Irak destituye al gobernador de Kirkuk por apoyar el referéndum de independencia kurdo
El Parlamento iraquí destituyó hoy al gobernador kurdo de la provincia de Kirkuk por apoyar la celebración del referéndum de independencia de la región del Kurdistán, una medida que amenaza con aumentar las tensiones en la región de cara a la consulta del próximo 25 de septiembre.
El presidente de la Cámara, Salim al Yaburi, anunció que la destitución del gobernador Neshmedin Karim se produjo a petición de la oficina del primer ministro iraquí, el chiita Haidar al Abadi, según una fuente parlamentaria citada por la agencia de noticias EFE.
En la tensa sesión parlamentaria, 187 legisladores principalmente árabes y turcomanos votaron a favor de la destitución, mientras los legisladores kurdos, tras intentar infructuosamente boicotear la votación, se retiraron de la cámara.
El Parlamento había votado esta semana contra el referéndum que el gobierno central de Irak rechaza por "ilegal e inconstitucional" y que se celebrará en tres gobernaciones que conforman esa región autónoma, así como en áreas disputadas -como Kirkuk- que están controladas por las fuerzas kurdas.
El mismo día que el Parlamento iraquí rechazara el referéndum, el presidente del Kurdistán, Masud Barzani, visitó Kirkuk para reunirse con líderes políticos y jeques de las tribus árabes, en el marco de las tensiones por los planes de celebrar la consulta.
Según un comunicado emitido por la provincia de Kirkuk, Barzani acudió a la zona para escuchar las opiniones de los dirigentes locales sobre el referéndum que los kurdos planean realizar también en esta zona situada fuera del Kurdistán.
Barzani aseguró esta semana a la cadena británica BBC que está dispuesto a delinear las fronteras de un futuro Estado kurdo si Irak no acepta un voto por la independencia y advirtió que los kurdos están listos para luchar contra cualquier grupo que trate de modificar por la fuerza la "realidad" en la esta región petrolera.
Kirkuk depende de Bagdad, pero la Constitución iraquí establece que debe celebrarse un referéndum en la provincia para decidir si sus habitantes quieren que forme parte del Kurdistán, región que tiene una amplia autonomía y cuyas autoridades tienen aspiraciones independentistas.
Sin embargo, el Ejército kurdo, conocido como "Peshmerga", palabra que también designa a sus integrantes, se encarga de la seguridad de Kirkuk desde que las tropas iraquíes abandonaron la zona en 2014 en plena ofensiva del grupo islamista radical Estado Islámico (EI).
El referéndum es rechazado por Turquía e Irán, dos países que tienen importantes comunidades kurdas que también exigen la independencia o una mayor autonomía.
Hoy, el canciller turco, Ahmet Davutoglu, advirtió a las autoridades del Kurdistán que "pagarán un alto precio" si mantienen su plan de celebrar el referéndum de independencia.
"Si las autoridades del Kurdistán iraquí insisten en su postura respecto a este referéndum, a pesar de todos los consejos amistosos, hay que tener en cuenta que, con certeza, habrá un precio a pagar", señaló el canciller en un comunicado que no precisa cuáles será ese precio.
"En este sentido invitamos a las autoridades del Kurdistán iraquí a reaccionar cuanto antes con sentido común y a abandonar su postura equivocada", agregó.
En la nota, se aplaude la decisión tomada el pasado martes por el Parlamento de Irak de declarar ilegal el referéndum.
El gobierno del Kurdistán iraquí mantiene buenas relaciones con Turquía, y Barzani viaja con cierta frecuencia a Ankara.
El Kurdistán iraquí, que exporta su petróleo principalmente por oleoductos y por tierra a través de Turquía y la región, es un importante mercado para las empresas turcas, y goza de un estatuto de autonomía desde la década de 1990 que le fue reconocido en la Constitución de 2005, que define a Irak como un Estado federal.
Télam