Misiones de Paz

Ese Bell 212 que trajo el Hercules es el nuevo del que se habló en alguna parte del foro o es uno de los que ya contaba la FAA que se mando a EEUU para inspección?

Saludos, Gargara.-
 

Juanma

Colaborador
Colaborador
Dejo una pista que saque de una pagina ultrasecreta.

Allí, se encontraba un helicóptero Bell 212 perteneciente a la VII Brigada Aérea (Morón) que debía ser trasladado a nuestro país tras haber sido sometido a una inspección de ciclo mayor.
 
El 22 de Octubre fue asesinado en Paquistan el 2do Jefe de la UNMIS (Mision Sudan) Brigadier Moinuddin Ahmed saliendo de su casa.
El 27 un humanitario chadiano partenaire del HCR fue muerto cerca de Guereda, cerca de la frontera chado sudanesa.
Esta semana un Official franco britanico del CICR fue raptado por X cerca de El Gueneina, West Darfur, Sudan, a 25 kms de la frontera con Chad.
Hoy un ataque con bomba, probable suicida, mato 5 a 6 ONU en hotel de la ONU en Kabul, Afganistan, hiriendo 9 a 11 otros. Agregar los nacionales.

En Sudan hay unos 12 gendarmes argentinos.
Slds
 
Me sorprendio Página/12

Hay cosas que uno no espera en la vida, una es que Página saque una nota donde, aun con críticas, avale algún tipo de intervención de las FF.AA.

Personalmente creo que haber leído algo sobre la mutación de la MINUSTAH en algo mas social.


Las tropas que ya son parte del paisaje​

El ejército integrado por argentinos, brasileños, uruguayos y chilenos desembarcó en 2004; hoy la situación es de relativa calma. En un escenario de paz, la misión no puede seguir igual.

Por Fernando Krakowiak

Desde Puerto Príncipe

Llegaron para quedarse seis meses, pero ya pasaron cinco años y medio desde que las tropas se instalaron en este pequeño país caribeño. Es un ejército de 7100 soldados y 2000 policías integrado en su mayoría por brasileños, uruguayos, argentinos y chilenos que forma parte de la Misión de las Naciones Unidas por la Estabilización en Haití (Minustah). El desembarco se produjo en junio de 2004, tres meses después de la destitución del presidente Jean Bertrand Aristide, en medio de un conflicto que amenazaba con desembocar en una guerra civil. Desde entonces, la situación se fue normalizando y en febrero de 2006 los haitianos eligieron como nuevo presidente a René Préval. Sin embargo, la Minustah continúa operando y no está definido cuándo emprenderá la retirada. De hecho, el mes pasado a la ONU le renovaron la autorización por un año más. Si bien es una fuerza militar de paz, su permanencia genera rechazos entre estudiantes y organizaciones sociales que la califican como un ejército de ocupación y la critican duramente por haber reprimido en las zonas más pobres de la capital, como Cité Soleil y Belair.

La intervención de la Minustah se ampara en el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, que contempla el envío de militares “para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales”. Las tropas llegaron en junio de 2004 para reemplazar una primera misión de sólo tres meses comandada por los marines estadounidenses, quienes habían forzado la renuncia de Aristide para luego sacarlo del país. En ese primer momento, la Minustah contó con un amplio apoyo entre la población. El clima de inestabilidad política había dado lugar al despliegue de cerca de veinte bandas de delincuentes armados, conocidas como gangs, que se dedicaban al secuestro extorsivo, el robo y el tráfico de armas y drogas. Las fuerzas de seguridad locales no podían ponerles freno porque Haití no tiene ejército desde 1994 y la policía no cuenta con efectivos suficientes. Además, debido a los conflictos en Afganistán e Irak, Estados Unidos dejó en claro que su prioridad no estaba en América latina y delegó su lugar a esta nueva misión la ONU integrada en casi un 70 por ciento por soldados latinoamericanos y comandada militarmente por Brasil.

La Minustah colaboró para normalizar la situación. Por lo general, cuando se realizaron operativos la policía local fue la que intervino de manera directa y las tropas de la ONU se ubicaron a pocos metros para que su presencia sirviera para disuadir. De ese modo, las bandas se replegaron en Belair y Cité Soleil, dos barrios marginales de la ciudad, que utilizaban como centro de operaciones. Los críticos de Aristide afirman que las gangs estaban integradas por los jóvenes “chimeres” que habían operado como fuerza de choque del ex presidente, actualmente exiliado en Sudáfrica, pero no hay pruebas que permitan trazar ese vínculo de manera lineal, más allá de algunos militantes que puedan haberse sumado a las bandas.

