Legión extranjera: más de 180 años al servicio de Francia
Reseña histórica de la Legión Extranjera. Primera parte.
Desde el 1831, más de 35.000 legionarios cayeron en el campo de honor. "Extranjeros hechos hijos de Francia, no por la sangre recibida, sino por la sangre derramada". La Legión Extranjera supo atravesar el tiempo y adaptarse a las técnicas y a las misiones de hoy. Supo también guardar intactas las cualidades de esta ancestral Legión de la cual Lyautey decía en Marruecos:
«No sabríamos proclamar bien alto los méritos de esta admirable tropa y la buena suerte que es para Francia tenerla a su servicio».
El mejor modo de descubrir la rica historia de la Legión Extranjera es visitar el Museo en Aubagne. Abierto todo el año, usted podrá vivir allí, época tras época, las aventuras de los legionarios. Mientras tanto puede explorar las páginas consagradas a la historia de la Legión Extranjera:
Génesis.
Louis-Philippe, rey de los franceses, crea la Legión Extranjera el 9 de marzo de 1831. Él recupera una fórmula que fue probada en el Antiguo Régimen o en el Gran ejército: los extranjeros al servicio de Francia. Sin embargo introduce una novedad: reagrupar a estos extranjeros en el seno de la misma unidad más que formar regimientos por nacionalidad.
Edificada sobre este principio, la Legión se mostrará a la altura de la gloriosa herencia que le transmiten los 400 regimientos extranjeros que la precedieron. Su eficacia rápidamente es probada y será empleada sobre todos los teatros de operaciones en Europa y ultramar. En una palabra: en todas partes donde Francia haya decidido comprometer a sus ejércitos.
1831: la conquista de Argelia acaba de comenzar y ya reclama numerosos refuerzos. La Legión es creada para proporcionar este apoyo de tropas. Se forma a partir de soldados con experiencia, desempleados después de las guerras imperiales, y de revolucionarios venidos de toda Europa que encontraron refugio en Francia. Los extranjeros dejaron precipitadamente su país y no traen consigo documentos de identidad. Para facilitar su reclutamiento, la legislación autoriza los enganches con una simple declaración de identidad. Esta disposición, simplemente utilitaria a su egreso, permite prácticamente comenzar una nueva vida. Una gran parte del mito de la Legión, y del misterio que rodea al legionario, viene de esta "segunda oportunidad" que la Legión ofrece a los que aceptan sus reglas. La ley del 9 de marzo de 1831 (ratificada por decreto de aplicación el 10 de marzo) pone así ambos principios esenciales que cimientan, todavía hoy, la particularidad de la Legión: el servicio a título extranjero y la posibilidad de servir bajo identidad declarada.
1831: Argelia.
Los primeros legionarios desembarcan en Argelia en agosto de 1831. El 27 de abril de 1832, reciben el bautismo de fuego frente a la Casa Cuadrada (Maison Carrée) tallándose la reputación de soldados valientes y sufridos en el curso de los combates. Al mismo tiempo, manejan por turno el pico y el fusil e imponen un estilo que pronto se hará la marca de la Legión: el soldado-constructor. Su obra maestra: Sidi-bel-Abbès, una ciudad que edifican en 1843 y que se hará su Cuartel general y la capital de la Legión...
1835: España.
El 29 de junio de 1835, cuatro años después de su creación, la Legión Extranjera es cedida al gobierno español para sostener a la reina Isabel II en su lucha contra la rebelión carlista. En 1838, 500 legionarios solamente reunirá Francia sobre los 4.000 partidarios tras sus oficiales.
En el curso de esta campaña nace la amalgama, un principio aún vigente en nuestros días. Poco satisfecho con el sistema de batallones por nacionalidades, el general Bernelle va a mezclar a los legionarios en las unidades, cualquiera sea su origen. También impone el francés como lengua de mando. La Legión encontrará allí una cohesión jamás desmentida.
1835: la nueva Legión.
La ausencia de los legionarios se sintió cruelmente en Argelia. El 16 de diciembre de 1835, menos de seis meses después de haberse separado de la primera, Luis Philippe decide la creación de una nueva Legión extranjera. Los efectivos son reclutados fácilmente. En 1840, la Legión se separa en dos regimientos. La nueva Legión sigue los rastros de su gloria. Constantine (1837), Djidjelli (1839), Millianah (1840), Zaatcha (1849), Ischeriden (1857) constituyen las etapas de un trayecto glorioso. La Legión adquiere así su reputación: una tropa sólida para el fuego, rústica y sufrida, con la cual se puede contar en toda circunstancia.
1854: las guerras imperiales.
