BERLIN.- En un fallo que podría revelar uno de los mayores misterios de la posguerra, la justicia alemana está a punto de decidir si publica las 4500 páginas de documentos clasificados relacionados con el escape del criminal nazi Adolf Eichmann a la Argentina y su posterior secuestro por agentes israelíes en Buenos Aires.
¿Cómo pudo Eichmann huir durante 15 años? ¿Quiénes lo ayudaron a escaparse hacia la Argentina? Estas preguntas, a pesar de remontarse a hechos de hace más de un lustro, siguen siendo secreto de Estado en Alemania, donde los servicios de inteligencia, BND, se resisten todavía a publicar los archivos.
El misterio podría tener ahora los días contados: el periodista alemán Gabriele Weber, asesorado por los abogados del estudio legal Guelen & Klienger, abrió una causa en el tribunal federal de Leipzig, para que los archivos puedan ser consultados y publicados en la prensa.
Eichmann tuvo una importancia fundamental en la planificación logística de la Shoah , el exterminio de seis millones de judíos de toda Europa. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial fue capturado por el ejercito de Estados Unidos. En 1946 logró escaparse y se escondió primero en distintos lugares de Alemania y después en Italia, donde se hizo pasar por un refugiado de nombre Ricardo Klement.
Con este mismo nombre viajó a la Argentina en 1950 y luego llevó a su familia entera. Cuando fue secuestrado por el Mossad (servicio secreto israelí), trabajaba como obrero en la firma Mercedes-Benz. Luego fue sacado del país sin que lo supieran autoridades argentinas y procesado y sentenciado a muerte en Israel en 1961. Fue ahorcado en Jerusalén en 1962.
Alemania y el Vaticano
El de Leipzig es un proceso muy delicado. El BND ha argumentado en un comunicado que el mantenimiento del secreto es necesario, ya que los archivos contienen información proporcionada por "servicios de inteligencia extranjeros".
La publicación de los documentos, según el BND, "podría afectar de manera negativa colaboraciones futuras entre otros servicios de inteligencia y los servicios de defensa alemanes".
El hecho de que los documentos sigan siendo clasificados ha despertado numerosas especulaciones acerca de su contenido. El abogado de Weber, Rainer Geulen, aseguró a la revista alemana Der Spiegel que los archivos podrían contener información explosiva acerca de cómo Eichmann dejó Alemania. "Hay buenas razones para creer que recibió apoyo desde Alemania, Italia y el Vaticano", dijo Geulen.
El periodista argentino Uki Goñi, experto en el caso Eichmann y que vivió mucho tiempo en Berlín (es autor del libro La auténtica Odessa , traducido también al alemán, acerca de cómo los criminales nazis se escondieron en la Argentina), está convencido de que la implicación de los servicios secretos extranjeros es una excusa para ocultar que, en realidad, Alemania no tenía interés en perseguir a los criminales escapados.
"El BND alega que la mayor parte de las 4500 páginas provienen de un servicio extranjero no identificado. Supuestamente sería el Mossad. Yo personalmente creo que es una gran excusa. Si existe un pedido de Israel de mantener el archivo secreto, Alemania debería demostrarlo", dijo Goñi a LA NACION.
Según afirmó, se pueden hacer una serie de hipótesis acerca del contenido: "Es muy probable que el archivo Eichmann de la BND demuestre que Alemania sabía perfectamente dónde estaba y no hizo nada". O también que "algunos de estos nazis hayan prestado servicios a la BND, como informantes, ya que en la BND, en la década de los 50, muchos ex nazis lo hacían", aseguró.
La reticencia de los alemanes hacia la búsqueda de los nazis escapados está bien documentada.
"¿Por qué creen ustedes que el fiscal de Auschwitz, Frank Bauer, viajó a Israel para proporcionar información acerca del paradero de Eichmann en lugar de informar a su país?", se preguntó Wilhelm Dietl, un ex agente del BND, autor de un libro acerca del rapto de Eichmann. "Porque no confiaba en que los alemanes quisieran de verdad encontrar a Eichmann", afirmó en una entrevista con Der Spiegel .
Sea cual fuere el contenido de los documentos, Ricardo Eichmann, hijo de Adolf, un arqueólogo afincado en Berlín, está de acuerdo con su publicación. "Ha llegado el momento de abrirlos para la evaluación académica", afirmó en un e-mail enviado a LA NACION, en el que, sin embargo, dijo que no podía añadir nada más sobre el tema.
