Puede dar esa sensación, pero en realidad no había obstrucción de la vista. La fila de asientos de atrás era más elevada, igual que los modelos posteriores. Los que están atrás también están un par de cabezas más arriba que el que va delante. La diferencias de altura se mantiene hasta hoy en día.
En realidad, era una configuración muy interesante.
Los soviéticos imaginaban al Mi Mil-24 como un "tanque volador" o, más exactamente, un vehículo de combate de infantería. Por lo que, al igual que un tanque o un VCI, previeron una tripulación de tres personas: piloto, artillero y jefe. El artillero delante y, detrás y arriba de él, sentado lado a lado, el piloto y el jefe.
Más allá de la posición intercambiada entre el piloto y el artillero, esto recuerda mucho a la distribución típica de la tripulación de un tanque o un vehículo de combate de infantería.
La cabina, entonces, respondía a esta necesidad de permitir tres tripulantes en su interior.
Después decidieron que esa configuración no era correcta, sino problemática.
Quitaron al jefe y rediseñaron la cabina en consecuencia, llegando a la configuración conocida de sólo dos tripulantes.