parte 4
La guerra se focaliza en el Sur
Los lanzacohetes BM-21 inician un ataque sobre posiciones chechenias, la nieve ha cubierto los vehículos, incluyendo el camión Ural 4320 que se ve al fondo, utilizado para el transporte logístico.
Si bien todos los medios de comunicación se concentraban en las acciones militares en Grozny, la verdadera guerra ahora se había trasladado hacia el Sur, donde el grueso de las fuerzas rusas se aprestaba para tratar de derrotar a los chechenios.
Unidades paracaidistas y de infantes de marina, las mejores tropas rusas, habían sido desplegadas en esa zona, al contrario que en Grozny, donde el grueso de las acciones quedó a cargo de tropas chechenias, así como de la Policía y el Ministerio del Interior, con un menor componente de tropas del Ejército ruso.
Para el 1 de enero, los chechenios ya habían iniciado un cambio de tácticas, por lo que en vez de esperar los ataques dentro de los poblados, se distribuyen, también, en los alrededores.
De esta manera, las fuerzas rebeldes trataban de mantener sus posiciones defensivas en torno a Itum-Kali, Jarachoi, Shalazhi, Orejovo y Vedeno, está ultima bajo intensos combates con las fuerzas rusas.
El día 2 de enero las tropas rusas lanzan un asalto sobre Jarachoi, al Sur de Vedeno y uno de los reductos más importantes de las fuerzas rebeldes antes de la frontera con Daguestán.
Jarachoi (foto subida por mi)
En la acción logran capturar gran cantidad de armas, municiones y vehículos utilizados por los chechenios, aunque no trascienden mayores detalles sobre esta acción.
Los combates en torno a Vedeno continuaron el día 3 de enero. En torno a la ciudad se producen diversos enfrentamientos, siendo el más importante el de la estratégica altura denominada como “Cherepaka”, en donde unos 30 rebeldes mueren en los combates contra las fuerzas federales, las cuales capturan un importante depósito de armas que incluía un número no determinado de misiles antiaéreos portátiles “Strela” y lanzallamas “Shmel”.
Un misil 9K34 Strela-3 (SA-14) junto a su lanzador portátil. (foto subida por mi)
RPO-Shmel and Launcher (foto subida por mi)
En Jarachoi, unos 150 infantes de marina rusos traban combate contra los rebeldes, produciendo un número cercano a las 50 bajas.
Los chechenios, por su lado, intentan lanzar varios contraataques contra los rusos en las zonas de Itum-Kali y Shateri, sin embargo los rusos responden con un gran despliegue de tropas y potencia de fuego que les obliga a retroceder.
El número de bajas federales para este día se sitúa en sólo 6 heridos, mientras que los rebeldes han de lamentar cerca de un centenar, según fuentes oficiales.
El día 5, el Ministerio de Defensa renueva los informes sobre la situación en el Sur, toda vez que últimamente la información se concentra cada vez más en Grozny.
En rueda de prensa, el ministro de Defensa ruso, Igor Sergeyev, informar que la localidad de Nozhai Yurt había caído en manos federales casi sin combatir, alegándose que los civiles de dicha población los habían expulsado.
Tropas del Ministerio del Interior son desplegadas en esa zona y, durante la noche, inician una operación de barrido de seguridad. En el mismo informe, Sergeyev da a conocer que las fuerzas rusas preparan el asalto contra Vedeno, ciudad más importante del Sur de Chechenia y que aloja un gran dispositivo rebelde.
Vedeno (foto subida por mí)
Es así que el día 6 de enero, el comandante de las fuerzas paracaidistas rusas, el general Vladimir kazantsev, anuncia que sus tropas han completado el cerco sobre Vedeno, contando con el apoyo de la artillería y la aviación.
Durante los combates se causaron unas 30 bajas a los rebeldes, mientras que los rusos solo reportaron 3 heridos, además de haber capturado un depósito de armas.
Los ataques sobre Vedeno continuaban el día 7, mientras la aviación estaba limitada por la pésima meteorología, la artillería y lanzacohetes federales castigaron duramente el enclave rebelde, tres fortalezas son destruidas, además de haberse ubicado y destruido dos puestos de comunicaciones.