La nacion
¿Cómo pudo Eichmann huir durante 15 años? ¿Quiénes lo ayudaron a escaparse hacia la Argentina? Estas preguntas, a pesar de remontarse a hechos de hace más de un lustro, siguen siendo secreto de Estado en Alemania, donde los servicios de inteligencia, BND, se resisten todavía a publicar los archivos.
El misterio podría tener ahora los días contados: el periodista alemán Gabriele Weber, asesorado por los abogados del estudio legal Guelen & Klienger, abrió una causa en el tribunal federal de Leipzig, para que los archivos puedan ser consultados y publicados en la prensa.
Eichmann tuvo una importancia fundamental en la planificación logística de la Shoah , el exterminio de seis millones de judíos de toda Europa. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial fue capturado por el ejercito de Estados Unidos. En 1946 logró escaparse y se escondió primero en distintos lugares de Alemania y después en Italia, donde se hizo pasar por un refugiado de nombre Ricardo Klement.
Con este mismo nombre viajó a la Argentina en 1950 y luego llevó a su familia entera. Cuando fue secuestrado por el Mossad (servicio secreto israelí), trabajaba como obrero en la firma Mercedes-Benz. Luego fue sacado del país sin que lo supieran autoridades argentinas y procesado y sentenciado a muerte en Israel en 1961. Fue ahorcado en Jerusalén en 1962.
Alemania y el Vaticano
El de Leipzig es un proceso muy delicado. El BND ha argumentado en un comunicado que el mantenimiento del secreto es necesario, ya que los archivos contienen información proporcionada por "servicios de inteligencia extranjeros".
La publicación de los documentos, según el BND, "podría afectar de manera negativa colaboraciones futuras entre otros servicios de inteligencia y los servicios de defensa alemanes".
El hecho de que los documentos sigan siendo clasificados ha despertado numerosas especulaciones acerca de su contenido. El abogado de Weber, Rainer Geulen, aseguró a la revista alemana Der Spiegel que los archivos podrían contener información explosiva acerca de cómo Eichmann dejó Alemania. "Hay buenas razones para creer que recibió apoyo desde Alemania, Italia y el Vaticano", dijo Geulen.
El periodista argentino Uki Goñi, experto en el caso Eichmann y que vivió mucho tiempo en Berlín (es autor del libro La auténtica Odessa , traducido también al alemán, acerca de cómo los criminales nazis se escondieron en la Argentina), está convencido de que la implicación de los servicios secretos extranjeros es una excusa para ocultar que, en realidad, Alemania no tenía interés en perseguir a los criminales escapados.
"El BND alega que la mayor parte de las 4500 páginas provienen de un servicio extranjero no identificado. Supuestamente sería el Mossad. Yo personalmente creo que es una gran excusa. Si existe un pedido de Israel de mantener el archivo secreto, Alemania debería demostrarlo", dijo Goñi a LA NACION.
Según afirmó, se pueden hacer una serie de hipótesis acerca del contenido: "Es muy probable que el archivo Eichmann de la BND demuestre que Alemania sabía perfectamente dónde estaba y no hizo nada". O también que "algunos de estos nazis hayan prestado servicios a la BND, como informantes, ya que en la BND, en la década de los 50, muchos ex nazis lo hacían", aseguró.
La reticencia de los alemanes hacia la búsqueda de los nazis escapados está bien documentada.
"¿Por qué creen ustedes que el fiscal de Auschwitz, Frank Bauer, viajó a Israel para proporcionar información acerca del paradero de Eichmann en lugar de informar a su país?", se preguntó Wilhelm Dietl, un ex agente del BND, autor de un libro acerca del rapto de Eichmann. "Porque no confiaba en que los alemanes quisieran de verdad encontrar a Eichmann", afirmó en una entrevista con Der Spiegel .
Sea cual fuere el contenido de los documentos, Ricardo Eichmann, hijo de Adolf, un arqueólogo afincado en Berlín, está de acuerdo con su publicación. "Ha llegado el momento de abrirlos para la evaluación académica", afirmó en un e-mail enviado a LA NACION, en el que, sin embargo, dijo que no podía añadir nada más sobre el tema.
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