Entre 2004 y 2006, estas organizaciones aterrorizaron a la población con una “industria” del secuestro que no distinguió estratos sociales. Se pedía entre 1000 gourdes (25 dólares) y 100 mil dólares por cada rehén, según el poder adquisitivo de la familia. En el momento de mayor conflictividad se llegaron a denunciar 300 secuestros por mes. La policía no estaba en condiciones de enfrentarlos y el entonces jefe de la Minustah, Juan Gabriel Valdés, aseguró que sólo intervendrían de manera directa cuando el gobierno de transición fuera reemplazado por uno democrático que lo pidiera formalmente. Luego de la elección de René Preval, en febrero de 2006, comenzaron negociaciones con los gangs para forzar su desarme y finalmente se decidió intervenir.

Primero se lo hizo en Belair, un barrio ubicado en una pequeña loma frente a Champs de Mars, desde donde los delincuentes solían disparar contra el palacio presidencial, aprovechando la corta distancia. Esa zona se fue recuperando gradualmente y no hubo grandes enfrentamientos. En Cité Soleil, la villa más emblemática de la ciudad, el resultado fue diferente. El 22 de diciembre de 2006 la Minustah, comandada por las fuerzas brasileñas, reprimió provocando la muerte no sólo de integrantes de las bandas sino también de hombres, mujeres y niños que nada tenían que ver con la organización delictiva. Algunas fuentes consultadas por este diario atribuyeron lo ocurrido a errores de inteligencia previa y otros dijeron que fueron los “daños colaterales” que supone ese tipo de intervenciones. A partir de ese momento las bandas fueron desestructuradas y los cabecilla, muertos o detenidos. Uno de los últimos en ser atrapado fue Amaral Duclona, el pasado 8 de septiembre en República Dominicana.

En la actualidad, ya no quedan en Puerto Príncipe zonas calificadas como peligrosas. Durante el día, se puede caminar por las calles con relativa tranquilidad, pues la probabilidad de sufrir un robo, secuestro u otro hecho de violencia no es mayor que la que existe en otras ciudades conflictivas de América latina. Esta situación en parte es un logro de la Minustah, pero su éxito le quita justificación para seguir en Haití.

Una opción es retirarse, aunque algunos temen que eso suponga un retroceso y ponen como ejemplo lo ocurrido en Timor Oriental. Desde 1999 la ONU había enviado a ese pequeño país asiático misiones de paz para encauzar su sangriento proceso de independencia. Al poco tiempo, la situación mejoró y en mayo de 2005 la ONU retiró las tropas y dejó sólo una oficina política. Sin embargo, en abril de 2006 el despido de 600 soldados generó un nuevo estallido de violencia que terminó con bandas saqueando e incendiando la ciudad y decenas de muertos.

Ese antecedente demora la salida y se suma al apoyo silencioso que tiene la Minustah, tanto por parte del gobierno de Préval como de una porción de la población que vive de lo que gastan los más de 10.000 hombres que integran la misión. El problema es que la Minustah no puede seguir igual en un escenario de paz. De hecho, hace diez días el Congreso destituyó a la primera ministra y en las calles no pasó nada. Por eso, algunos países latinoamericanos, entre los que se encuentra Argentina, presionan para que la misión cambie su perfil y se aboque más a lo social. El problema es que las Naciones Unidas financian misiones de paz que buscan la estabilización política a través de la intervención armada, pero no se ocupa de problemáticas vinculadas con el desarrollo. Al mismo tiempo, Estados Unidos parece haber ido recuperando la iniciativa que delegó en parte a los países latinoamericanos que integran la Minustah y ahora tiene planes para Haití. Uno de los principales asesores del gobierno, Paul Collier, dice que la solución para este país es instalar maquilas que generen empleo y constituyan mano de obra barata para las multinacionales. Su recomendación es que las inversiones vayan dirigidas sólo a electricidad, puertos y carreteras para apuntalar ese modelo. Mientras tanto, los haitianos parecen resignados a convivir con estos actores externos que condicionan, en mayor o menor medida, su soberanía a cambio de ayuda.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-134777-2009-11-06.html
 

pulqui

Colaborador
Un día con los Cascos Azules

En CAECOPAZ

En una visita al Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (CAECOPAZ), DEF recorrió sus instalaciones y conoció los pormenores de la tarea que allí realizan. El valor de la palabra y la negociación, más allá de la voz de las armas. La cuestión educativa y el condimento psicológico en el ánimo de hombres destinados lejos de su familia y de su patria durante seis largos meses. Por: Lauro Noro / Fotos: Fernando Calzada.