Ante el inminente asalto sobre la ciudad, los rusos incrementan el número de tropas en la zona, incluyendo algunas desplegadas desde Grozny, ya que el alto mando ruso supone que los chechenios tienen una superioridad numérica en el Sur.
Las tropas ubicadas en Vedeno suponen unos 3.000 hombres según las fuentes oficiales que informaron de ello el día 8 de enero, mientras más refuerzos llegaban hacia el Sur para reforzar el cerco.
Asimismo, unidades del GE Este rodearon el pueblo de Oktiabr'sky desde el Sur, Sudeste y Sudoeste, cortando toda comunicación con Vedeno, que se ubica a unos 5 Km más al Sur.
Según el general Troshev, el próximo objetivo, tras el cerco a Oktiabr'sky, es la localidad de Sharoi, fronteriza con Daguestán y Georgia, en un intento de cortar las líneas de abastecimiento rebeldes en esa región.
En este extremo del país los combates habían sido muy intensos, donde los chechenios sufrieron unas 160 bajas, aunque los rusos solamente reportaron tres muertos e igual número de heridos.
El día 9 de enero fue crítico, la ofensiva rebelde en el centro del país paralizó muchas de las acciones rusas en todo el país mientras se intentaba rechazar dicho ataque.
Aún así, la aviación atacó con bombas guiadas por láser contra objetivos en Vedeno, Itum Kaki y Argunsky, entre otras regiones, además de lanzar continuas misiones de apoyo cercano a las tropas que cercan Vedeno.
Sin embargo, los rebeldes chechenios lanzaron varios ataques secundarios contra las posiciones federales en el Sur, tal vez con una mínima relación con la ofensiva general lanzada hacia Argun y alrededores.
Los ataques contra las fuerzas rusas en el Sur fueron rápidamente rechazados y los rebeldes debieron retroceder para refugiarse en Georgia, aunque fueron seguidos por la aviación.
Pero para entonces, el alto mando ruso comenzaba a asumir las consecuencias de la ofensiva chechenia del día 9, la cual logró ser pulverizada ese mismo día, aunque a grandes costos.
Durante el 10 de enero las acciones en el Sur fueron mínimas, en muchos casos las unidades se reorganizaban debido a la necesidad de reforzar la zona central, desguarnecida días antes en pro del ataque sobre Vedeno, mientras que el día 11 de enero las acciones se limitaron a bombardeos de artillería sobre diversas ciudades sureñas, principalmente en Vedeno.
El día 12 los combates retoman la intensidad de los días anteriores y unos 70 rebeldes caen ante los paracaidistas rusos, que sólo reportan cuatro heridos.
En los combates en Vedeno también es destruido un transporte de personal BMP-2 ruso, aunque el general Georgy Shpak, a cargo de los paracaidistas en esa zona, informa que sus tropas han asegurado el perímetro externo de la ciudad.
Tropas rusas con camuflaje invernal toman un descanso junto al blindado BTR-80 que usan como transporte. Puede apreciarse que el vehículo dispone de una improvisada posición con una ametralladora media sobre el motor y utilizan las tapas del motor en un improvisado blindaje.
Las acciones concluyen con el informe de que tres villas cercanas han sido cercadas por los paracaidistas, los cuales ya habían sido reforzados por un regimiento de infantes de marina, los cuales estaban a cargo del general Pavel Shilov.
Este oficial informó que sus bajas desde el comienzo de la guerra suman 19 muertos y 46 heridos.
Ya para el 15 de enero, la situación en el frente Sur es más intensa. Tropas rusas, apoyadas por helicópteros, logran apoderarse de la villa de Sharoi. En el duro combate los rusos reportan dos muertos y cinco heridos.
Otro objetivo de gran importancia alcanzado fue el bloque de la ruta que se une con Jarachoi desde el Sur, buscando reducir el apoyo logístico rebelde, en tanto que dos villas cayeron en manos federales, la primera fue la de Benoi, y la segunda fue Dargo, esta a manos de los infantes de marina rusos.
Se estima que los rebeldes perdieron unos 60 hombres en estas acciones, así como un puesto de comando, una base, dos depósitos de municiones y unos 20 vehículos.
En la madrugada del 16 las fuerzas rebeldes lanzan un nuevo ataque con el fin de recuperar el control de la ruta Itum-Kali, la cual estaba dominada por las fuerzas paracaidistas rusas.
