Los conservadores británicos prometen renovar la flota nuclear
El plan costaría 27.500 millones de euros y suscita división en el país en plena campaña electoral
Manifestación contra la modernización de la flota submarina nuclear en Glasgow el 4 de abril. / Andy Buchanan (AFP)
El Partido Conservador, el del primer ministro británico, David Cameron, se ha comprometido a renovar la añeja flota submarina nuclear si vence en las elecciones del 7 de mayo, con la esperanza de que el asunto se convierta en un desafío electoral para sus principales rivales, los laboristas.
El repuesto de las embarcaciones que albergan los misiles Trident -cuatro submarinos del tipo Vanguard-class- costaría unos 20.000 millones de libras (unos 27.500 millones de euros) y la decisión de renovarlos debe tomarse en 2016.
"El
manifiesto conservador dará garantías de que construiremos una nueva flota de cuatro misiles balísticos submarinos", ha
escrito el secretario de Defensa, Michael Fallon, en el diario Times.
Reino Unido siempre tiene un submarino nuclear patrullando, lo que convierte al país en una de las dos potencias nucleares de la Unión Europea con la flota de Faslane, cerca de Glasgow, la mayor ciudad de Escocia.
Quienes se oponen a la renovación argumentan que la modernización costaría hasta 100.000 millones de libras y que Reino Unido debería valorar alternativas más baratas. Los conservadores han apoyado desde hace tiempo el cambio de los Trident, y desde las elecciones de 2010 soportan la presión de su partido de coalición, los liberales demócratas, para que se reduzca el número de submarinos nucleares.
Los laboristas han reiterado este jueves que mantendrían una presencia nuclear continua en el mar, aunque han sugerido la idea de que tres submarinos podrían hacer el mismo papel.
El
Partido Nacionalista Escocés (SNP) se opone radicalmente a la renovación de la flota. Su líder, Nicola Sturgeon, dijo el miércoles que su partido "nunca jamás" votaría por la modernización del programa Trident, algo que complica la posible formación de alianzas en un escenario político fragmentado donde no se prevé que ni conservadores ni laboristas logren los votos suficientes como para ganar las elecciones directamente.
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