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El asesinato de un periodista ruso provoca inseguridad e inquietud en Kiev
El fiscal urcanio ha confirmado que Pável Sheremet fue asesinado con un artefacto explosivo
Pilar Bonet
Kiev
20 JUL 2016 - 21:25 CEST
Pável Sheremet, miembro de la comunidad de periodistas rusos que desempeñan su profesión desde Kiev, pereció este miércoles por la mañana, víctima de un atentado en una céntrica calle de la capital ucraniana. El periodista se dirigía en coche a su trabajo en una emisora local (Radio Vesti) cuando el vehículo hizo explosión y se incendió a consecuencia de una carga explosiva activada a distancia.
El suceso ocurrió en el cruce entre las calles Bogdán Jmelnitski e Iván Fradko a las 7.45 horas de la mañana (una hora menos en la España peninsular), junto a una hamburguesería y una farmacia. Esta corresponsal pudo oír el estruendo causado por la explosión desde un hotel situado a una manzana de distancia del lugar del siniestro.
Sheremet viajaba solo, al volante del coche, que pertenecía a Alena Pritulia, fundadora y directora del portal de Internet
Ukrainskaia Pravda. Sheremet mantenía una relación personal con la periodista y colaboraba con sus comentarios en Ukrainskaia Pravda. En el último de ellos, el pasado domingo, el periodista siniestrado comentaba el golpe de Estado en Turquía sobre el telón de fondo del arbitrario e indisciplinado comportamiento de veteranos de los batallones de voluntarios que lucharon a favor de Kiev en el este de Ucrania.
Originario de Minsk, en Bielorrusia, Sheremet tenía 44 años y había trabajado como corresponsal del primer canal de la televisión rusa en Bielorrusia en la década de los noventa.
Muy crítico con el presidente Alexandr Lukashenko, el corresponsal fue encarcelado
durante varios meses en Bielorrusia en 1997 y después privado de su nacionalidad bielorrusa y expulsado del país. En Moscú, adonde se trasladó, recibió la ciudadanía rusa y siguió trabajando en la televisión, primero en un programa de noticias y análisis y luego como documentalista. Como periodista estrella, entrevistó al presidente
Vladímir Putin. También fue fundador de la página de web de oposición bielorrusa
Bielorruski Partizan y coautor de una biografía de Lukashenko.
Pável Sheremet en Minsk en 2004. MAXIM MALINOVSKY EFE
En 2014, Sheremet abandonó la televisión pública rusa y se trasladó de Moscú a Kiev, alegando que le resultaba “insoportable” e imposible trabajar en Rusia porque el Kremlin presionaba en contra suya sobre los responsables del canal. “Soy un bielorruso con pasaporte ruso, nacido en Minsk y que reside en Kiev. Soy un representante del mundo ruso por el que lucha Putin y que Putin destruye”, había dicho Sheremet en Kiev en 2015.
“Amo a Rusia, pero odio al régimen actual. La sociedad [rusa] está enferma y tendremos una gran catástrofe y conmoción. Esto se hizo evidente tras la muerte de Nemtsov”, afirmó tras el asesinato del político de oposición Borís Nemtsov junto al Kremlin en febrero de 2015.
La muerte de Sheremet causó un enorme impacto entre los dirigentes políticos en Kiev,
incluido el presidente Petró Poroshenko, que calificó el suceso de “horrible tragedia·”. Poroshenko, que conocía personalmente al periodista, ordenó investigar inmediatamente el crimen.
El impacto ha sido especialmente intenso en la comunidad de periodistas rusos que, en los últimos años, se han trasladado a Ucrania en busca de una posibilidad de ejercer su trabajo con más libertad que en Moscú. “En Ucrania nadie tenía motivo para matar a Sheremet”, manifestó Aider Muzhdabáev, que fue vicedirector del periódico
Moskovski Komsomolets (el de mayor tirada de Moscú) antes de establecerse en Kiev en 2015.
En opinión de Muzhdabáev, la muerte de Sheremet puede ser una “advertencia” a potenciales emigrantes del mundo de la política y los medios de información para mostrar que “Ucrania es un lugar donde no se puede trabajar tranquilamente, pues matan a periodistas y hay guerra”. La comunidad de periodistas rusos críticos con las autoridades de su país y residentes en Kiev incluye a profesionales que trabajan o trabajaron en la emisora
El Eco de Moscú, el grupo Kommersant y el canal de televisión NTV, entre otros. En Kiev residen también intelectuales críticos con el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko.
El asesinato de Sheremet supone un golpe para la imagen de Kiev como centro de inmigración de activistas, políticos y periodistas críticos con la política de Rusia y también de Bielorrusia.
Se da la circunstancia de que en septiembre de 2000, el entonces director del portal Ukrainskaia Pravda, Georgi Gongadze, desapareció y fue encontrado muerto y decapitado, víctima de un crimen que se atribuyó al entorno del entonces presidente Leonid Kuchmá. La reacción occidental ante el crimen, dirigida en gran parte contra Kuchmá, afianzó la relación de aquel presidente ucraniano con Moscú.
Hacia la “pista rusa” para “desestabilizar a Ucrania” apuntó Anton Geráshenko, consejero del Ministerio del Interior de Ucrania. Desde Moscú, Dmitri Peskov, secretario de prensa del presidente Vladímir Putin, trasmitió sus condolencias a la familia del fallecido y manifestó que “el asesinato de un ciudadano y periodista ruso en Ucrania es motivo de seria y gran preocupación en el Kremlin”. Rusia espera una “investigación objetiva y rápida” del asunto, manifestó Peskov.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/20/actualidad/1469000727_446154.html