Discurso pronunciado por la Ministra de Seguridad Dra. Nilda Garré, en el "Acto Central por el 73° Aniversario del día de la Gendarmería Nacional"
Muy buenos días a todos y a todas. Estamos aquí reunidos para conmemorar un aniversario más de aquel 28 de julio de 1938 en el que el Honorable Congreso de la Nación aprobara la creación de la Ley 12.367 a la Gendarmería Nacional Argentina, con el objetivo de custodiar los límites de la República, preservar su soberanía y proteger a los ciudadanos que habitaban los territorios fronterizos.
La Gendarmería es una fuerza que a lo largo de su historia ha dado cuenta de un sólido compromiso con la misión para la que fue concebida. Tanto en su dimensión de apoyo al Sistema de Defensa Nacional como en su rol contribuyente a la seguridad ciudadana, su trayectoria registra muestras de coraje y profesionalismo de sus integrantes.
Ejemplo elocuente de esta afirmación son los operativos comando del Escuadrón Alacrán en la guerra por nuestras Islas Malvinas, precisamente en los momentos más cruentos del conflicto hacia fines de mayo de 1982, jornadas que siempre recordaremos con emoción. Rendimos hoy homenaje a esos gendarmes que entregaron sus vidas, a su valentía y entrega en ese momento. También queremos recordar hoy el encomiable desempeño de la fuerza en las Misiones Internacionales de Paz en zonas de conflicto, como la de la MINUSTAH en Haití y en otras misiones de Naciones Unidas en Costa de Marfil, Sudán, Liberia y Guatemala.
A lo largo de sus 73 años, la Gendarmería ha sabido adaptarse y desempeñarse con eficacia en terrenos cambiantes. Hoy, una vez más, la demanda de nuestro tiempo la convoca a asumir un activo rol en un proceso de transformación estructural del sistema de seguridad interior, una reorganización que procura mejorar la respuesta estatal al delito y que tendrá un impacto tangible en la calidad de vida de todos los ciudadanos.
La modernización de las instituciones que conforman el universo de la seguridad persigue el objetivo de consolidar un sistema integral e integrado, con niveles de articulación operativa y logística entre las fuerzas que maximicen la eficacia global del Estado en su lucha contra la criminalidad. En varios aspectos todavía, la esencia de la Ley de Seguridad Interior no se ha concretado en el campo de la gestión ni en la práctica ordinaria de sus actores. La consolidación de un sistema integrado requiere de cambios sustanciales en las formas tradicionales de gobierno de la seguridad. No hay sistema posible si sus componentes carecen de un ordenamiento estratégico superior. Es por ello que resulta impostergable la implementación de un nuevo modelo de conducción que, desde la máxima instancia de gobierno político, articule la acción sistémica de las fuerzas en sus múltiples facetas: cooperación, complementación y especialización. El desafío es grande, pero también lo serán los réditos: un sistema de seguridad que efectivamente pueda hacer frente a su misión principal de proteger la vida y los bienes de los habitantes de estas tierras.
Para guiar al sistema en su conjunto, definiendo y orientando la acción de sus componentes, desde su misma creación, el Ministerio de Seguridad se ha impuesto el desarrollo de un sistema de planificación estratégica que posibilitará, en poco tiempo más, disponer de un diagnóstico integral y una apreciación prospectiva de las diferentes amenazas y desafíos que presenta el escenario de seguridad ciudadana, y así poder definir desde una perspectiva sistémica las estrategias que resulten más efectivas para prevenir y conjurar el delito. Será en función de estas estrategias que deberemos orientar la evolución futura de cada fuerza, determinando de manera consistente e integral las políticas de incorporación de personal, de formación y adiestramiento, la configuración operativa de cada fuerza, su despliegue y su equipamiento. De esta manera las fuerzas policiales y de seguridad dispondrán de un panorama previsible respecto al camino que deberán recorrer a lo largo de este proceso de transformación, un sendero orientado a la consecución de escenarios estratégicamente proyectados a los fines de crear mayor seguridad en nuestro país.
