LUCHA CONTRA LA PIRATERÍA: ¿MISION IMPOSIBLE PARA LAS FUERZAS MILITARES?
“Anuncien que van a efectuar controles en una carretera y todos los conductores recorrerán un camino alternativo". Con el asesoramiento de especialistas, la eficacia de los medios militares que se desplegaron contra la piratería en el Cuerno de África está lejos de ser eficiente.
Se dio amplia publicidad al anuncio que Europa se prepara para desplegar una fuerza naval para proteger el tráfico marítimo al norte del Océano Índico: los piratas demostraron que pueden golpear duro y en regiones alejadas a la “zona seleccionada para vigilar”. Por lo pronto, el pasado domingo, el superpetrolero “Sirius Star” de Arabia Saudita, un buque nuevo de 318.000 toneladas de peso muerto, fue interceptado a 450 millas náuticas (más de 800 Km) al sudeste de Mombasa, Kenya.
En los EE.UU, el Almirante Michael Mullen dijo que estaba "sorprendido por el alcance" del ataque, nunca antes visto hasta ahora.
El pasado mes de septiembre, sin embargo, los piratas habían demostrado que son capaces de operar mas allá de las aguas somalíes. El atunero francés “Drennec”, que pescaba frente a las Seychelles, fue atacado por lanchas rápidas a más de 700 kilómetros de la costa somalí.
Las Armadas aliadas han descubierto que ahora tienen que hacer frente a grupos “profesionales” y muy organizados, con recursos cada vez más importantes. "Los piratas, gracias a los rescates pagados en los últimos años, tienen importantes equipos. Tienen radios y los medios de comunicación necesarios para poner en funcionamiento una red para detectar los buques que pasan por los bancos donde usualmente pescan. Además, basados en informes sobre el tráfico marítimo, identifican y luego atacan a sus presas con lanchas rápidas y luego las llevan a un buque madre ", declaró un soldado. Esto es lo que habría sucedido con la captura del “Sirius Star”. Según algunas fuentes, el buque base utilizado por los piratas, fue un remolcador de Nigeria capturado unas pocas semanas antes.
ACCIONES FRANCESAS
En abril y septiembre, Francia realizó dos espectaculares operaciones para recuperar el control de dos buques que enarbolan la bandera tricolor. Las unidades de “elite”, formadas por comandos de marina, pusieron en libertad a la tripulación del buque crucero PONANT y a los tripulantes de un velero. Los piratas fueron capturados y llevados a Francia para el juicio. Uno de ellos fue muerto en el asalto lanzado para liberar las tripulaciones. Gracias a la profesionalidad de los comandos, los rehenes fueron recuperados en condiciones seguras. Tomando ventaja de estos éxitos, logrados en condiciones difíciles y considerando los riesgos, el Presidente Sarkozy había enviado un fuerte mensaje a los piratas: "el crimen, paga”. Fue también una advertencia a todos aquellos que se dedican a esta actividad delictiva, advirtió el jefe del Estado, que había pedido la movilización de la comunidad internacional contra este flagelo.
A pesar de la recuperación a través del uso de la fuerza, evidentemente, las amenazas no han tenido ningún efecto disuasivo sobre los piratas y sus ataques. No sólo no han cesado, sino que incluso han tendido a aumentar en los últimos meses. Además del “Sirius Star”, un barco de pesca chino fue también secuestrado el domingo, junto con un buque de carga de Hong Kong, cuya captura trascendió el martes 18.
Hasta la fecha, más de 15 buques de guerra se mantienen a lo largo de la costa somalí. De acuerdo con la Oficina Marítima Internacional, la piratería naval en Somalia fue de casi 90 ataques desde el comienzo del año. Y los piratas y sus ataques, ya no son aquellos que capturaban las cargas de los buques asignados al Programa Mundial de Alimentos, que causó que Francia envíe buque de escolta el pasado invierno. Todos los tipos de buques son ahora “blancos” de los piratas: transportes de contenedores, productos químicos e incluso un carguero con tanques rusos y el citado superpetrolero de 318.000 toneladas.
