Los frentes abiertos de la Casa Blanca: la insurgencia no cede en los campos de batalla
Afganistán: temen un revés de la OTAN
Lo expresó el enviado de la ONU en Kabul, para quien las tropas aliadas no están en condiciones de vencer a los talibanes
KABUL.- En momentos en que la guerra en Afganistán se convierte en un conflicto cada vez más costoso y peligroso, las Naciones Unidas advirtieron ayer que las tropas de la OTAN allí presentes no están en condiciones de vencer por sí solas a la insurgencia talibana, por lo que deberán entrenar al ejército nacional afgano.
La advertencia de la ONU coincidió con un dramático llamado del presidente afgano, Hamid Karzai, que manifestó ayer que "el trabajo aún no está terminado" en su país a raíz de la amenaza terrorista.
Tom Koenigs, diplomático que encabeza la misión de la ONU en Kabul, afirmó durante una entrevista con el diario británico The Guardian: "La OTAN está trazando un panorama demasiado optimista. Ellos creen que pueden ganar la guerra [contra los talibanes]. Pero no hay soluciones rápidas y fáciles".
Para Koenigs, el entrenamiento de las fuerzas armadas afganas para vencer a los talibanes "es crucial".
"Estas fuerzas [afganas] pueden ganar la batalla. Pero contra una insurgencia semejante, las tropas internacionales no podrán vencerlas", dijo el diplomático. El representante especial de la ONU declaró también que para hablar de victoria no es suficiente con "matar talibanes".
"Se debe ganar la aceptación de la población local, y esto se logra con un buen liderazgo, políticas decentes, manteniendo la diplomacia con Paquistán y ayudando con planes de desarrollo", destacó Koenigs. "[Si no] los talibanes se reagruparán en campos de refugiados paquistaníes y en madrazas [escuelas religiosas musulmanas], y regresarán con un mayor número para la próxima primavera", sentenció.
Las declaraciones de Koenigs llegan un día después de que el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, pidió un acción más decidida de todas las tropas que conforman la alianza atlántica y urgió a los países miembros que eliminen las restricciones que pesan sobre los soldados presentes en Afganistán.
El pedido de Hoop Scheffer se produce porque algunos de los 37 países que contribuyen con soldados a las fuerzas de la OTAN -que tienen 31.000 hombres en Afganistán- se han negado a combatir contra la guerrilla talibana y dejaron la tarea a las fuerzas de Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña y Holanda.
Los soldados franceses, alemanes e italianos patrullan sectores relativamente tranquilos del norte del país, con limitaciones que ellos mismos se han impuesto, y los mantienen alejados de los operativos de combate.
En ese sentido, el ministro de Defensa alemán, Franz Josef Jung, volvió a descartar ayer que su país despliegue tropas de combate en la zona sur de Afganistán, el principal bastión insurgente.
Por su parte, el ministro de Defensa británico, Des Browne, afirmó esta semana que el futuro de la OTAN está directamente vinculado al futuro de Afganistán.
"La población afgana, la británica y los talibanes nos están mirando. Si somos indecisos o nos dividimos, los talibanes se reforzarán, mientras nosotros nos desesperamos", destacó.
Las declaraciones de los funcionarios y militares que alertaron sobre la situación en Afganistán se fueron acumulando en los últimos días, a medida que recrudecen los enfrentamientos con los talibanes y se multiplican los atentados insurgentes.
Escalada
La violencia se ha incrementado durante el último año en todo el país, y 2006 se ha convertido en el año más sangriento desde la caída del régimen talibán a fines de 2001. Más de 3700 personas han muerto por hechos de violencia relacionados con la insurgencia, y los rebeldes han perpetrado una cantidad récord de atentados.
Ante una situación cada vez más descontrolada tanto en Afganistán como en Irak, la Casa Blanca pedirá al Congreso entre 127.000 y 160.000 dólares suplementarios para financiar ambos conflictos.
Ante la escalada de violencia, el presidente afgano, Hamid Karzai, pidió ayer urgentemente apoyo sostenido de la comunidad internacional, pues la guerra contra el terrorismo "no puede ganarse con vacilación e inseguridad".
"El trabajo no está aún terminado", dijo Karzai en la conferencia regional inaugurada ayer en Nueva Delhi para buscar cooperación económica con Afganistán. "La guerra que libramos juntos contra el terrorismo internacional no puede ganarse con vacilación e inseguridad", añadió.
"Para ganar la guerra, necesitamos la asociación duradera de aliados confiables y firmes", dijo.
En este contexto, el grupo Acbar, una coalición de organizaciones humanitarias internacionales y afganas, declaró que la crisis en ese país demuestra "la necesidad urgente" de repensar las estrategias militares, políticas y de reducción de pobreza.
Sin embargo, los comandantes de la OTAN insisten en que los talibanes han perdido muchos miembros desde que se lanzó la llamada Operación Medusa, una misión que comenzó en septiembre pasado y mató a unos 1000 insurgentes en la zona de Kandahar, en el sur del país.
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