"El Mercurio. Viernes 5 de enero de 2007
PELEA DE TITANES / Gigantes de la industria aeronáutica:
Boeing y Airbus se disputan la venta de avión presidencial chileno
Carola Zúñiga, Marily Lüders
Por entre US$ 30 millones y US$ 45 millones se negocia la adquisición que se autorizó bajo la figura de un avión multipropósito que se pueda usar con fines presidenciales. Expertos critican el secretismo del proceso.
Total secretismo en las reuniones y declaraciones quejumbrosas en la prensa. Mientras el vocero de Gobierno Ricardo Lagos Weber se lamenta públicamente de las miserias que viven las autoridades que viajan en el actual avión presidencial, por las múltiples escalas, en la Subsecretaría de Aviación y en la FACh se han sucedido en las últimas semanas reuniones para concretar en el corto plazo una compra que alivie tal suplicio para las autoridades del país.
"Ya existe un acuerdo que da el vamos definitivo a la adquisición", dicen fuentes que han seguido de cerca la negociación. La figura usada, tal como lo fue en 1997 cuando se compró la actual aeronave, es un avión multipropósito que sirva a las necesidades de las Fuerzas Armadas y
también de la presidencia. Pero tal como ocurrió aquella vez, la idea de un avión presidencial que le ahorre a la Presidenta plantones como el viaje a Hanoi, Vietnam (20 escalas), es un punto central.
"El Mercurio" tuvo acceso a los documentos técnicos que presentaron en diciembre recién pasado las dos grandes empresas de la aeronáutica mundial a las autoridades chilenas y pudo conversar con cercanos a las negociaciones.
Uno de los completos informes, denominado "The A340-300 for government of Chile", muestra hasta con fotografías cómo sería la oficina de Michelle Bachelet en su interior.
Las ofertas presentadas por las firmas multinacionales oscilan entre los US$ 30 millones y US$ 45 millones (unos $27 mil millones aproximadamente). Los modelos que habrían ofrecido, en el caso de Boeing, es el 767 200 ER y 767 300 ER, mientras que Airbus presentó un A340-300 MSN16 (ver recuadro con información técnica de cada uno de ellos).
La compra —que está a cargo de la Dirección de Racionalización y Desarrollo de la Fuerza Áerea de Chile— se está llevando a cabo bajo el más completo hermetismo.
Las autoridades involucradas declinaron dar información oficial y aseguraron que cualquier información la mandarían a través de un comunicado.
Proceso abierto
Sin embargo, en altas esferas de la Concertación ya se reconoce que la compra es un hecho. Los cercanos al proceso dicen que si bien hay dos competidores, la balanza se habría inclinado a favor de la propuesta de Boeing, lo que genera algunas críticas al interior de la Fuerza Aérea y a
nivel político.
"Los americanos ganan, pese a que el avión que ofrecen tiene características técnicas de los 80 y no tiene autonomía de vuelo, que es una de las principales deficiencias del avión que se está cambiando", explican en círculos cercanos a la FACh.
Un tema que preocupa a gran parte de los entrevistados en relación con esta compra es el de la necesidad de hacer más abierto el proceso. No sólo en poder comparar las propuestas de las compañías aeronáuticas, sino que en tener "coraje político de decir que se comprará un avión que se usará en parte importante como transporte presidencial", dice un analista. Además, es un asunto políticamente complicado ante la opinión pública, ya que en 1996 surgieron muchas opiniones que preguntaban cómo Chile se gastaba millones en un avión, mientras en el país las necesidades de salud y educación son apremiantes, y se pide transparencia para poder tomar la mejor elección.
No todos se han subido al carro...