Casuchas desvencijadas, paredes pintadas de varios colores, callejuelas de tierra, despojos y basura. Chicos que juegan sin tiempo. Ropa colgada en algunos balcones. Miseria y pobreza. Unos gritos hostiles rompen el silencio de la mañana. Se escuchan disparos. De pronto, irrumpe en la escena un grupo de soldados con cascos azules. Enfrenta a los exaltados. Con buenos modales, pero con firmeza, el jefe del pelotón pide que se calmen y dialoguen. No hay caso. Las agresiones van en aumento. Algunos apuntan con pistolas. Piedras y cascotes vuelan por los aires para que las tropas se retiren. Estas avanzan y toman posición con las armas listas. El que parece el líder de los revoltosos se acerca. Comienzan los cabildeos. Hay ademanes y amenazas. Cuando el enfrentamiento parece inevitable, el lugareño hace entrar en razones a sus compañeros y todo termina. Con las manos en alto, son palpados y revisados minuciosamente. Mientras tanto y en pareja, varios efectivos entran en las casas donde sospechan que esconden municiones y explosivos. “Esta es la forma como nos movemos en el terreno y las diferentes reacciones frente a un incidente, empleando destrezas básicas de combate, pero con un estricto y limitado uso de la fuerza”, explica uno de los soldados al cronista de DEF, espectador de las acciones.

No estamos en Haití -donde hoy los miembros argentinos de las Fuerzas Armadas y de Seguridad cumplen con la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH)-, sino en el barrio “Le Petit Paris”, en el Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (CAECOPAZ), en Campo de Mayo, en la provincia de Buenos Aires. En la réplica de un caserío de la ciudad de Gonaives, Haití, como lo llaman los soldados, que la Embajada de Francia en nuestro país hizo construir para su entrenamiento.


Como si estuvieran

En ese lugar y con todo tipo de dificultades, los Cascos Azules practican con singular realismo. Tal cual lo hemos relatado. No sólo simulan casos tomados de la realidad, como un asalto a un convoy con alimentos, entrar en los vericuetos del pueblo, hacer controles de población, relevamientos sanitarios y otro tipo de cosas, sino que también hacen frente a agresiones y manifestaciones. Aprenden a controlarlas y a mantener una fluida relación con los representantes de esas comunidades, encarnados por personal que se hace pasar por ellos y que conoce muy bien su rol. Además hay actividades en check-points, entrega de alimentos y hasta escolta de vehículos. Con un sistema informático, también se ejercitan en la toma de decisiones desde los niveles de compañías o batallones, por más pequeño que sea el incidente. “La idea es que los soldados tengan la mejor preparación y cuando lleguen al lugar sepan qué deben hacer y no se encuentren con algo desconocido. Se busca que el entrenamiento sea tanto teórico como práctico. Con esas representaciones, la gente comprenderá mejor las situaciones que le tocará vivir”, expresa el coronel Raúl Bertoia, comandante del Centro.



Modelo en su género


En el CAECOPAZ, que depende del Comando de Operaciones del Estado Mayor Conjunto -cuyo jefe es el general de división Daniel Camponovo, y donde entrenan contingentes de oficiales, suboficiales y soldados voluntarios del Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Gendarmería y Policía Federal- la consigna es simple. “Con paciencia y abierto a la negociación, el hombre debe aprender a convencer con la palabra y entender que, si bien ha sido preparado para conquistar un objetivo por la fuerza, ahora es lo último que debe usar y sólo en defensa propia”, agrega el oficial superior. En pocas palabras, le dan un arma para que no pueda usarla.

