Preocupación por la suerte de cuatro cascos azules argentinos desaparecidos
Son los únicos oficiales con los que no se pudo establecer comunicación en Puerto Príncipe
Daniel Gallo
LA NACION
La situación en Haití es caótica. A las edificaciones derrumbadas se sumaron al anochecer el pillaje y el desborde social sin ninguna contención. Así lo relataron a LA NACION fuentes militares que estuvieron en contacto con las fuerzas argentinas desplegadas en ese país.
El hospital reubicable de la Fuerza Aérea es casi el único centro de salud que funciona ahora en Puerto Príncipe. Armado en containers, no resultó dañado por la sucesión de potentes sismos. Desde allí se reportó que no había víctimas entre su personal. Pero los cuerpos de haitianos empezaban a contabilizarse por decenas en la playa de estacionamiento del hospital. Los médicos argentinos operaban anoche de a dos y tres personas en cada quirófano. El hospital local se había derrumbado.
También colapsó la base central de las Naciones Unidas. Se perdió comunicación con el edificio del chief commander de la ONU, donde estaban cuatro oficiales.
"Que se haya perdido la comunicación podría no significar nada, pero esos oficiales por lo general trabajan en el edificio que colapsó y a la hora del sismo. El cuartel general de la ONU colapsó por completo, al igual que el hotel internacional donde se alojan los funcionarios", dijo el capitán de navío de Infantería de Marina Rubén Galliussi, jefe del contingente argentino en Haití.
La Fuerza Aérea pudo verificar que están bien sus tres integrantes, un comodoro y dos vicecomodoros, destinados en el estado mayor de las fuerzas de la ONU.
Están a salvo también los integrantes de la sección de helicópteros de la Fuerza Aérea, que opera en el aeropuerto de Puerto Príncipe. También reportaron que todos los efectivos están bien en la base de Gonaïves, a 150 kilómetros de la capital y bastión del despliegue argentino en Haití. En ese lugar están instalados más de 300 militares argentinos que integran la misión internacional de las Naciones Unidas.
En Gonaïves se sintió el sismo durante 40 segundos. Todavía no se tenía en claro el efecto provocado entre la población local, con casas muy precarias, la mayoría con paredes sin terminar. Un grupo del contingente argentino se encontraba ayer de licencia, aunque se sabía que habían aprovechado el descanso para viajar a la República Dominicana, por lo que no estarían en riesgo.
Eso le informó el jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier general Jorge Chevalier, a la ministra de Defensa, Nilda Garré.
De todas maneras, las autoridades argentinas siguen los acontecimientos en Haití con mucha preocupación, ya que las dificultades en las comunicaciones telefónicas impedían tener una descripción precisa de lo que ocurría en ese lugar. Los contactos con las tropas argentinas se realizaron mediante teléfonos satelitales.
El contingente militar argentino en Puerto Príncipe sufrió sí la destrucción de viviendas, pero que en el momento de los temblores estaban desocupadas.
Otro de los problemas graves reportados desde la capital haitiana fue la rotura de la red de agua potable, situación que en esa ciudad agrava los inconvenientes más que en otros lugares. Los grupos militares argentinos empleaban anoche generadores de electricidad propios para abastecerse frente al corte de energía total que se vivía en Puerto Príncipe.
Las notificaciones enviadas por los militares argentinos también mencionaron el derrumbe del edificio habitado por las tropas brasileñas en Puerto Príncipe.