Zarpó la fragata ARA “Libertad”
23-4-2016 | El buque escuela de la Armada Argentina comenzó el XLV viaje de Instrucción acompañado por autoridades navales, familiares y amigos.
Buenos Aires - La jornada inició muy temprano cuando el sol no había iluminado aún el puerto de Buenos Aires y centenares de personas llegaron de todo el país para despedir a la tripulación del buque escuela, fragata ARA “Libertad”, que hoy comenzó el XLV Viaje de Instrucción.
Estuvo presente el Subjefe del Estado Mayor General de la Armada, Vicealmirante Horacio Nadale, acompañado por el Director General de Personal y Bienestar, Contralmirante Guillermo Tyburec; el Secretario General, Contralmirante Jorge Lorenzo Cisneros; y el Director General de Educación, Contralmirante Gustavo Krasser, entre otras autoridades navales.
La despedida comenzó a la seis de la mañana cuando se presentaron los 351 tripulantes, hombres y mujeres: oficiales, suboficiales, guardiamarinas en comisión e invitados, acompañados de sus seres queridos para embarcarse en la fragata ARA “Libertad”.
Todos llegaron con tiempo para acomodar banderas, carteles, globos y encontrarse unidos en una misma causa. Así fue que, entre todos, sacaron esa fuerza que hace la unión. Abuelos, padres, hijos, amigos, vecinos, despidieron a sus seres queridos. Una hora después comenzó a llover incesantemente hasta que se dieron el último abrazo, el último beso y se pronunciaron las últimas palabras, para abordar finalmente el buque escuela y dar inicio a la maniobra de zarpada.
A bordo la tripulación formó en cubierta, los gavieros adoptaron posición en los palos y pronto vieron quitar las planchadas. En simultáneo se escucharon los acordes de la Banda de Música de la Armada y la “Libertad” comenzó a moverse y apuntó su proa hacia el final de la Dársena. En tierra nadie quitó la vista, hasta que la niebla y el horizonte no permitieron ver más su estela.
Los que se quedan en tierra
El momento de partir es tan importante como el hecho de navegar. Por eso es esencial el apoyo de la familia y los seres queridos.
Para Lita y Nelly, las abuelas del Guardiamarina en Comisión Emiliano Lipiski, haber viajado desde Bahía Blanca y Córdoba respectivamente, fue necesario para asistir a la concreción de la “ilusión” de Emiliano “de toda su vida”, tanto por la profesión elegida como por continuar los pasos de su padre, marino también.
Cecilia, esposa del Teniente de Navío Martín Villalba y sus dos hijos, Benjamín y Juan Ignacio, llegaron de Bahía Blanca; mientras que sus padres María Elena y Néstor se trasladaron desde un barrio porteño.
“Es un sueño que tienen todos los marinos y que compartimos con Martín. Un viaje hermoso para disfrutar”, dijeron los padres. “Muchos éxitos a todos y que los vientos los acompañen”, agregó su esposa Cecilia.
Oriunda de Salta capital, la Cabo Segundo Cecilia Montel, es la primera mujer Infante de Marina embarcada en la “Libertad”, primer destino al que accedió por su promedio en la Escuela de Suboficiales. Vivió ese momento acompañada por amigas y su novio que sostenía globos rojos con forma de corazón, sobresaliendo entre la gente.
Norma Beatriz, madre del Guardiamarina en Comisión Juan Manuel Ojeda, de Resistencia, Chaco, junto a la abuela Leotilde Griselda de 79 años y oriunda de Hurlingan, no querían perderse el momento. Juan Manuel es el único marino en la familia y las lágrimas en los rostros de su madre y abuela fueron de orgullo, según manifestaron ellas, por “llegar a este momento”.
Josefina Del Pino, hermana de Santiago, Guardiamarina en Comisión, se sintió contenta de acompañarlo y apoyarlo por seguir el camino de su padre marino, honrando la profesión naval.
El orgullo en los ojos, las manos fuertemente agarradas destacaron a los mendocinos Delmo y Carmen, padres de un guardiamarina: “Es mucho el sacrificio que hay que hacer para que pueda estudiar acá. Nosotros somos gente muy humilde y esto es un regalo del cielo”.
Crèditos: Gaceta Marinera Digital