Haití
Ayuda humanitaria en Gonaives
Luego de la saga de huracanes que dejó en estado de emergencia a la ciudad de Gonaives, la tarea del Batallón Conjunto Argentino se centró en brindar ayuda humanitaria a la comunidad y apoyo a las ONGs durante las entregas de agua, medicamento y alimento a los pueblos damnificados. El sábado pasado se realizó otra distribución de arroz y aceite a 1.600 familias de Paso del Rey.
GONAIVES - Como parte del plan de apoyo a la comunidad, el sábado pasado el personal del Batallón Conjunto Argentino brindó seguridad a una distribución de alimentos que realizó Caritas Internacional en el pueblo Paso del Rey. Esa mañana 1.600 familias necesitadas recibieron 27 toneladas de arroz y aceite, un equivalente a 216 mil raciones.
Con la estabilización de la paz en Haití y luego de la crisis que generaron los 4 huracanes la principal tarea del personal de naciones unidas es de apoyo a la comunidad y ayuda humanitaria. Y como dijo el responsable de Caritas presente en la entrega, Ronald Jean-Mary “el trabajo no sería posible sin su apoyo. Ya intentamos hacerlo y no pudimos”.
El pueblito destinatario de la ayuda queda a 25 kilómetros de Gonaives (50 minutos de viaje). La distribución se realizó en la iglesia Nuestra Señora de la Asunción; a sus afueras y desde las 4 de la mañana miles de mujeres aguardaban su turno para recibir el alimento. Cuando llegaron los camiones las mujeres se amontonaron empujándose entre sí hasta no dejar nada de espacio.
“La entrega se hace a mujeres porque son más responsables que los hombres” dijo Ronald Jean Mary. Es que Haití es un matriarcado, ellas son las que trabajan para mantener el hogar y poder mandar a sus hijos a la escuela. “Previo a la entrega se realiza un relevamiento para identificar a las familias más necesitadas, a ellas se les da un ticket nomenclado que luego canjean por el alimento”, explicó Jean-Mary.
Impresiona ver a las mujeres embarazadas o ancianas tan flacas que parecen doblarse cargar los 25 kilos de arroz sobre sus cabezas. Es como si la fuerza les viniera de la necesidad y ya no importa siquiera que están descalzas, sacan una sonrisa de agradecimiento enorme y luego emprenden el camino de regreso a sus casas, en muchos casos horas a pie.
Gonaives después de los huracanes
La calle principal “Des Dates” ahora está transitable, pero unas semanas atrás el barro y agua acumulada hacían imposible la circulación. Aunque la situación ha mejorado, la imagen de la ciudad es desoladora: familias completas viviendo en los techos de sus casas -debajo de un toldo improvisado y un único colchón-, porque dentro están llenas de barro; autos enterrados hasta la mitad en plena calle. Desechos y agua estancada en acequias, olor a podredumbre. Y en medio de semejante postal una ciudad que busca recobrar su ritmo, a las seis de la mañana todos acuden al mercado (principal fuente de ingresos), a vender desde artículos de cosmética hasta caña de azúcar y carbón. Los que trabajan lo hacen de sol a sol porque no tienen alumbrado público, a las seis se los ve regresar a sus casas en los tap tap (camionetas taxis) cargando sus bultos.
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GACETA MARINERA
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