Poco trascendió de dicha acción, aunque se dio a conocer que los combates fueron intensos pese a su poca duración.
Asimismo, dos villas son capturadas por las fuerzas rusas durante ese día, las cuales fueron seguidas al día siguiente por la captura de los poblados de Bershil Irzu, Shovjal-Berdi y Dovlatbi, causando unas 80 bajas a los rebeldes.
Ese mismo día, las fuerzas paramilitares rusas realizaron diversos barridos de seguridad en la zona.
Para el 18 de enero, los rebeldes chechenios comienzan a sufrir los problemas generados por la estrategia rusa de cortar sus líneas de suministros.
Varios intentos de escapar hacia Daguestán demuestran que la escasez de alimentos, municiones y medicamentos están haciendo mella en sus filas, siendo la principal razón la imposibilidad de recuperar la comunicación con sus fuentes de suministros en Georgia o Daguestán, también, la intensidad de los combates está exigiendo aún más al pobre sostén logístico existente, el cual se limita, según los rusos, a pequeñas cantidades de provisiones llegadas por las montañas desde Ingushetia y Daguestán.
El día 20 de enero, el general Georgi Shpak, jefe de las fuerzas paracaidistas en el Sur, da a conocer que desde el comienzo de la guerra se ha sufrido la muerte de 82 paracaidistas, heridas en 295 y que al menos tres permanecen como desaparecidos.
Por su lado, el comandante de la Guardia de Fronteras rusa, general Totsky, aseguró que las fuerzas federales han bloqueado completamente el Cañón de Argun, mediante unidades bajo su mando, los cuales fueron lanzados en paracaídas y cuyo número se encontraría en torno a los 1.000 hombres.
Durante los combates en Vedeno el día 22, los rusos reportaron haber visto una bandera rusa ondeando desde uno de los edificios, lo cual motivó una operación de barrido de seguridad en esa localidad.
Tras los combates, fuentes del Ministerio de Defensa ruso aseguraron que el presidente separatista Aslan Masjadov había resultado gravemente herido, presumiblemente por haber pisado una mina.
El día 24 se informa que unidades rebeldes habían intentado abrirse paso desde Sharoi hasta la localidad de Kiri.
El intento de romper el cerco ruso fue infructuoso y los chechenios fueron derrotados, aunque el informe de que eran comandados personalmente por Basayev carece de credibilidad.
Los rusos realizaron un asalto sobre Kiri y se hicieron del control de dicha localidad poco después, donde encontraron un gran número de cavernas equipadas para sostener las operaciones de una unidad de infantería bastante numerosa.
El día 26 se produce otro acontecimiento de relativa gravedad, cuando el helicóptero Mi-8 “Hip” que trasladaba al Mayor General Vladimir Kazantsev, comandante de las fuerzas aerotransportadas en Chechenia, realiza un aterrizaje de emergencia en el que resulta con heridas de consideración.
Fuentes oficiales acreditan el incidente a un fallo mecánico en el aparato, lo cual puede ser cierto ante la falta de reclamos por parte de los rebeldes. Ante esta situación, se determina su reemplazo por el Mayor General Alexander Lenstov.
Los combates, a esta altura del mes, se veían muy restringidos por las condiciones climáticas, a la vez que eran poco especificados por la prensa o los informes oficiales.
El día 27 informes de Inteligencia rusos afirman que en el Sur de Chechenia se encuentran entre 6.000 y 8.000 rebeldes en condiciones de combatir, incluyendo los 2.000 acorralados en Vedeno.
Asimismo, fuentes oficiales aseguraron que varias villas en torno a la localidad de Duba Yurt cayeron en manos federales.
Durante el día 28 las unidades rusas rodean el pueblo de Agishbatoy y proceden a la captura de la villa de Pionerskoye, la cual se encontraba sitiada desde el día 26.
Paralelo a esto, las fuerzas del Ministerio del Interior comienzan operaciones de barrido de seguridad en la región, en busca de posibles reductos y elementos rebeldes.
Desde Duba Yurt, combatientes chechenios atacaron varias bases rusas en la zona, incluyendo un ataque sobre una posición en la frontera con Daguestán.
