152 años trabajando en la formación militar
La Escuela Naval Militar ubicada en Río Santiago es el lugar donde se forman los futuros Oficiales de la Armada Argentina. Un nuevo aniversario de su creación invita a recordar su historia y a realizar un repaso por su actualidad.
sábado 5, octubre 2024
La educación es un pilar fundamental para la construcción de la Nación. Los grandes pensadores apostaron a diferentes proyectos en pos de brindar espacios donde los hombres y mujeres se formen según los requerimientos de cada etapa.
Dentro del ámbito militar, se sienta como primer antecedente la creación en 1869 del Colegio Militar de la Nación. Dicho proyecto estuvo encabezado por el entonces Presidente Domingo Faustino Sarmiento. Sin embargo, si se habla sobre la historia de la Escuela Naval Militar, siempre se toma como punto de partida el proyecto impulsado por Clodomiro Urtubey en 1870.
En 1872 se sancionó la Ley de Armamento que preveía incorporar nuevas unidades de guerra. Esto, sumado a la experiencia de la Guerra de la Triple Alianza, derivó en la sanción de la Ley 568 del 5 de octubre de 1872, que establecía la fundación de la Escuela Naval a bordo del vapor “General Brown”.
La Escuela Naval Militar (ESNM) tuvo como objetivo desde sus inicios formar ética, militar, académica, profesional y físicamente a los futuros oficiales de la Armada. El eje estuvo puesto en la instrucción para la conducción de personal, la administración y el empleo de sistemas navales, con el objetivo de prepararlos para el ejercicio de las funciones y responsabilidades de su competencia.
Con las metas claras, la ESNM encontró su asiento en diferentes buques, pero siempre con la misma esencia. Pasó por el vapor “Coronel Espora”, luego nuevamente el vapor “General Brown”, la cañonera “Uruguay” y una tercera estadía en el vapor “Brown”. Ya para 1881, dada la complejidad de las actividades académicas, la instrucción comenzó a brindarse en una edificación situada en Capital Federal.
En ese entonces asumió como Director el Teniente de Navío Francisco Beuf, quien implementó un nuevo reglamento interno y un plan de estudios más estricto. Aplicó normas modernas de enseñanza –tanto teóricas como prácticas–; redujo los años de estudio y dividió a los cadetes según fueran los estudios preparativos o profesionales.
A principios de 1888, la Escuela se trasladó al pueblo de Diamante en Entre Ríos, teniendo su asiento en la corbeta “Chacabuco”. En 1893 regresó a Buenos Aires, al barrio porteño de Palermo, en la histórica residencia del Gobernador Juan Manuel de Rosas y en 1899, se mudó al barrio de Caballito, por una década, hasta su asiento en Río Santiago.
Pasados más de 30 años, en 1937 el Estado decidió cumplir una promesa largamente esperada: darle a la Escuela una sede propia, de acuerdo a las necesidades del momento. Es así que se sancionó la Ley que autorizó la construcción del edificio que actualmente ocupa, colocándose la piedra fundamental en febrero de 1938. El traslado se inició en 1942 y las actividades comenzaron en su totalidad en 1944.
La actualidad de la Escuela Naval Militar
Hoy la ESNM agrupa a 300 cadetes, desde 1° a 5° año. Toman clases teórico-prácticas vinculadas al ámbito naval y al desarrollo de actividades deportivas, como navegación a remo, vela, natación, fútbol, prácticas de artes marciales, rugby, hockey, esgrima, entre otros deportes, que contribuyen a proveer una completa formación física. Asimismo, embarcan en unidades de la Flota de Mar y de la Escuadrilla de Ríos y participan de adiestramientos en destinos de la Infantería de Marina, para conocer de cerca el quehacer naval.
“El desafío siempre es mantenerse a la vanguardia, tanto en la enseñanza de las herramientas tecnológicas disponibles, como en el empleo más eficiente del tiempo disponible para adiestramiento técnico-profesional. Este año se han incorporado las Lanchas de Instrucción para Cadetes, que nos aseguran una formación náutica progresiva durante los 4 años de instrucción”, explicó el Contraalmirante Pablo Germán Basso, Director del instituto educativo.
En este mismo sentido, el Contraalmirante Basso detalló que más allá de la formación náutica y profesional, desde la Escuela se busca fomentar el interés de los Cadetes por las muchas ramas de desarrollo que ofrece la carrera de Oficial de Marina. Esto exige actualizar los contenidos permanentemente, lo cual queda evidenciado en iniciativas como la próxima inauguración del Gabinete de Cyberdefensa.
Ser Director de la ESNM invoca una reflexión sobre el camino de formación transitado. Es así que el Contraalmirante expresó: “Para mí es un orgullo ocupar este lugar. Me permite ver en retrospectiva, con la visión consciente de haber transitado la carrera, cuáles son las herramientas que más sirven a los futuros Oficiales de la Armada Argentina”.
Además, reflexionó sobre las cualidades que favorecen la adaptación al ámbito militar, por ejemplo, inteligencia, capacidad física, liderazgo. “Sin embargo, lo que definitivamente marca el buen rendimiento de los cadetes a futuro es la perseverancia y la capacidad de auto superación”, concluyó.
Hoy como ayer, la enseñanza del arte de navegar, junto a las tradiciones y la camaradería son algunos de los pilares en la formación de los jóvenes hombres y mujeres que, impulsados por una profunda vocación de servir a la Patria, ingresan a la Escuela Naval Militar para completar sus conocimientos académicos, sumando valores que forjarán a los futuros custodios de los intereses argentinos en y desde el mar.
Créditos: Gaceta Marinera Digital