GESTA DE MALVINAS
En la Base Aeronaval Calderón, situada en la isla Borbón, se encontraban dos pilotos de combate que se habían eyectado, el mayor Puga y el capitán Díaz, y los restos del teniente Volponi tras haberse estrellado su avión en cercanías de la Base.
Para rescatarlos se planificó una arriesgada operación y se eligió al Twin Otter por su autonomía y capacidad en pistas no preparadas. Debía salir desde una base de la costa argentina, aterrizar en Malvinas e inmediatamente emprender el regreso.
Sus tripulaciones, ambientadas al hostil clima de la Patagonia, podrían sortear cualquier situación meteorológica adversa.
Desarmado y de baja velocidad este avión era una fácil presa para los Harriers o los misiles.
A pesar de eso, despegaron el 29 de mayo de 1982 al mando del primer teniente Uriona mientras que el Fokker F-27 era pilotado por el capitán Miño.
Ambos volaron rasantes sobre el mar para evitar ser detectados. El F-27 quedó orbitando en una posición intermedia para hacer enlace de comunicaciones al Twin Otter y éste continuó hasta la Gran Malvina para aterrizar en la pista de 700 metros de la isla Borbón.
Se aligeró de combustible para poder llevar también a tres oficiales de la Armada y a un soldado herido que no estaban previstos, regresando sin novedad.
Sin dudas, esta es otra de las misiones exitosas de penetración al cerco británico llevada a cabo hasta con el más lento de los aviones como era el Twin otter, demostrando la capacidad y el valor de nuestros pilotos.