En esta tarea cobra vital importancia el fortalecimiento de un sistema de información que sea confiable y riguroso, y que provea los insumos indispensables para la elaboración de diagnósticos exhaustivos no sólo del fenómeno delictivo en sí sino también del estado de nuestras propias fuerzas y de las capacidades con las que contamos para hacer frente al crimen.
En este terreno también será imprescindible que los diversos actores del sistema de seguridad (fuerzas nacionales y Ministerio, pero también actores provinciales y de la sociedad civil) avancemos hacia la integración y estandarización de los instrumentos para medir las ocurrencias delictivas, el desempeño de cada actor y el impacto de las acciones encaradas. La creación de un sistema federal de información criminal, alimentado por datos que se construyan sobre la base de criterios claros, es una meta que debemos alcanzar en el corto plazo, desarrollando una métrica precisa que nos permita conocer con exactitud el terreno en el que operamos y el impacto de nuestras estrategias de actuación. Para esto, al igual que para las otras tareas centrales a las cuales nos enfrentamos, el Ministerio trabaja en robustecer tecnológicamente al sistema de seguridad, con el propósito de favorecer la cooperación entre sus partes y establecer lineamientos claros en lo que respecta a la elaboración de la información clave.
El objetivo de afianzar la integralidad y coherencia del sistema de seguridad requiere examinar su arquitectura jurídica-institucional. Hoy, cada fuerza policial y de seguridad enmarca su accionar regida por leyes orgánicas propias, sancionadas a lo largo de casi medio siglo sin visión sistémica de conjunto. Esta desorganización fomentó confusiones de jurisdicción, duplicidad de esfuerzos, estructuras anacrónicas e ineficiencia colectiva. Juntos, Ministerio y fuerzas, hemos comenzado la elaboración del proyecto de Ley Orgánica de las Fuerzas Policiales y de Seguridad que ordenará y actualizará en un único cuerpo la naturaleza, misiones, funciones y mecanismos de coordinación que permitirán obtener el máximo resultado de los esfuerzos de cada fuerza.
Tenemos muy claro que la consolidación de un sistema serio y fuerte no es posible si no se fortalece simultáneamente a cada uno de sus componentes. En ese marco, a lo largo de los últimos 8 años se le ha dado un impulso considerable a las acciones orientadas a hacer de la Gendarmería Nacional una fuerza moderna, mejor equipada y con estándares de formación, adiestramiento y actuación cada vez más altos. De esta manera, se ha impulsado la puesta en forma del material operativo y se ha concretado la adquisición de equipamiento nuevo. Entre el 2003 y 2010 se adquirieron 6 helicópteros, 437 vehículos livianos, 94 vehículos pesados y 1132 motocicletas.
En lo que va del año 2011 se han concretado varias inversiones de gran envergadura, como la adquisición de 4 helicópteros BELL -HUEY II por un valor de 64 millones de pesos y se incorporaron 4065 chalecos antibala. Por otro lado, con el objetivo de fortalecer el desempeño de la Gendarmería en el ámbito de la seguridad vial, se avanza en la ampliación del Sistema de Comunicación Troncalizado de la Ruta Nacional Nº 14 en el corredor Zarate - Buenos Aires - San José (Misiones). Este sistema contempla el diseño, la diagramación y la puesta en servicio de 800 terminales (móviles, fijas y portátiles). En total, entre 2009 y 2011 este proyecto habrá implicado una erogación de 60 millones de pesos.
Además de las inversiones ya realizadas, se proyectan otras acciones de gran magnitud para el año próximo. Entre ellas, se contempla la implementación de un Sistema de Reconocimiento de Patentes en la estación de peaje de Zárate que permitirá la identificación de vehículos con pedido de secuestro aún en casos de niebla intensa. También se evalúa la adquisición de cámaras de control y scanners para los pasos de frontera, acción que incrementará la seguridad física de las instalaciones y personas que circulan por los pasos bajo responsabilidad de esta fuerza.