La unidad cuenta con capacidad para alojar a 350 personas, darles de comer a 500, y se apoya en el Hospital Militar de Campo de Mayo, el Regimiento de Asalto Aéreo, el Batallón de Ingenieros, la Agrupación de Aviación del Ejército y la Brigada Aérea de Morón, entre otras dependencias militares. Desde su creación, el 27 de junio de 1995, han pasado por sus aulas casi 1500 oficiales y suboficiales de Chile, Brasil, Francia, Bolivia Inglaterra, Estados Unidos, Canadá, Croacia, Alemania y Uruguay como alumnos e instructores. En su plantel cuentan con profesionales y docentes civiles, licenciados en ciencias de la educación, instructores en idiomas extranjeros, especialistas en psicología, asesores en relaciones internacionales, profesores de educación física y traductores, para lograr un entrenamiento multidisciplinario de los contingentes que se desplegarán.

Con una experiencia avalada por más de medio siglo y que se inició en 1958 con el Grupo de Observación de las Naciones Unidas en el Líbano (UNOGIL), optimizan el entrenamiento y contribuyen al pensamiento y conocimiento de qué es una Operación de Paz. “Su éxito debe medirse por los muertos que no hubo y por las balas que no se dispararon. No tanto por el poder de fuego que las tropas tienen, sino porque detrás hay toda una organización que los respalda”, explica uno de los instructores.


Testimonios de soldados

A punto de partir hacia el país caribeño con el Batallón Conjunto Argentino XI (BCA), que ya está desplegado, el teniente de corbeta de Infantería de Marina, Ángel Genisanz (28), casado, aporta su punto de vista sobre la capacidad negociadora antes de utilizar las armas. “Es el momento cuando uno debe tener la templanza suficiente, saber diferenciar las cosas y adaptarse, como buen soldado, a los distintos medios y situaciones que pueden ocurrir”. A su lado, con el mismo grado y edad, Luciano Caudana, soltero, que ya tuvo una experiencia similar en aquel lugar, se refiere a lo que más cuesta aceptar. “Es el hecho de estar lejos de la familia por seis meses y adaptarse a la idiosincracia de los haitianos, pero una vez que se le toma la mano, no es tanto. La relación con los jóvenes es la más difícil porque son los que tienen más carácter y nos ‘patotean’. Hay que estar predispuesto para todo”.

El encargado de elementos del Centro, suboficial mayor Roberto Di Natale, asegura que la cuestión monetaria influye mucho para que los soldados acepten ir a este tipo de misiones. Los valores estándar están en los u$s 12.000 por todo el semestre y varían de acuerdo con las jerarquías, la zona donde estarán desplegados y las funciones.

“Lamentablemente, el hombre que va sólo por ese motivo puede llegar a tener algunos problemas y encontrarse con una realidad que le impida cumplir con su cometido fundamental de evitar que la gente entre en conflicto, y con las acciones cívicas que deberá realizar”.

Frente a los mástiles con las banderas que engalanan la plaza de armas, el teniente coronel Néstor D´Ambra, jefe del BCA XI, explica otras características del adiestramiento. “Se trataron temas como el impacto familiar, el estrés y lo que iban a experimentar en la zona de la misión. Sentir y vivir, para ello hay que tener una sólida formación espiritual, una cultura general incrementada como herramienta válida para sobrellevar un impacto de esta naturaleza”. Agrega que “la gente, por tener el título de peacekeeper (guardián de la paz), está convencida de que va a ayudar a un pueblo como el haitiano y no a imponer condiciones”.

Con dos misiones de paz en Chipre, asegura que de esas experiencias volcó todo su conocimiento. “Desde la preparación, hasta convivir y ser mandado durante 24 horas de servicio, durante 180 días, con un importante desarraigo familiar, un código de conducta de soldado de la UN, con prohibición de tomar bebidas alcohólicas, con un manejo prudente sobre todo de la población civil y con las cuestiones de género muy bien estudiadas”.



Educación y caderas


En camino al pabellón Educación el mayor Gastón Marchant (32), del ejército de Chile y quien ya estuvo Haití como segundo comandante de una compañía de Infantería, explica que la tarea fundamental es transformar el casco verde en azul. “Es utilizar las armas como último recurso y echar mano a otras como la negociación y la palabra”. Hace mención a cómo pasar tantos días lejos de la familia y con muchas horas de servicio. “Las actividades son tantas que uno está muy ocupado todo el tiempo. Y las horas libres están apoyadas en el descanso, navegar por Internet, ver películas, hacer deportes. Los casados o de novio pueden, incluso, visitar a sus familiares durante pequeños períodos en República Dominicana”. ¿Cómo se canalizan los apetitos humanos? “En esto influye mucho la situación que uno vive en el lugar. Salir a patrullar y contemplar lo que está pasando hace que te mentalices tanto que lo demás queda de lado. Además, al no encontrar bares, restaurantes ni pubs, porque no existen, las tentaciones no están. Se priorizan otras cosas, como la seguridad personal y el apoyo que uno le brinda a la gente”.

