islam Kadhafi, mentado como el "heredero" del excéntrico coronel libio, en el poder desde 1969.
Kadhafi hijo planteó con lujo de detalles los planes libios para con la Argentina al propio Néstor Kirchner. El pasado 21 de noviembre, el Presidente se tomó un buen rato para conversar con él, cuando el joven Kadhafi se entrevistaba con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en su despacho de la Casa Rosada.
Le seguirían encuentros con la ministra de Economía, Felisa Miceli, y con el secretario de Agricultura, Miguel Campos; con el ministro de Educación, Daniel Filmus; y con el secretario de Ciencia y Tecnología, Tulio Del Bono, quien viajará a Libia en el primer trimestre de 2007 para avanzar en los proyectos de cooperación nuclear y satelital que buscan alcanzar los dos países, según confiaron las fuentes.
El embajador Libio en Buenos Aires, Alí Giuma, confió a Clarín que su país también quiere un satélite de origen argentino para alerta temprana de desastres naturales y seguimiento de otros factores ambientales.
Tanto Giuma como los responsable de los asuntos nucleares en la Cancillería resaltaron que todos los futuros acuerdos entre Libia y Argentina serán exclusivamente para usos pacíficos de la energía nuclear y estarán bajo las salvaguardas y obligaciones que impone la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), de la que ambos países son parte.
Por su parte, el jefe de relaciones internacionales de la CNEA, Darío Jinchuk, aclaró que "no habrá negociaciones comerciales" entre Libia y Argentina hasta que no se firme un acuerdo de cooperación en la materia de Estado a Estado, sobre cuyo borrador los países ya están trabajando.
Esta no es la primera vez en la historia que Argentina y Libia tienen un acercamiento en materia nuclear. En 1974, los dos países suscribieron un desprolijo tratado de cooperación nuclear por el que la Argentina iba a recibir de los libios desde equipos hasta capacitación sobre enriquecimiento de uranio. Pero ese acuerdo —que inició el entonces hombre fuerte del gobierno de Juan Perón, el polémico José López Rega— nunca llegó a ser ratificado.
Libia es hoy parte del "eje del bien", según la óptica de EE.UU., con el que ese país africano estuvo muy enfrentado. Trípoli contó con un programa nuclear bélico secreto, en el que invirtió cientos de millones de dólares, gracias a sus conexiones con la red del paquistaní A.Q. Khan. Pero en 2004, el coronel Kadhafi empezó a cumplir su promesa de desmantelar su programa atómico bajo la supervisión de la AIEA
El reactor IRT 1 de la región de Tajoura —el único que posee Libia— es de unos 10 megawats y hoy está envejecido. En noviembre, la empresa INVAP —que desarrolla tecnología de avanzada— ganó la licitación internacional para realizar el cambio de la instrumentación y control del reactor. Un trabajo que no superará los 10 millones de dólares.
Consultas para un tratado con Holanda
Holanda consultó a técnicos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y de la empresa INVAP para la elaboración de un estudio para la construcción de un reactor nuclear de investigación en los países bajos. El trabajo podría abrir las puertas a un nuevo contrato de cooperación para la Argentina de la envergadura del que acaba de completar en Australia, del orden de los 180 millones de dólares. El negocio en el campo nuclear tiene una particularidad: esta vez sería con un país de Europa, por lo que se espera un fuerte lobby empresario de ese continente.
Un grupo de siete técnicos argentinos participó en Holanda de un estudio de "predimensionamiento" de un reactor para radioisótopos y el desarrollo de combustibles de entre 30 y 40 MW térmicos, incluso más grande que el que se vendió "llave en mano" a la Organización Australiana de Ciencia y Tecnlogía Nuclear, uno de los reactores de investigación más modernos del mundo que resultó la mayor exportación tecnológica argentina.
Junto a la Argentina, Holanda sólo consultó a una empresa de Francia, para el desarrollo del proyecto. En base a esto, Holanda está elaborando los pliegos para una licitación internacional.
La información fue dada a conocer ayer en Bariloche por el director de INVAP, Héctor Otheguy, en el acto por el 30 aniversario de la empresa del estado rionegrino dedicada al desarrollo de tecnología en los campos nuclear y espacial. Fuentes de la empresa se excusaron de dar detalles sobre la marcha del concurso en Holanda. Hay especial celo entre estos hombres, de bajísimo perfil, en el manejo de información sobre estas cuestiones.
La Argentina también está siendo evaluada para un contrato similar
con Polonia, que analiza a nuestro país y a Francia para adquirir un reactor.
Walter Curia
http://www.clarin.com/diario/2006/12/03/elpais/p-00601.htm
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