En lo que respecta a recursos humanos, su dotación en la Gendarmería ha aumentado consistentemente. Testimonio de esto es la progresión en la cantidad de efectivos de los que dispone la fuerza: mientras en el año 1999 la Gendarmería contaba con poco más de 17.000 efectivos, a junio de este año dispone de casi 30.000. Esto implica que en poco más de diez años se incorporaron aproximadamente 13 mil personas, en lo que representa un crecimiento del 76%. En términos globales, la inversión en capital humano de la fuerza pasó de 437 millones de pesos en 2003 a más de 4000 millones en el corriente año.
En pocas palabras, tanto en términos de equipamiento y tecnología como a nivel de sus recursos humanos, la Gendarmería Nacional Argentina ha sido fuertemente jerarquizada a lo largo de los últimos años. La evolución de su presupuesto total, que pasó de 618 millones de pesos en el año 2003 a más de 5.000 millones en el año 2011, constituye una evidencia de ese voto de confianza. Pero de manera concomitante, se ha jerarquizado también el desempeño de la Gendarmería y las funciones que ha pasado a cumplir en el marco de las estrategias de seguridad ciudadana proyectadas por el gobierno nacional. Prueba de esto es la enorme responsabilidad que le ha sido conferida en el marco del Operativo Centinela y, más recientemente, del Operativo Unidad Cinturón Sur. En el primer caso, 6000 gendarmes han sido desplegados en el norte, sur y oeste del conurbano bonaerense para profundizar las actividades de prevención desarrolladas en el marco de la Ley de Seguridad Interior. Esto significa que los más de 15 millones de habitantes que viven en estos 27 partidos de la provincia de Buenos Aires cuentan ahora con un aporte tangible del esfuerzo nacional de policía, que ha tenido logrados efectos en lo que respecta a la sensación de seguridad y a la disuasión del crimen.
En el marco de este Operativo, la Gendarmería ha sabido también generar nuevas formas de cooperación con los vecinos de la provincia de Buenos Aires y estar a la altura de los cambios de época en lo que respecta a la participación comunitaria en las políticas de seguridad. Desde este Ministerio hemos sostenido siempre, y la Gendarmería así lo ha comprendido, que el sistema de seguridad debía incorporar un actor clave que hasta entonces había estado ausente: LA CIUDADANIA. Es por esto que hemos generado espacios para que habitantes de distintos barrios del país puedan aportar su conocimiento y vivencias para la elaboración de mapas de delito, participar activamente en la implementación de políticas de prevención del crimen y para monitorear las acciones que llevan adelante las diferentes fuerzas de seguridad.
En pocas palabras, su labor implica que hoy hay menos delincuentes en las calles, con menos armas y menos vehículos para acciones criminales. Esto no ha sido un esfuerzo menor para la Gendarmería: sabemos que muchos efectivos han sido movilizados lejos de sus pueblos de origen y que las condiciones en las cuales tienen que desempeñar estas tareas, a veces, no son las ideales. Porque conocemos esto, y porque valoramos enormemente el esfuerzo que hace cada uno de ustedes, estamos trabajando para mejorar las instalaciones habitacionales destinadas al Operativo Centinela y procurando soluciones definitivas. En muy pocos días más, se inaugurará la refacción y el acondicionamiento del predio "El Triángulo" de Campo de Mayo, obra que permitirá alojar en condiciones más confortables a más de 600 efectivos. También, dentro de tres semanas, se habilitará un predio en la Base Aérea de Morón, que dará hospedaje a 520 gendarmes. Además se sumará otra obra ya en ejecución por medio de la cual se reparará una cuadra en la Base Aérea de Moreno, que dará alojamiento a otros 140 gendarmes.