RIESGO DE DISPERSION GEOGRAFICA
Ante esta situación, varios países, empezando por Francia, han presionado a la comunidad internacional a reaccionar. A partir de octubre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó una nueva Resolución, después de permitir el enjuiciamiento de los piratas en aguas territoriales somalíes. El nuevo texto propone a todos los Estados a "participar activamente en la lucha contra la piratería contra los buques en alta mar frente a la costa de Somalia, en particular mediante el despliegue de buques de guerra o aeronaves militares, de conformidad con el derecho internacional ".
En este contexto, Europa desplegará en diciembre una Fuerza Aeronaval para proteger a los convoyes del PMA y el tráfico comercial en el Golfo de Adén. Es en este sector, que une el Océano Índico con el Mar Rojo, que los ataques se han concentrado en los últimos meses. Muy sensible, este nodo de comunicación es una verdadera autopista marítima internacional, de 20.000 a 30.000 buques cruzan esta zona cada año. Al añadir un sinnúmero de buques de cabotaje y de los pescadores locales, el Golfo de Adén ofrece un “patio de recreo” ideal para los filibusteros.
Sin embargo, el despliegue de ña “Eunavfor”, debe interferir con las actividades de los piratas. Los resultados iniciales se han logrado con fuerzas navales ya presentes en la zona, como la TF 150, Grupo de Trabajo encargado de la lucha contra el terrorismo en la región. Si bien las unidades de la TF 150 estaban destinados a “controlar la carga” de los buques mercantes en búsqueda de actividades terroristas, recientemente se han empeñado en la lucha contra la piratería y varios ataque piratas fueron rechazados.
Estos primeros éxitos, sin embargo, ocultan un riesgo: los piratas, al notar que el Golfo de Adén está demasiado vigilado, se han mudado para lanzar ataques en otros sectores. Ahora, su radio de acción ha llegado a casi 1.000 kilómetros con lo cual, la dispersión geográfica de los ataques, se convirtió en un rompecabezas insoluble para las flotas militares. Incluso contando con una ubicación exacta de los buques, será imposible cubrir miles de kilómetros cuadrados de una amplia zona que se extiende desde el Golfo de Adén a las Islas Seychelles. La cuestión también es válida para el aire: los aviones de patrulla marítima, por falta de bases, no pueden efectuar en la actualidad actividades de vigilancia al sur de Somalia.
La clave sigue estando dentro de Somalia
La emoción suscitada en la opinión pública por la toma de rehenes, puso en foco a la piratería, que no es un fenómeno nuevo (incluido el Cuerno de África): constituye una amenaza real para el tráfico mercante y, por lo tanto, para la economía.
Los piratas operan, en efecto, en una de las principales rutas del comercio mundial. Buques petroleros provenientes del Golfo Pérsico o el Estrecho de Mozambique, buques contenedores y de carga a granel asignados a las rutas entre Asia, Oriente Medio y Europa ... Una parte importante del trafico comercial del mundo pasa por esa zona. La actividad de los piratas, podría perturbar el buen funcionamiento de un sistema de comercio basado en la fiabilidad, la puntualidad y la seguridad. Además, el recrudecimiento de los ataques, está causando un aumento en las primas de seguros. De ahí el deseo de muchos países por la erradicación de la “moderna piratería”.
Sin embargo y según muchos expertos, la protección - necesariamente parcial - de buques comerciales y la introducción de algunas medidas "punitivas" no será suficiente.
La clave radica principalmente en el territorio somalí. Asolado por años de guerra civil, carece de cualquier poder soberano y a visto desaparecer el desarrollo de muchos oficios honestos. Así, frente a la pobreza, el hambre y la inseguridad, los pescadores locales finalmente se convierten en piratas.
El regreso de un verdadero Estado, estructurado para garantizar la seguridad de su suelo y su costa, parece la única solución duradera al problema. Un militar observó, además, que la piratería había dejado por completo de existir durante dos años en Somalia. Los Tribunales Islámicos llegaron al poder y los piratas se enfrentaban a la mutilación si eran atrapados, mucho más disuasivo para ellos que un par de buques de patrulla de color gris en el vasto océano.