Los ataques son rechazados rápidamente tras el empleo de artillería y unidades mecanizadas, causando unas 20 bajas y tomando cinco prisioneros.
Los informes de inteligencia rusos aseguran que algunas fuerzas rebeldes podrían estar preparando un ataque sobre la villa de Novogroznensky, provenientes de las localidades de Centerov y Aleroi, estando bajo el comando del jordano Jattab.
Para el 29 de enero, los combates en la zona fronteriza con Daguestán continúan, las tropas federales, utilizando apoyo de artillería y aviación, causan más de 16 bajas a los rebeldes, los cuales también pierden tres vehículos y un mortero autopropulsado.
La inteligencia rusa afirma que entre los 8.000 hombres que componen el dispositivo chechenio en el Sur, se encuentra un importante número de mercenarios extranjeros, principalmente islámicos, así como varios centenares de antiguos soldados bosnios.
El último día de enero fue bastante escueto en cuanto a los informes oficiales, con solo el anuncio de que los paracaidistas rusos habían bloqueado completamente los caminos que unen Itum-Kali con la parte meridional de Chechenia.
La ofensiva aérea
Si bien las condiciones climáticas del mes de enero entorpecieron de manera muy importante el accionar de la Aviación federal, lo cierto es que se logró alcanzar una importante cifra de misiones a lo largo del mes, alcanzando más de 2.900 misiones.
Lo notable de ello es que los rusos aprovecharon de forma soberbia la información meteorológica que disponían y lograban concentrar gran cantidad de incursiones durante un solo día, tal y como quedó demostrado los días 18, 25 y 30 de enero, cuando se lanzaron 210, 250 y 200 misiones, respectivamente.
El resto del mes lo normal era lanzar entre 100 y 150 misiones diarias, aunque durante los primeros días la tasa se redujo a unos 40 vuelos diarios, mientras que en algunos casos el clima impidió el despegue de las aeronaves de combate, como ser el 10 de enero, o el día 5 cuando sólo se volaron siete misiones.
Además hay que resaltar que las operaciones aéreas cada vez se concentraban más en el apoyo aéreo cercano.
El día 1 de enero los helicópteros Mi-24 “Hind” lanzaron unas 80 misiones en apoyo a las fuerzas de tierra, las cuales fueron reforzadas por los aviones de ataque Su-25, en tanto que los Su-24 realizaron las de interdicción.
Los helicópteros Mi-24 vuelven a ser mencionados el día 7 de enero cuando lanzaron otras doce misiones de apoyo cercano, así como el día 9 de enero cuando estos medios atacaron una planta industrial en Grozny utilizando cohetes.
Este mismo día, los rusos dan a conocer que los aviones Su-24 “Fencer” lanzan una serie de ataques utilizando bombas guiadas por láser sobre objetivos en las localidades de Vedeno, Itum Kale, Argunsky y el cañón de Vedensky.
Ese día se volaron un total de 80 misiones pese a las malas condiciones meteorológicas, las cuales se acentuarían el día 10 que obligó a la aviación a mantenerse en tierra.
El día 11 de enero la ofensiva se renueva con ataques masivos sobre Serzhen Yurt y las zonas cercanas. Asimismo, el general Kornukov, jefe de la Fuerza Aérea, daba a conocer que no se ha utilizado, ni se utilizarán, los bombarderos estratégicos de largo alcance, tal vez la declaración fue motivada por alguna denuncia de los chechenios o la prensa. Los anuncios oficiales por parte de la Fuerza Aérea se repitieron el día 16 de enero cuando Konukov anunciaba que se habían desplegado radares adicionales en Chechenia para complementar la vigilancia del espacio aéreo, la cual estaba a cargo de interceptores Su-27 “Flanker”.
En la misma rueda de prensa Kornukov informó que se comenzaría el empleo de bombas de alta poder y misiles cuando se inicien las operaciones en las zonas montañosas del Sur del país, asimismo se mencionó del despliegue de helicópteros Ka-50 “Hokum”, asegurando que aún no habían entrado en combate, los cuales serían empleados en las operaciones futuras.
El día 17 de enero fue bastante activo, fuentes extraoficiales habían anunciado que las operaciones aéreas de ese día eran de preparación para una ofensiva a gran escala sobre la capital, la cual se iniciaría el día 18, lo que resultó ser cierto.
