Centro Europeo de Entrenamiento del F-16
El piloto rumano realiza su vuelo inaugural en colaboración con la Real Fuerza Aérea Holandesa y un instructor de Lockheed Martin.
Un piloto rumano, formado en el Centro Europeo de Entrenamiento de F-16 (EFTC), realizó el 15 de enero el primer vuelo con un avión F-16 suministrado por la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos (RNLAF).
El anuncio lo hizo el Ministerio de Defensa rumano el jueves (18/01).
El piloto estuvo acompañado por un instructor de Lockheed Martin. Actualmente, siete pilotos rumanos reciben formación teórica y práctica en el EFTC. El entrenamiento incluye el uso del simulador F-16 de la Fuerza Aérea Rumana, con el objetivo de alcanzar el nivel "Mission Ready", dijo el Ministro de Defensa en Facebook.
El EFTC, ubicado en la 86.ª Base Aérea “Teniente Aviador Gheorghe Mociornita” en Fetesti, sirve como centro internacional para la formación de pilotos de F-16. La iniciativa tiene como objetivo mejorar la interoperabilidad entre aliados y crear estándares operativos comunes. El Ministerio de Defensa rumano proporciona instalaciones de entrenamiento y apoyo al país anfitrión, la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos proporciona el avión F-16 y Lockheed Martin aporta instructores y mantenimiento. Actualmente, los pilotos rumanos son los únicos que participan en la formación en el EFTC.
En noviembre de 2023, la base aérea de Fetesti inauguró el primer centro europeo de entrenamiento de F-16. Lockheed Martin, junto con los subcontratistas Daedalus Aviation Group, Draken International, GFD (una subsidiaria de Airbus Defence and Space) e ILIAS Solutions, colaboran para brindar entrenamiento sobre el F-16. El equipo es responsable de organizar, programar, operar y mantener los cazas F-16 proporcionados por la Real Fuerza Aérea Holandesa. El objetivo va más allá de la formación de pilotos para garantizar la eficacia y seguridad de los pilotos rumanos que operan F-16.
El acuerdo de colaboración tiene como objetivo estandarizar las prácticas operativas y fortalecer las capacidades dentro de la Alianza del Atlántico Norte, abordando específicamente los desafíos en la región del Mar Negro y Europa del Este. La RNLAF seguirá siendo propietaria del avión y mantendrá los derechos soberanos en virtud del acuerdo.