Detrás de unos intensos ojos celestes, el teniente coronel Alcides Faría (42), casado, dos hijos, oficial del ejército del Brasil, que se desempeña como instructor, destaca la forma de ser de los soldados de países sudamericanos, Brasil, Argentina, Uruguay y Chile, para establecer relaciones con la gente. “Eso hace que sea mucho más fácil. Nos permite reaccionar mucho más fácil e interactuar con la población más allá del idioma. Entendemos a la gente, sabemos manejarla, tenemos señales, gestos. Nos es mucho más fácil hacerlo que por ejemplo, a un contingente alemán. Sus caderas no son tan flexibles como las nuestras” (se ríe).


Bemoles de la psicología

En cuestiones de estrés y lejanía familiar la psicóloga María Isabel Muzio, que trabaja sobre ellas desde hace 14 años en CAECOPAZ, hace hincapié en que ese extrañamiento no cause daño. “Siempre les digo que rueguen que los extrañen mucho porque si no, las cosas están mal”.

-¿Dónde pone el acento, entonces?

-Trabajamos en todo lo que significa la preparación del pre despliegue que, para mí, es el desafío más importante con respecto a la familia, para que acepte emocionalmente la misión.

-¿Por qué lo dice?

-En general se cree que la familia de un militar “sabe” que está expuesta a que viaje, corra riesgos, a la separación temporal. Pero lo racional y lo emocional no siempre van de la mano. Entonces, mi trabajo es que se acepte emocionalmente la misión. Lo que hago desde acá mientras dure la misión, es que sigan funcionando como pareja, como grupo familiar a la distancia, porque el alejamiento físico no quita necesariamente la pérdida de protagonismo. Ahora, en todas las misiones hay buenas fuentes de comunicación, lo que trae mucha estabilidad emocional y certidumbre de contacto.

-¿Y cuando ellos vuelven?

-Es todo un tema. Porque seis meses de haber estado sola, frente a su casa, a los chicos, decidiendo y todo lo demás, significa que esa persona cambió. No necesariamente para mal. Es más independiente, aprendió nuevas cosas, tuvo tiempo libre para dedicarse a la computación, los chicos se acostumbraron a pedirle permiso y la familia a funcionar sin padre. Y él, allá lejos, se olvidó de la cotidianeidad, de la rutina, de que hay que pagar una cuenta, etcétera. Todos queremos volver a estar juntos.

-¿Cómo se recompone esa relación?

-Primero, trabajándolo mucho y sabiendo lo que va a pasar. Es natural que después de tanto tiempo de separación las madres, los padres y los hijos tengan que darse un tiempo para volver a estar todos juntos, porque todos han cambiado. Entonces, al principio el padre es tratado como una visita y encima viene de trabajar en la UN, está de licencia y sentado en el living. Es un tiempo de demanda emocional. Es ambivalente, al mismo tiempo que quiere estar se siente raro. A veces, cuesta despegarse de la realidad de Haití y volver a la propia. Esto pasa. Lo importante es saber que a uno le va a suceder. Es un tiempo ganado.

-Es una manera de prevenirlos.

-Claro, porque esto no le pasa a uno solo sino a la mayoría. En 2001, hicimos una investigación con estos temas y elaboramos una herramienta pedagógica que es una estructura de referencia común y tuvo éxito porque fue testimonial, basada en la experiencia de muchos.
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DEF DIGITAL
http://www.defdigital.com.ar/index....d=434:un-dia-con-los-cascos-azules&Itemid=112
 
Para el que no me conoce, aclaro que el tema me tocó de cerca porque mi novio participó de la FTA32 en Chipre.

En general se cree que la familia de un militar "sabe" que está expuesta a que viaje, corra riesgos, a la separación temporal. Pero lo racional y lo emocional no siempre van de la mano.