Durante ese primer día se volaron unos 110 vuelos, donde los Mi-24 concentraron el grueso del apoyo aéreo cercano y a lo largo del día se destruyeron unos 25 objetivos de importancia, así como cinco vehículos, el grueso de las acciones se concentró sobre la capital chechenia.
El día 18 comenzó bien temprano para la aviación, a las 0530 horas comenzó un ataque masivo sobre Grozny, entre esa hora y las 1030 horas se lanzaron más de 70 incursiones sobre los objetivos dentro y fuera de la capital, mientras que no menos de 80 incursiones se lanzaron a lo largo del día.
Por su lado, los Mi-24 realizaron más de 60 misiones de apoyo directo en los alrededores de Grozny y Serzhen Yurt. La ofensiva no estuvo exenta de riesgos y bajas, los rusos informaron que dos helicópteros Mi-24 “Hind” habían sido abatidos por el fuego enemigo, mientras un avión, cuyo modelo no se especificó, había sido seriamente dañado, aterrizando de emergencia en una base rusa.
Las principales defensas antiaéreas chechenias provenían de camiones Kamaz y GAZ-66 a los que se le habían instalado cañones antiaéreos de 23 mm y ametralladoras pesadas KPV de 14.5 mm.
Las acciones de la aviación se prolongaron hasta el 19 de enero cuando se realizaron otras 180 misiones adicionales, manteniéndose un ritmo similar hasta el día 22 de enero.
Fue en esa fecha que se anuncia que la aviación federal estaba probando, en algunas de sus misiones, los cazas Su-27 “Flanker” recientemente desplegados en el teatro de operaciones.
El día 25 de enero la ofensiva aérea se intensificó aunque las condiciones climáticas eran bastante malas.
Más de 250 incursiones se lanzaron sobre suelo chechenio, lo que podría implicar un asombroso número de aeronaves empleadas durante todo el día, sin embargo los resultados de dicha acción publicados son bastante limitados.
No fue hasta el 30 de enero que las acciones aéreas volvieron a alcanzar un alto ritmo, cuando se lanzaron otras 200 incursiones más, aunque los resultados publicados fueron más auspiciosos, con unos 46 objetivos de importancia destruidos.
Las fuentes rusas hacen muy poca mención sobre las vitales operaciones de transporte o reconocimiento.
En enero se anunció que el día 7 se habían volado dos misiones logísticas, transportando 200 soldados y 30 toneladas de carga, mientras que el día 9 de enero se realizó una misión adicional, transportando 80 soldados y 20 toneladas de carga.
En ambos casos se desconoce si los vuelos provenían desde fuera del teatro de operaciones o se trataba de movimientos internos, lo que si parece quedar claro es que fueron empleados aviones Il-76 “Candid” en ambas misiones.
Los transportes logísticos Il-76 "Candid" fueron la espina dorsal del sostén logístico de las fuerzas rusas en Chechenia, junto al más pequeño transporte táctico An-12 "Cub". Capaz de transportar 40 toneladas de carga o 240 hombres, o bien lanzar unos 200 paracaidistas, fueron ampliamente utilizados en todo tipo de misiones de apoyo.
El esfuerzo aéreo ruso durante enero fue por demás importante, las más de 2.900 incursiones de combate realizadas durante ese mes supusieron la destrucción de 43 puestos de comando y comunicaciones, 19 depósitos, dos puentes, 38 bases, 36 posiciones de artillería, 103 posiciones de ametralladoras, 359 fortificaciones y posiciones defensivas, 46 piezas antiaéreas, ocho vehículos de transporte de personal, un tanque y 52 vehículos de diversos tipos, además de haberse producido, según las fuentes oficiales, unas 700 bajas a los guerrilleros chechenios.
Sin duda alguna la efectividad de la aviación rusa fue tremenda, siempre tomando como referencia los datos oficiales, más si se tiene en cuenta que sólo se perdieron dos helicópteros y que un solo avión de combate resultó seriamente dañado.
Los ataques químicos de las fuerzas chechenias
Los chechenios hicieron un amplísimo uso de productos tóxicos como base para realizar una serie de ataques químicos contra las fuerzas rusas.