Sin interrumpir su acción en Argelia, la Legión participa en las campañas del Segundo Imperio. En Crimea (1854-1856), con el asedio de Sebastopol, y en Italia (1859), donde se destaca en Magenta y Solferino.
1863: el año de México.
La Legión Extranjera conquista allí su título más bello de gloria: el combate de Camerone. La heroica resistencia de la compañía del capitán Danjou en la hacienda de Camerone es adoptada como un símbolo. Se trata, todavía hoy, de un modelo de comportamiento en combate para toda la Legión. “Hacer Camerone” se transforma en la expresión que ilustra el sentido del deber cuando las circunstancias del combate se hacen desfavorables...
1870: el primer compromiso sobre suelo francés.
Francia está en apuros frente a Prusia. La noticia: contrariamente a lo que preveía la disposición de 1831, la Legión es llamada a servir dentro del territorio continental del país. También por primera vez incorpora a sus filas de voluntarios un status particular: el compromiso voluntario por un período de guerra (EVDG por su sigla en francés). A pesar de este flujo masivo de reclutas, la Legión combate en las filas del Ejército del Loira y conoce la amargura de la derrota.
1883: a la conquista del Imperio...
El año 1883 se caracteriza por la reactivación de la política de expansión colonial de Francia. El gobierno refuerza los efectivos de la Legión y de hecho es la punta de lanza de sus cuerpos expedicionarios. En Tonkin, desde 1883, en la isla de Formosa (1885), en Sudán (1892-1893), en Dahomey (1892-1894), en Madagascar (1895-1905) y en Marruecos (1900-1934), los jefes militares y coloniales aprecian el valor excepcional de esta tropa "a quienes se les puede pedir todo". La reputación de la Legión Extranjera es tal como el general Gallieni, designando para tomar el mando del cuerpo expedicionario de Madagascar, formulará esta condición asombrosa: "Pido llevar conmigo a 600 hombres de la Legión Extranjera con el fin de poder, llegado el caso, morir convenientemente"...
Pero la Legión no es solamente una tropa combatiente. En la fase de pacificación que sucede luego de la salida del ejército francés, participa activamente, por la cualidad y la amplitud de sus trabajos de cuerpo de ingeniería civil, en la revalorización de la colonia.
Presentación de tropas en Aubagne el 30 de junio de 2009
Desfile de tropas en Aubagne el 30 de junio de 2009
Entrega de condecoraciones en Aubagne el 30 de junio de 2009
Formación en el monumento a los muertos de la Legión llegado en 1962 desde Sidi Bel Abbès, Argelia a Aubagne, el 30 de junio de 2009
Fuente: Légion Etrangère, 180 años, Aubagne, France.
Traducción propia
Historique de la Légion étrangère.
Depuis 1831, plus de 35.000 légionnaires sont tombés au champ d'honneur. "Étrangers devenus fils de France, non par le sang reçu, mais par le sang versé". La Légion étrangère a su traverser le temps et s'adapter aux techniques et aux missions d'aujourd'hui. Elle a su aussi garder intactes les qualités de cette veille Légion dont Lyautey disait au Maroc:
«On ne saurait proclamer trop haut les mérites de cette troupe admirable et la bonne fortune que c'est pour la France d'en avoir une telle à son service».
La meilleure façon de découvrir cette riche histoire de la Légion étrangère est d'en visiter le Musée à Aubagne. Ouvert toute l'année, vous pourrez y vivre, époque après époque, les aventures vécues par les légionnaires. En attendant, vous pouvez explorer les pages consacrées à l'histoire de la Légion étrangère:
La Genèse
Louis-Philippe, roi des Français, créée la Légion étrangère le 9 mars 1831. Il reprend alors une formule qui a fait ses preuves sous l'Ancien Régime ou dans la Grande armée: les étrangers au service de la France. Il introduit cependant une nouveauté : regrouper ces étrangers au sein d'une même unité plutôt que de former des régiments par nationalité.
Bâtie sur ce principe, la Légion se montrera à la hauteur de l'héritage glorieux que lui transmettent les 400 régiments étrangers qui l'ont précédée. Son efficacité est rapidement prouvée et elle sera d'être employée sur tous les théâtres d'opérations en Europe et outre-mer. En un mot: partout où la France aura décidé d'engager ses armées.
1831: la conquête de l'Algérie vient de commencer et réclame déjà de nombreux renforts. La Légion est créée pour fournir cet appoint de troupe. Elle se forme à partir de soldats de métier, sans emploi après les guerres impériales, et de révolutionnaires venus de l'Europe entière qui ont trouvé refuge en France. Les étrangers ont quitté précipitamment leur pays et n'ont plus de pièces d'état civil. Pour faciliter leur recrutement, le législateur autorise les engagements sur simple déclaration d'identité. Cette disposition, simplement utilitaire à son départ, permet en pratique de commencer une nouvelle vie. Une grande partie du mythe de la Légion, et du mystère qui entoure le légionnaire, vient de cette "deuxième chance" que la Légion offre à ceux qui acceptent ses règles. La loi du 9 mars 1831 (entérinée par décret d'application le 10 mars) pose ainsi les deux principes essentiels qui fondent, encore aujourd'hui, la particularité de la Légion: le service à titre étranger et la possibilité de servir sous identité déclarée.