Sin llegar a tal supuesto deseo de un “poder teocrático”, esto demuestra la necesidad de restablecer, lo antes posible, el imperio de la ley en ese país.
http://www.meretmarine.com/article.cfm?id=108823&u=2558
“Anuncien que van a efectuar controles en una carretera y todos los conductores recorrerán un camino alternativo". Con el asesoramiento de especialistas, la eficacia de los medios militares que se desplegaron contra la piratería en el Cuerno de África está lejos de ser eficiente.
Se dio amplia publicidad al anuncio que Europa se prepara para desplegar una fuerza naval para proteger el tráfico marítimo al norte del Océano Índico: los piratas demostraron que pueden golpear duro y en regiones alejadas a la “zona seleccionada para vigilar”. Por lo pronto, el pasado domingo, el superpetrolero “Sirius Star” de Arabia Saudita, un buque nuevo de 318.000 toneladas de peso muerto, fue interceptado a 450 millas náuticas (más de 800 Km) al sudeste de Mombasa, Kenya.
En los EE.UU, el Almirante Michael Mullen dijo que estaba "sorprendido por el alcance" del ataque, nunca antes visto hasta ahora.
El pasado mes de septiembre, sin embargo, los piratas habían demostrado que son capaces de operar mas allá de las aguas somalíes. El atunero francés “Drennec”, que pescaba frente a las Seychelles, fue atacado por lanchas rápidas a más de 700 kilómetros de la costa somalí.
Las Armadas aliadas han descubierto que ahora tienen que hacer frente a grupos “profesionales” y muy organizados, con recursos cada vez más importantes. "Los piratas, gracias a los rescates pagados en los últimos años, tienen importantes equipos. Tienen radios y los medios de comunicación necesarios para poner en funcionamiento una red para detectar los buques que pasan por los bancos donde usualmente pescan. Además, basados en informes sobre el tráfico marítimo, identifican y luego atacan a sus presas con lanchas rápidas y luego las llevan a un buque madre ", declaró un soldado. Esto es lo que habría sucedido con la captura del “Sirius Star”. Según algunas fuentes, el buque base utilizado por los piratas, fue un remolcador de Nigeria capturado unas pocas semanas antes.
ACCIONES FRANCESAS
En abril y septiembre, Francia realizó dos espectaculares operaciones para recuperar el control de dos buques que enarbolan la bandera tricolor. Las unidades de “elite”, formadas por comandos de marina, pusieron en libertad a la tripulación del buque crucero PONANT y a los tripulantes de un velero. Los piratas fueron capturados y llevados a Francia para el juicio. Uno de ellos fue muerto en el asalto lanzado para liberar las tripulaciones. Gracias a la profesionalidad de los comandos, los rehenes fueron recuperados en condiciones seguras. Tomando ventaja de estos éxitos, logrados en condiciones difíciles y considerando los riesgos, el Presidente Sarkozy había enviado un fuerte mensaje a los piratas: "el crimen, paga”. Fue también una advertencia a todos aquellos que se dedican a esta actividad delictiva, advirtió el jefe del Estado, que había pedido la movilización de la comunidad internacional contra este flagelo.
A pesar de la recuperación a través del uso de la fuerza, evidentemente, las amenazas no han tenido ningún efecto disuasivo sobre los piratas y sus ataques. No sólo no han cesado, sino que incluso han tendido a aumentar en los últimos meses. Además del “Sirius Star”, un barco de pesca chino fue también secuestrado el domingo, junto con un buque de carga de Hong Kong, cuya captura trascendió el martes 18.
Hasta la fecha, más de 15 buques de guerra se mantienen a lo largo de la costa somalí. De acuerdo con la Oficina Marítima Internacional, la piratería naval en Somalia fue de casi 90 ataques desde el comienzo del año. Y los piratas y sus ataques, ya no son aquellos que capturaban las cargas de los buques asignados al Programa Mundial de Alimentos, que causó que Francia envíe buque de escolta el pasado invierno. Todos los tipos de buques son ahora “blancos” de los piratas: transportes de contenedores, productos químicos e incluso un carguero con tanques rusos y el citado superpetrolero de 318.000 toneladas.
