Estimado Carlos,JuanSancho es muy difícil de entenderlo con la forma de pensar que tenemos los argentinos, yo viviendo aca aun me cuesta entender muchas cosas o como se manejan. Esta gente no piensa igual, vas a ver que le tapiaron la cortina de hierro y Rusia solo podrá negociar su gas con China o India porque para acá no lo quieren mas.
Pero además suponete que sigas pensando distinto a mi, lo que no tiene solución es que Rusia perdió la mitad de sus venas troncales con la UE cuando murieron los NS 1/2 y de las 2 que quedan 1 pasa por Ucrania que cuando tenga luz verde de la UE te pensas que Ucrania no la va a dejar fuera juego? Le va a quedar una sola vena desde Rusia a la UE que es la que pasa por Turquía, quieras o no esa es la mayor cortina de hierro. Si Rusia quiere cambiar todo eso demorara muchos años, para ese entonces la UE tendrá otra matriz energética 100% operativa.
es verdad que en lo concreto de esa situación existe un devenir entre ese argumento europeo de urgencia para el cambio de proveedor de sus fuentes de energía y su sustitución por renovables y el ocultar o velar su propia dependencia energética que no quiere decir otra cosa que pasar a ser un país comprador de energía cara, con la catástrofe económica que significa eso (no hay renovable que lo medio arregle).
Pero ese planteamiento no es más que coyuntural, muy relacionado con la situación creada por las propias sanciones y el conflicto ucraniano.
Más allá, ¿qué tenemos? Una brutal crisis estructural del capitalismo financiero, el no productivo, que se impuso en el gobierno USA desde los ataques del 11-S (frente al productivo interno, con el cuál también mantiene pulso y enfrentamiento, que capitalizó Trump). Y esa crisis también es la forma que cobra otra, esta de tamaño descomunal, que es la energética de recursos finitos. Los grandes yacimientos petrolíferos se acabaron hace años. No hay nuevos descubrimientos importantes. USA se sacó de la manga la fórmula más ruinosa y letal de extracción: el fracking, solo rentable a precios disparados del barril.
Y ese es el problema de fondo. El capitalismo plantea un crecimiento exponencial que no es más que un sueño o salida hacía adelante. No puede producir "más" indefinidamente. No hay mercados, no hay compradores, no hay constante reinvención y, sobre todo, no hay energía que permita que eso sea viable.
La guerra de Ucrania, en un sentido más general, es un guerra entre compradores y proveedores, es una guerra por la energía y su control. ¿Puede Roma, el Imperio, USA, imponer a los segundos, una condición subsidiaria cuando son la clave de cualquier planteamiento productivo "real"? (en este sentido, lo eléctrico y renovable sería lo virtual y el entretenimiento que adorna la lucha esencial por la energía "de verdad")
Ese es uno de lo ítems esenciales de lo multipolar y el porqué el conflicto de Ucrania tiene lecturas tan decisivas para USA y Rusia. Y para nosotros. Para USA una derrota militar es un desastre porque significa el primer desafía serio y contundente a su condición dominante en el reparto de papeles que durante décadas USA ha repartido por todos los continentes (entre ellos, la dolarizada energía). Y su objetivo no es otro que prolongar su agonía o status, dígase como se quiera.
Y eso, creo yo, es también la suerte para Ucrania, Rusia y nosotros. USA jamás arriesgará todo por Ucrania y se desconectará de su apoyo "incondicional" cuando comprenda que la tragedia puede ser mayor que la ganacia circustancial. A veces es mejor no remover las cosas hasta el final. Y los gringos son expertos en eso. Yo lo lamento por el pueblo ucraniano que quedó atrapado en esa lógica diabólica de los intereses macro. Claro que para eso necesitó a un traidor a su patria: Zelenski y la élite ucraniana que pactó con USA. Seguramente los propios ucranianos les harán pagar cara su deriva.
Creo Carlos, que los tiros van por ahí, y que lo concreto de la lógica energética no nos debe hacer perder el norte. Por otra parte, como ya se te indicó, Europa no ha dejado ni dejará nunca de comprar gas y petróleo ruso. Solo cambia la forma y el precio. Lo contrario es la propaganda que Europa disemina entre sus propio clientes para crear "doctrina y tesis".
Saludos