1831 : l'Algérie
Les premiers légionnaires débarquent en Algérie en août 1831. Le 27 avril 1832, ils reçoivent le baptême du feu devant Maison Carrée et se taillent la réputation de soldats vaillants et endurants au fil des combats. Dans le même temps, ils manient tour à tour la pioche et le fusil et imposent un style qui deviendra bientôt la marque de la Légion: le soldat-bâtisseur. Leur chef-d'oeuvre: Sidi-bel-Abbès, une ville qu'ils bâtissent en 1843 et qui deviendra leur Maison Mère et la capitale de la Légion...
1835: l'Espagne
Le 29 juin 1835, quatre ans après sa création, la Légion étrangère est cédée au gouvernement espagnol pour soutenir la reine Isabelle II dans sa lutte contre la rébellion carliste. En 1838, 500 légionnaires seulement rejoindront la France sur les 4.000 partis derrière leurs officiers.
Au cours de cette campagne naît l'amalgame, un principe toujours en vigueur de nos jours. Peu satisfait du système des bataillons par nationalités, le général Bernelle va brasser les légionnaires dans les unités, quelles que soient leur origine. Il impose également le français comme langue de commandement. La Légion y trouvera une cohésion jamais démentie.
1835: la nouvelle Légion
L'absence des légionnaires s'est fait cruellement sentir en Algérie. Le 16 décembre 1835, moins de six mois après s'être séparé de la première, Louis Philippe décide la création d'une nouvelle Légion étrangère. Les effectifs sont facilement levés. En 1840, la Légion se scinde en deux régiments. La nouvelle Légion marche sur les traces de son aînée. Constantine (1837), Djidjelli (1839), Millianah (1840), Zaatcha (1849), Ischeriden (1857) constituent les étapes d'un parcours glorieux. La Légion acquiert sa réputation: une troupe solide au feu, rustique et endurante, sur laquelle on peut compter en toutes circonstances.
1854: les guerres impériales
Sans interrompre son action en Algérie, la Légion participe aux campagnes du Second Empire. En Crimée (1854-1856), avec le siège de Sébastopol, et en Italie (1859), où elle s'illustre à Magenta et à Solferino.
1863: l'année du Mexique
La Légion étrangère y conquière son plus beau titre de gloire: le combat de Camerone. L'héroïque résistance de la compagnie du capitaine Danjou dans la hacienda de Camerone est adoptée comme un symbole. Il s'agit, encore aujourd'hui, d'un modèle de comportement au combat dans toute la Légion. Faire Camerone devient alors l'expression qui illustre le sens du devoir lorsque les circonstances du combat deviennent défavorables...
1870: premier engagement sur le sol français
La France est en difficulté face à la Prusse. Une première: contrairement à ce que prévoyait l'ordonnance de 1831, la Légion est appelée à servir sur le territoire continental du pays. Pour la première fois, elle incorpore également dans ses rangs des volontaires à statut particulier: les engagés volontaires pour la durée de la guerre (EVDG). Malgré cet afflux massif de recrues, la Légion combat dans les rangs de l'Armée de la Loire et connaît l'amertume de la défaite.
1883: à la conquête de l'Empire...
L'année 1883 voit la relance de la politique d'expansion coloniale de la France. Le gouvernement renforce les effectifs de la Légion et en fait le fer de lance de ses corps expéditionnaires. Au Tonkin, dès 1883, sur l'île de Formose (1885), au Soudan (1892-1893), au Dahomey (1892-1894), à Madagascar (1895-1905) et au Maroc (1900-1934), les chefs militaires et coloniaux apprécient la valeur exceptionnelle de cette troupe "à qui l'on peut tout demander". La réputation de la Légion étrangère est telle que le général Gallieni, désigné pour prendre le commandement du corps expéditionnaire de Madagascar formulera cette étonnante condition: "Je demande d'emmener avec moi 600 hommes de la Légion étrangère afin de pouvoir, le cas échéant, mourir convenablement"...
Mais la Légion n'est pas seulement une troupe combattante. Dans la phase de pacification qui succède aux avancées de l'armée française, elle participe activement, par la qualité et l'ampleur de ses travaux de génie civil, à la mise en valeur de la colonie.
Légion Etrangère, 180 ans, Aubagne, France.