A partir de la positiva experiencia que ha resultado el Operativo Centinela tanto en la prevención y conjuración del delito, como en la percepción de seguridad por parte de la ciudadanía, la Gendarmería también ha sido convocada a trabajar, junto con otras fuerzas del sistema de seguridad, para fortalecer las tareas de prevención y policiamiento en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires. De este modo, desde el 4 de julio 1250 gendarmes patrullan los barrios de Nueva Pompeya, Bajo Flores, Villa Soldati y Villa Lugano en el marco del Operativo Unidad Cinturón Sur.
Estas nuevas responsabilidades se suman a las tareas históricas de la Gendarmería Nacional Argentina vinculadas con el cuidado de un extenso límite terrestre de 9.376 Km, al que salvaguarda a través del control de los 91 pasos fronterizos en los que ejerce plenamente la función delegada migratoria. Además, la institución destina parte importante de sus esfuerzos a velar por la seguridad en los más de 22.443 Km. de autopistas y corredores viales nacionales bajo su jurisdicción, en los que se ha registrado un descenso importante en los accidentes lo largo de los últimos años gracias a la implementación de políticas consistentes de seguridad vial.
Por otra parte, porque sabemos que el crimen organizado es un enemigo de difícil combate, que con su flexibilidad e ingentes recursos muta constantemente asumiendo nuevas formas, entendemos que la lucha contra este flagelo social nos obliga a evolucionar y adaptarnos de manera más ágil y flexible, a profundizar las tareas de inteligencia criminal y a articular el trabajo entre distintas fuerzas de seguridad, nacionales y provinciales, organismos públicos, privados y de la sociedad civil y con los diversos países con los que compartimos objetivos comunes. Este esfuerzo colectivo y sinérgico nos posibilitará ser más eficaces y eficientes.
Con esa convicción, la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, ha firmado el Decreto Nº 1091/11 que dispuso el lanzamiento del Operativo ESCUDO NORTE el día 20 de julio pasado.
Este Operativo tiene por finalidad incrementar la vigilancia y el control del espacio terrestre, fluvial y aéreo en las fronteras Noreste y Noroeste de la REPÚBLICA ARGENTINA, mediante un mayor empeño de efectivos y equipamiento de las Fuerzas de Seguridad y de las Fuerzas Armadas. Para ello se complementa con el operativo FORTIN II del Ministerio de Defensa.
Constituye un ejercicio inédito de coordinación a gran escala entre los Sistemas de Seguridad y de Defensa, cada uno en el ámbito estricto de su competencia, que permitirá articular desde el ESTADO NACIONAL una respuesta eficaz para prevenir incursiones ilegales en nuestro territorio de aeronaves, vehículos y personas. De esta manera, a la mejora en el control efectivo de tránsitos aéreos irregulares y tránsitos fluviales, se agrega con esta iniciativa el control de tránsitos terrestres.
Este operativo es bautizado Escudo Norte porque su despliegue combinado de radares y sensores operados permitirá reforzar la cobertura radar actual de nuestro aeroespacio con un escudo electrónico de más de 1500 km de extensión a lo largo de la frontera y avenidas de aproximación de aeronaves ilegales.
Representa también este Operativo un hito destacable de nuestro sistema científico tecnológico nacional, dado que un papel protagónico espera al Radar Argentino Mediano Experimental -RAME- que fuera desarrollado íntegramente por INVAP colocando a la Argentina en la élite de los 10 países que gobiernan esta tecnología en el mundo. INVAP también ha modernizado los 20 radares RASIT de vigilancia táctica que despliega Ejército.
Helicópteros, aviones, lanchas, camiones, camionetas, patrulleros, cuatriciclos y motos transportarán a los más de 7000 efectivos globales que, desde sus distintos puestos, y con las funciones propias dispuestas en las leyes de Defensa y de Seguridad, las Fuerzas Armadas y de Seguridad movilizarán para el Operativo ESCUDO NORTE.
