El Etendard IV, propulsado por un motor Snecma Atar 101 E, realizó su primer vuelo en 1956. Las pruebas de vuelo confirmaron las cualidades del avión, lo que atrajo la atención de la Armada francesa. En 1958 batió el récord mundial de velocidad en 1.000 kilómetros a una velocidad media de 1.020 km/h.