Analizando los mismos se pude descubrir que no solo estaban mal planificados, sino que los métodos de empleo habían sido de lo más inadecuados para lograr el efecto buscado. También, si analizamos dicho efecto sobre el enemigo, los chechenios no parecían tener un objetivo claro, así, los tóxicos empleados eran fácilmente controlables por las fuerzas rusas que desde hacía décadas experimentaban las defensas NBQ (Nuclear, Biológica y Química) con unidades especiales de primer orden.
Incluso de tener éxito, los chechenios se encontraban ante una serie de dilemas, el empleo táctico de armas químicas solo podría haber retrasado por muy poco tiempo a las fuerzas rusas, sin lograr detener el avance o el resultado de la guerra.
Por otro lado, como quedó demostrado después de los primeros ataques, los rusos ya habían iniciado el despliegue de unidades de reconocimiento NBQ a gran escala, lo que sumado al tipo de agentes empleados hubiera determinado que las tropas federales habían incrementado la seguridad de sus tropas de manera mucho más sencilla.
En el plano político, los rebeldes desprestigiarían su causa y sembrarían el temor entre la población civil, incluso aquella que permanecía leal, puesto a que los rusos podrían aprovechar dichos ataques en contra de los rebeldes, ya sea protegiendo a la población civil, o bien haciendo una amplia campaña internacional en su contra.
En enero los militares rusos reportaron algunos escasos ataques químicos por parte de los chechenios, pero mostraron que se habían tomado todas las medidas tendientes a prevenir la efectividad de los mismos.
El 2 de enero, funcionarios militares rusos dieron a conocer de un nuevo ataque químico en el centro de Grozny, el cual había comprendido la detonación de granadas y otras armas cargadas de amoniaco y cloro, el ataque fue completamente ineficiente por dos motivos principales, las tropas NBQ rusas estaban ya desplegadas en apoyo de las fuerzas del frente de combate, a la vez que los métodos empleados para ejecutar el ataque se mostraron inadecuados, cuando la nube tóxica generada finalmente quedó suspendida sobre la propia ciudad, amenazando a civiles y guerrilleros por igual. Protegidos ante este accionar, y aprovechando la situación, los rusos intensifican los ataques sobre las posiciones rebeldes, potencialmente afectadas por dicho ataque químico.
El día 10 de enero, la agencia de noticias IMA informaba que en Grozny había unos 38 tanques de cloro y un número no determinado de tanques de amoníaco.
Estos estaban rodeados por alambres de púa y explosivos. Se había determinado que si esos tanques eran detonados correctamente, la nube tóxica no solo amenazaría Grozny, sino también las ciudades de Gudermes y Argun, e incluso parte de la frontera con Daguestán.
Interesante es el dato de que dichos tanques habían sido enviados en 1984 por el gobierno de Moscú para satisfacer los requerimientos industriales chechenios, sin embargo, tras un accidente, su empleo se suspendió y los productos químicos quedaron almacenados, sin mayores controles, durante unos quince años.
Ya el día 21 de enero los comandantes rusos vuelven a insistir en la posibilidad de un ataque químico.
La presión de las fuerzas federales sobre Grozny había motivado el empleo de las últimas reservas de tropas chechenias, incluyendo la Guardia Presidencial de Masjadov. Los temores de un nuevo ataque químico se hicieron patentes cuando se descubrieron varios contenedores de cloro listos para ser detonados en la estación de ferrocarril.
En una movida psicológica clave, el jefe de Estado Mator de las fuerzas federales, el Tte. Gra. Genady Troshev, anunciaba que debido al empleo de las armas químicas por parte de los rebeldes, la situación ecológica de la ciudad se podría trastornar catastrófica.
Los rusos ahora empeñaban la carta de utilizar esos ataques en contra de los chechenios, buscando un determinado respaldo de la opinión pública, tanto nacional como internacional.
El día 23 se produce el último informe sobre un potencial ataque químico chechenio, el cual tampoco tuvo lugar, cuando los comandantes rusos aseguran que los rebeldes chechenios habían enterrado tanques conteniendo amoniaco y cloro en los alrededores del área de la Plaza Minutka, donde estaban ocurriendo intensos combates luego de que aquella cayese bajo control ruso.