RIESGO DE DISPERSION GEOGRAFICA
Ante esta situación, varios países, empezando por Francia, han presionado a la comunidad internacional a reaccionar. A partir de octubre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó una nueva Resolución, después de permitir el enjuiciamiento de los piratas en aguas territoriales somalíes. El nuevo texto propone a todos los Estados a "participar activamente en la lucha contra la piratería contra los buques en alta mar frente a la costa de Somalia, en particular mediante el despliegue de buques de guerra o aeronaves militares, de conformidad con el derecho internacional ".
En este contexto, Europa desplegará en diciembre una Fuerza Aeronaval para proteger a los convoyes del PMA y el tráfico comercial en el Golfo de Adén. Es en este sector, que une el Océano Índico con el Mar Rojo, que los ataques se han concentrado en los últimos meses. Muy sensible, este nodo de comunicación es una verdadera autopista marítima internacional, de 20.000 a 30.000 buques cruzan esta zona cada año. Al añadir un sinnúmero de buques de cabotaje y de los pescadores locales, el Golfo de Adén ofrece un “patio de recreo” ideal para los filibusteros.
Sin embargo, el despliegue de ña “Eunavfor”, debe interferir con las actividades de los piratas. Los resultados iniciales se han logrado con fuerzas navales ya presentes en la zona, como la TF 150, Grupo de Trabajo encargado de la lucha contra el terrorismo en la región. Si bien las unidades de la TF 150 estaban destinados a “controlar la carga” de los buques mercantes en búsqueda de actividades terroristas, recientemente se han empeñado en la lucha contra la piratería y varios ataque piratas fueron rechazados.
Estos primeros éxitos, sin embargo, ocultan un riesgo: los piratas, al notar que el Golfo de Adén está demasiado vigilado, se han mudado para lanzar ataques en otros sectores. Ahora, su radio de acción ha llegado a casi 1.000 kilómetros con lo cual, la dispersión geográfica de los ataques, se convirtió en un rompecabezas insoluble para las flotas militares. Incluso contando con una ubicación exacta de los buques, será imposible cubrir miles de kilómetros cuadrados de una amplia zona que se extiende desde el Golfo de Adén a las Islas Seychelles. La cuestión también es válida para el aire: los aviones de patrulla marítima, por falta de bases, no pueden efectuar en la actualidad actividades de vigilancia al sur de Somalia.
La clave sigue estando dentro de Somalia
La emoción suscitada en la opinión pública por la toma de rehenes, puso en foco a la piratería, que no es un fenómeno nuevo (incluido el Cuerno de África): constituye una amenaza real para el tráfico mercante y, por lo tanto, para la economía.
Los piratas operan, en efecto, en una de las principales rutas del comercio mundial. Buques petroleros provenientes del Golfo Pérsico o el Estrecho de Mozambique, buques contenedores y de carga a granel asignados a las rutas entre Asia, Oriente Medio y Europa ... Una parte importante del trafico comercial del mundo pasa por esa zona. La actividad de los piratas, podría perturbar el buen funcionamiento de un sistema de comercio basado en la fiabilidad, la puntualidad y la seguridad. Además, el recrudecimiento de los ataques, está causando un aumento en las primas de seguros. De ahí el deseo de muchos países por la erradicación de la “moderna piratería”.
Sin embargo y según muchos expertos, la protección - necesariamente parcial - de buques comerciales y la introducción de algunas medidas "punitivas" no será suficiente.
La clave radica principalmente en el territorio somalí. Asolado por años de guerra civil, carece de cualquier poder soberano y a visto desaparecer el desarrollo de muchos oficios honestos. Así, frente a la pobreza, el hambre y la inseguridad, los pescadores locales finalmente se convierten en piratas.
El regreso de un verdadero Estado, estructurado para garantizar la seguridad de su suelo y su costa, parece la única solución duradera al problema. Un militar observó, además, que la piratería había dejado por completo de existir durante dos años en Somalia. Los Tribunales Islámicos llegaron al poder y los piratas se enfrentaban a la mutilación si eran atrapados, mucho más disuasivo para ellos que un par de buques de patrulla de color gris en el vasto océano.
Sin llegar a tal supuesto deseo de un “poder teocrático”, esto demuestra la necesidad de restablecer, lo antes posible, el imperio de la ley en ese país.
http://www.meretmarine.com/article.cfm?id=108823&u=2558