Abominación social, demagogia que ha traspasado sus propios límites.
El recurso instatáneo para convencer a los imbéciles -individuos en estado de masa- de que son instrumento de un plan elevado e incontestable, son las armas, la lucha cuerpo a cuerpo contra un "enemigo" que no se sabe quien es, donde está, cuando atacará, ni que motivaciones tiene, pero que vendrá "a por todo", degollando y sin tomar prisioneros, no hay motivación más eficaz para hacerles "tomar conciencia" de lo importante de su misión y su compromiso para con semejante causa.
Así avanza una sociedad, según algunas brillantes inteligencias... con un fusil en manos de una vieja o de un campesino analfabeto, atentos al llamado del líder, dispuestos a encenderse de ira santa contra cualquiera que se constituya en amenaza "evidente, según no se sabe quien, o si...
Es un hecho el que todos los guerreros sientan, en diverso grado, el espíritu de cuerpo, debido a lo grave de su oficio, de lo dramático de su potencial destino, de las implicancias derivadas de las miles de variables que cada circunstancia puede llegar a presentar, por esa razón es que necesita, inconscientemente, no estar solo, sentirse identificado, apoyarse en un igual, dejar de lado cualquier diferencia, ya que ninguna puede ser más potente que el destino que los hermana.
Nadie es guerrero porque desee matar a un semejante, pero siente la necesidad de proteger lo que tiene, no hay otra manera en este mundo, sin embargo se trata de un oficio que no se puede ejercer por iniciativa individual, es necesario que las directivas se surjan desde un plano más elevado, que la carga de la decisión la lleven otros más preparados para esa tarea, el guerrero mata o muere, nada más.
Por eso los guerreros son sumisos al mando y feroces ante el enemigo, son un instrumento, y así lo asumen, su función es no pensar en lo que se hace ni por que, no se puede deliberar en medio de una amenaza de guerra, o de un estado de guerra, o de una sensación de guerra, o lo que sea que se le parezca, según los que saben y deciden.
Pensar diferente sólo lo puede hacer un infiltrado, no creer en la misma visión sólo lo hace un traidor, no desear el mismo objetivo, sólo el enemigo...
Lograr que la gente piense, darles herramientas para crear lleva mucho tiempo, a veces generaciones, crear cultura demora más tiempo que el mandato de un líder, dure lo que este dure y es, asimismo, absolutamente opuesto al concepto de un ser superior e iluminado, por tanto mejor reforzar la idea de su necesidad, mientras se pueda...
Es más fácil que un desesperado tome un fusil y crea que hace algo importante de su vida, que lograr que piense y decida, y sea por sí mismo.
Espero que Venezuela pueda ser libre pronto.