En el campo de la cooperación internacional se han promovido diversos acuerdos y convenios entre la Gendarmería Nacional Argentina y fuerzas de seguridad de varios países socios y amigos. Los acuerdos internacionales tienen distinto alcance: en materia de lucha contra el crimen organizado, por ejemplo, en 2007 se creó la Comunidad de Policías de América (AMERIPOL), organización compuesta por 20 países con el fin de combatir el terrorismo, el narcotráfico y la trata de personas, entre otros delitos. Además de los 14 acuerdos internacionales vigentes a la fecha, actualmente se están negociando alianzas estratégicas con la Policía Federal de Brasil sobre la lucha contra el narcotráfico; y con la Policía de Investigaciones de Chile y la Policía Nacional de Uruguay sobre prevención y control del delito.
En la dimensión de la cooperación nacional, se están desarrollando acuerdos con diversos organismos para fortalecer el desarrollo tecnológico de la fuerza. En el campo de las comunicaciones, hemos encarado negociaciones para que todas las fuerzas de seguridad dependientes de este Ministerio dispongan de facilidades satelitales a través del Plan Nacional de Telecomunicaciones Argentina Conectada del Ministerio de Planificación Federal de la Nación. En este sentido, tanto el uso de la Red Federal de Fibra Óptica, como los servicios provistos por AR-SAT con satélites geoestacionarios son herramientas que potenciarán el accionar de la Gendarmería y su interoperabilidad con las otras Fuerzas de Seguridad. Por otro lado, en materia de fortalecimiento de la seguridad informática, estamos próximos a firmar un acuerdo marco con la Fundación Sadosky, dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, a fin de avanzar en actividades de encriptamiento y enlace de datos. Algo similar se ha realizado con la Universidad Tecnológica Nacional para llevar adelante proyectos de investigación y desarrollo en el ámbito de las tecnologías aplicadas. En este mismo campo, se ha firmado un Convenio de Asistencia Técnica con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial para desarrollar mecanismos de calificación de proveedores, perfeccionar procesos y mejorar especificaciones técnicas, entre otras actividades. Además, en lo que hace al Servicio de Aviación, junto con INVAP se ha encarado el desarrollo de la primera cámara giroestabilizada de visión infrarroja nacional, que permitirá la operación nocturna de aeronaves, brindando mayor seguridad a sus tripulantes y un sustancial incremento en el apoyo a la vigilancia y seguimiento de fugitivos. También con INVAP y junto al Ministerio de Defensa se está llevando adelante un programa de investigación y desarrollo de Aeronaves No Tripuladas para controlar las fronteras, brindar seguridad a objetivos estratégicos como centrales nucleares y represas, y realizar operaciones de búsqueda y rescate, entre otros.
Para finalizar quiero recordar la carta que escribió en Malvinas el Sargento Ayudante Ramón Gumercindo Acosta a su hijo Diego cuando presentía el implacable destino de su muerte. En esa carta, donde le confesaba que lucharía hasta el final, le pide disculpas por no poder despedirse y la cierra con el consejo quizás más entrañable que pueda hacer un padre que tuvo que luchar desde abajo para salir adelante: "ESTUDIÁ MUCHO". La historia de ese muchacho de Colonia Santa Rosa en Formosa, de lo que algunos llaman el interior profundo, encierra los anhelos, los valores y la entrega de lo más valioso que tiene nuestra Gendarmería: SU GENTE. Muchos conciudadanos ven hoy afectado su legítimo derecho a la seguridad y reclaman de ustedes, de nosotros, del Estado, soluciones. Sabemos el enorme esfuerzo que estamos demandando, sabemos la inmensa esperanza que han depositado los argentinos en ustedes, pero tenemos confianza porque sabemos también que Uds. Honrarán el desafío. Muchas Gracias y tengan