Secreta pugna entre FACh y gobierno
El 29 de noviembre pasado, la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot,
descartó la compra de una aeronave para reemplazar el Boeing 737-500 que desde 1997 ha sido utilizado como avión presidencial y al que se le removieron sus estanques extras de combustible a petición de la empresa. Explicó que la FACh ha estado evaluando reemplazar sus aviones de transporte "que ya están muy viejos" y que, en ese plano, podría existir la posibilidad de incorporar aviones de mayor autonomía con un "kit" especial para habilitarlo para viajes transatlánticos de la Jefa de Estado. "Entonces, en vez de tener un avión presidencial (podemos) tener un avión de uso normal de transporte, pero que tenga la posibilidad de usarlo en viajes largos de la presidencia", dijo. Fuentes de gobierno han señalado que Bachelet no quiere ser cuestionada por la oposición y es por eso que "prefiere no cambiar el famoso avión". Por ello hay quienes piensan que están 100% de acuerdo, pero públicamente mostrarán diferentes caras.
Los errores que ya se cometieron
Se repite la historia. En 1995, las autoridades empezaron a hablar de la
necesidad de comprar un "avión mediano de pasajeros" que fuera polifuncional, es decir, que también tuviera la posibilidad de ser usado para carga. Un año más tarde el tema cambió de foco y las mismas autoridades celebraban la pronta llegada de un Boeing de US$ 35 millones que le evitaría al Presidente Eduardo Frei tener que andar por el mundo en los llamados aviones "Calambritos" de que disponía la FACh hasta ese momento. Incluso, parlamentarios de oposición pidieron formalmente que se anulara esta compra para ayudar al recorte de gastos que implementaba por esos tiempos el Ejecutivo. En diciembre de 1997 llegó al país nuestro flamante avión presidencial, que menos de 10 años más tarde es calificado duramente por el Gobierno al decir que es "inhumano" viajar largo trayectos en él.
Lo que opinan los expertos
El presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados,
Patricio Hales, ha seguido el tema y ha pedido información. "Yo personalmente he solicitado presentaciones y tengo material del ofrecimiento que realizó Airbus. A mí me parece que las dos marcas son buenas, pero aquí lo que se está discutiendo es respecto a tres productos concretos. Los aviones que están compitiendo son un Airbus de generación de los 90 y un Boeing de generación de los 80". Llama a no buscar necesariamente lo más barato, sino lo que se ajuste a las necesidades y que sea una inversión de mediano plazo. "Sólo pido que se tomen en consideración la relación precio-valor. Todo tiene su precio, hay cosas que tienen poco precio pero no valen". En tanto, el abogado y analista de Defensa, Santiago Escobar, precisa que las razones que deben primar son comerciales. "Cualquier razón de seguridad nacional es poesía. Acá se deben discutir razones de mercado para no repetir errores del pasado". Esta misma discusión se mantiene al interior de la FACh. Hay quienes están reticentes a la compra de un avión que no tenga una mayor vida útil: "no podemos estar comprando un avión cada 4 años".
Y el tema no es menor, porque ya tenemos experiencia en tomar decisiones poco acertadas en esta materia.
Cuando se compró el actual avión presidencial (1997), se optó por un modelo que tenía poco alcance, lo que es absurdo para un país geográficamente aislado como Chile, aun habiendo en el mercado aviones accesibles como el Boeing 767, explica Ricardo del Piano, analista de aviación comercial y corresponsal de la revista especializada "Alas". Dice que fijarse sólo en la inversión inicial es cortoplacista, ya que los costos de hacer múltiples escalas puede ser más caro que un viaje directo. En tanto, la decisión de optar por Boeing es aplaudida por algunos porque hay un background histórico con esta firma (hay varios Boeing en la flota de la Fuerza Aérea y ningún Airbus), lo que implica una sinergia técnica no menor. El punto es que se elija un modelo que tenga autonomía para llegar a Europa o EE.UU., entre otras necesidades de capacidad de carga y flexibilidad."
En todo caso me parece que esta compra está amarrada con la posibilidad de compra de los nuevos tanqueros. Es decir un paquete que incluye además un Nuevo Chile 1.
Volados saludos