Llevaba 2 años y 3 meses de novia cuando él se fue a la Misión de Paz. Recién ahí me di cuenta que lo que me habían dicho con respecto a ser la pareja de un militar era cierto. Siempre pensé que él iba a estar cerca y que el día que se fuera, yo me iría con él, pero no podía acompañarlo en este viaje. Cuando se fue sentí un inmenso vacío que no lograba llenar con nada. La vida te cambia de la noche a la mañana. De hablar con él todos los días te encontrás incomunicada por una semana, hasta que se acomodan y luego depende de donde se encuentren puede que lo ubiques o no.
Se fue en septiembre, así que las fiestas de fin de año las pasamos separados. Para sentirlo más cerca le envié una encomienda que salió de Buenos Aires en noviembre y llegó allá en enero!! (ni el correo me acompañó).
Tienen internet, pero las seis horas de diferencia pesaban durante la semana. Yo trabajaba dos turnos, cuando me desocupaba él ya estaba durmiendo, así que para estar despiertos y bien atentos los dos teníamos que esperar al fin de semana.
Igual recuerdo que cuando caí en la cuenta de cuán lejos estaba de casa, fue la mañana que me desayuné con los noticieros pasando imágenes del conflicto en la Franja de Gaza. Ese día fue tremendo, pensé que como ellos estaban tan cerca de la zona serían llamados a intervenir. Por suerte algunos foristas de ZM me dejaron más tranquila con sus posts.

Porque seis meses de haber estado sola...significa que esa persona cambió. No necesariamente para mal. Es más independiente, aprendió nuevas cosas, tuvo tiempo libre para dedicarse a la computación. Y él, allá lejos, se olvidó de la cotidianeidad, de la rutina, del que hay que pagar una cuenta etcétera.

Al principio se te viene el mundo abajo..., pero hay que seguir. Trabajando afuera y en la casa, los días se pasan y uno se va acostumbrando.
Para que la comunicación sea más económica contraté el servicio de internet y aprendí a manejarme en la computadora (como dice en la nota). Es muy lindo cuando estás chateando, pero cuando llega la despedida, te quedás mirando la pantalla por un rato.
Aunque tenía algún conocimiento de qué actividades se realizaban en una Misión de Paz, ya que tengo un tío militar, igual empecé a buscar información en internet y fue así como encontré Zona Militar, donde conocí a G lock y a AIMARA que me tuvieron la santa paciencia con las preguntas que les hacía.
Así émpecé a meterme en el foro y llenando las horas vacías. Más tarde, encontré que se podían cursar algunas materias del CBC de la UBA por la red, así que decidí ponerme a estudiar. Digamos que empecé a acostumbrarme a su ausencia en mi casa y a rodearme de un nuevo círculo de personas (aunque esto era virtualmente).

Es natural que después de tanto tiempo de separación...tengan que darse un tiempo para volver a estar todos juntos, porque todos han cambiado.

Aunque me estaba acostumbrando a estar sola en mi casa, yo seguía enamorada de él y cada día que pasaba era una marca más en el almanaque, y una gran alegría porque faltaba menos para el reencuentro.
Durante seis meses respeté la relación que teníamos y lo esperé ansiosa, pero su regreso no fue como esperaba. A la distancia uno idealiza a la otra persona, y cuando esta vuelve, se da cuenta que no es lo que esperaba. La rutina cambió, los tiempos son otros y aunque varios del foro saben que los días previos a su regreso fueron de una ansiedad y alegría enorme, cuando mi sargento volvió no fue igual.
Lamentablemente nos tuvimos que tomar un tiempo. Después de seis meses de separación ¡tomarnos un tiempo!, de no creer, pero fue así. Volvimos a estar juntos unos meses, pero al final la relación se terminó.
Lo extraño muchísimo, pero en nuestro caso la distancia nos cambió y terminamos separándonos. Igual una pareja no termina por un sólo hecho, pero digamos que su partida a Chipre pesó y mucho.

¡Ojo! cada persona es diferente y esto no tiene por qué ser igual en otros casos (ojalá que no, porque es muy triste), pero Pulqui me invitaste a contar mi experiencia y esto es lo que me pasó.

Saludos
Beth
 

pulqui

Colaborador
Muchas Gracias Beth por contar algo de tu vida privada que la dá otra cara a los temas que siempre tratamos en el foro.

Realmente te lo agradezco, hace todo un poco más humano.
 

g lock

Colaborador
¡¡Sos grossa, Maggie, sabelo!!
Gracias por compartir algo tan íntimo y profundo con nosotros, tus Amigos...

Un abrazo!!
 

pulqui

Colaborador
Organismo 371 - ESTADO MAYOR CONJUNTO DE LAS F.F.A.A.
Oficina 0072/000 - DTO. EJECUCION PRESUPUESTARIA
Teléfono 4346-8600 Int. 8303
e-Mail [email protected]
Procedimiento Licitación Pública 14/2009
Última Etapa Convocatoria
Objeto de la Contratación CONTRATACION DE UN SERVICIO DE ENLACES SATELITALES ENTRE EL EMCFFAA Y HAITI ESTACION (GONAIVES, PUERTO PRINCIPE, SAINT MARC).
Última Actualización 08/01/2010
Fecha de Apertura 01/02/2010 10:00
Rubro ALQUILER
 
Según BBC, CNN, Reuters y otros: magnitud 7.4 (¡muy grande!) con dos replicas 5.5 y 5.9. Pleno centro de Port au Prince a entre 8 y 10 km de profundidad. Ya hay edificios destruidos, entre ellos un hospital.
El Centro de Catastrofes prevee grandes daños humanos y materiales. Se espera evaluación.
Se acaba de informar de 3 Cascos Azules Brasileros fallecidos.

Si algo vale mi experiencia esto va para grande y mas aun en Haiti.
Veremos.
Slds
 
Estan pasando en TN hay peligro de Tsunami, no hay comunicaciones en Puerto Principe , y se derrumbo un hospital.
Esperemos que las Fuerzas ONU en especial nuestros compatriotas cumpliendo con su mision esten a salvo e invito a una oracion por su seguridad.
 
Estan pasando en TN hay peligro de Tsunami, no hay comunicaciones en Puerto Principe , y se derrumbo un hospital.
Esperemos que las Fuerzas ONU en especial nuestros compatriotas cumpliendo con su mision esten a salvo e invito a una oracion por su seguridad.

La alerta de Tsunami fue suspendida, ya estan llegando equipos de television desde Rep. Dominicana y mandando reportes via satelital.

Al menos las fuerzas chilenas en la isla no han perdido comunicacion y han aclarado que tienen todo su contingente a salvo y en alerta a lo que la ONU les encomiende.

http://www.latercera.com/contenido/678_217134_9.shtml
 

Juanma

Colaborador
Colaborador
La verdad, patetico lo de los diarios en no informar que hay tropas argentinas en el lugar. No es detalle menor.
Esperemos que esten bien como asi los demas contingentes de la ONU para que puedan prestar pronta asistencia.
 
Deseo que nuestra gente este bien y que las vidas que lamentar sean pocas, contra la naturaleza no se puede pero pidamos por el bienestar de todos, cronica esta con sus titulos catastrofes hace un rato, espero que se solucione esto y el mundo mire un poco mas a haiti.

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Eso es verdad juanma parece que no saben que hay tropas argentinas en mision de la onu, ni el canal estatal muestra algo, ya que son argentinos en mision pacifica, pero ya no me sorprende nada, hay cosas mas importantes supongo.
 
No habría argentinos entre las víctimas del terremoto que devastó a Haití

13.01.2010 | El Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas informó que "no se han registrado novedades de personal en el contingente de cascos azules que integran la misión de paz" de la ONU.
Hasta lamedianoche, no se habían reportado argentinos entre las víctimas del terremoto que devastó a Haití, y en ese marco el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas informó que "no se han registrado novedades de personal en el contingente de cascos azules que integran la misión de paz" de la ONU.

"El contingente Haití XI está integrado por 552 efectivos del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, que se encuentran desplegados en la localidad de Gonaives, Saint Mart y en la ciudad de Puerto Príncipe", recordó un comunicado del EMC.

De acuerdo con los primeros informes, el terremoto se sintió con mayor intensidad en la ciudad de Puerto Príncipe, donde estaría focalizada la mayor cantidad de daños materiales.

Argentina aporta anualmente cascos azules a la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), establecida por la ONU desde 2004.

fuente : http://www.laprensa.com.ar/352159-N...s-del-terremoto-que-devasto-a-Haiti.note.aspx
 
Les dejo estos links...

http://www.emol.com/noticias/internacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=393594
Coronel chileno en Haití y terremoto: Será "impactante" lo que veremos en el día.



http://www.fotos.emol.com/?G_ID=13114
fotos de la tragedia.
 
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