sumandome al interesante off topic.
Símbolos bandera chilena
Fuente:
casachile
Gastón Soublette, en su libro "Los emblemas nacionales", explica la simbología oculta detrás de éstos. La proporción Aurea existente en su forma o el significado de la estrella, son algunos de los nuevos aportes para entender mejor de qué se trata la bandera nacional.Según Diego Barros Arana, en el volumen II de su "Historia General", la inauguración oficial de la bandera actual fue el 18 de octubre de 1817. Esto no significa necesariamente que el pabellón tricolor anterior haya dejado de existir de inmediato.
Un oficio enviado por Ignacio Zenteno al gobernador de Valparaíso fechado el 20 de septiembre de 1819, da cuenta de la falta de banderas: "Al gobernador de Valparaíso.- Santiago 80 de septiembre de 1819.- Debiendo celebrarse el 28 del corriente el aniversario de la gloriosa revolución de Chile, ha de enarbolarse la bandera nacional en medio de la plaza, y como no existe aquí ninguna, ni género para construirla, me ordena el Exmo. Señor Director Supremo diga a U.S. (como tengo el honor de verificarlo) se sirva remitir sin pérdida de instantes a esta capital dos de las banderas mejores que haya en ese puerto, que deberán estar aquí para el 25, a fin de poderlas acomodar con tiempo en las astas, y sean devueltas el día después de la función. Dios guarde a U.S.- José Ignacio Zenteno".
La bandera de la junta no podía utilizarse en esa ocasión, porque es de seda y no ha sido hecha para ondear al viento y soportar las inclemencias del tiempo. Así, en Santiago y en los regimientos, a pesar de la oficialización del nuevo diseño, se debió seguir enarbolando el pabellón de la patria vieja. Ahora bien, la bandera que se utilizó en la época no es igual a la actual e incluía un escudo, distinto en ambas caras.La proporción áureaLas diferencias que presenta el diseño de la bandera original con el de la actual, se refieren en primer lugar a las medidas.
Esas medidas tienen que ver con la "proporción áurea", que es una relación proporcional que resulta al dividir un trazo en dos partes desiguales, de manera que la relación que hay entre la sección menor y la mayor sea la misma que hay entre la mayor y el todo. Esta composición da por resultado una bandera más alargada. Ahora bien, esta proporción que rige la mayoría de los pabellones nacionales del mundo, proviene de la más remota antigüedad, y es parte de la sabiduría universal. El uso de estas proporciones da cuenta del deseo del hombre de vincular su quehacer con lo divino, lo trascendente, a través del uso de simbolismos.
Volviendo a la bandera, al usar este método se consigue el rectángulo más armónico que pueda realizarse, pues gatilla inconscientemente el reconocimiento de la proporción que es ley en las formas vivas. En este mismo orden de ideas se puede deducir que el uso de esta proporción en la bandera responde a la intención de vincular a la patria con el orden divino a través de la ley universal del crecimiento armónico. La estrella solitaria Extraoficialmente, fue Bernardo O Higgins quien explicó el significado de la estrella.
Consultado al respecto, declaró: "Es la estrella de Arauco". Aquella lacónica declaración fue desarrollada años más tarde en el decreto que fijó la composición actual de la bandera: "La estrella de plata es el mismo que representa ese caro pabellón a cuya sombra se ha ceñido la patria de tantos y tan gloriosos laureles". En el ejemplar que se conservaba hasta 1980 en el Museo Histórico Nacional, la estrella, mirada la bandera en sentido horizontal no aparece en posición erguida según el eje mediano del paño azul, sino con su punta superior ligeramente inclinada hacia la izquierda. Además no tiene, respecto al paño donde se encuentra, la proporción que tiene actualmente. Su trazado está realzado con ocho pequeñas cuentas circulares y en su centro tiene bordado un asterisco de ocho brazos.
La construcción de esta extraña composición geométrica constituye uno de los grandes enigmas de nuestros emblemas patrios, pues plantea que el punto de partida de la construcción de la bandera no es el rectángulo, sino la estrella misma. De esta manera la estrella, una vez hecha y dado el diámetro de la circunferencia en que está inscrita, determina las diagonales y el rectángulo azul correspondiente. Enseguida, por el lado largo de este paño, y considerando la sección menor de una proporción áurea, se obtiene la sección mayor. Ésta corresponde al paño blanco, y da la longitud de "vuelo". Enseguida, considerando esa longitud de vuelo como la sección mayor de otra proporción áurea, se obtiene la longitud "vaina", es decir, el lado menor del rectángulo total.
Así, toda la construcción es manejada, desde el rectángulo azul, por la estrella. Guñelve La explicación de O Higgins adquiere su real significado al saber que la estrella de Arauco, que ostentaban los pendones de los batallones mapuches, presidida por el chamán, que determina ciertos hitos del ciclo anual, y que con múltiples variantes aparece en la cerámica ceremonial, es Guñelve: el "lucero", el planeta Venus, la más luminosa estrella del firmamento. La intención de O Higgins de identificar la estrella de la bandera con la Guñelve se advierte en la presencia del asterisco de ocho brazos, que viene a ser una simplificación de la forma original que tenía el símbolo aborigen de la estrella de la mañana: una estrella octogonal o cruz foliada. Cabe preguntarse por qué O Higgins no utilizó directamente la estrella octogonal en lugar de la pentagonal.
La respuesta surge del contexto de la simbología utilizada en los emblemas anteriores, en los que se advierte una síntesis del significado hermético (europeo) con el indigenista. Lo que le interesaba era asociar la estrella de la mañana con el pentágono pitagórico, para realizar simbólicamente en esa síntesis el encuentro de dos tradiciones. Como Guñelve, la ubicación de la estrella en su campo azul no puede ser más significativa. Situada a centro del rectángulo, sobre los dos diagonales, que la cortan respectivamente como ejes de simetría, adquiere la extraña propiedad de proyectar dos de sus ejes sobre los lados superior e inferior respectivamente, cortándolos en sección áurea, quedando el otro eje como mediana horizontal del rectángulo.
Para que dicha propiedad geométrica se obtenga, la longitud del eje de la estrella debe ser la cuarta parte de la diagonal. Así resulta la composición geométrica, cuyas propiedades se indican en las igualdades que la explican. Aparentemente, la posición de la estrella, cuando la bandera es mirada en posición vertical, estaría indicando que no tiene otra finalidad que hacerla aparecer en posición erguida conforme al eje de la verticalidad, porque así debía ser exhibida al pueblo congregado ante la bandera el día de la Jura de la Independencia. Pero dicha posición es más bien el resultado de la construcción geométrica que de un punto de partida puramente práctico. Mirada en posición horizontal, la estrella aparece inclinada hacia la izquierda. Esto, en el lenguaje de las formas, la dinamiza en sentido de rotación y traslación. Así, el movimiento resultante es de Oriente a Occidente, lo que la asocia al lucero que se alza tras la cordillera anunciando el amanecer.
Observando cómo el eje que corta uno de los lados de la sección áurea, y que su prolongación corta también el lado opuesto en sección áurea, queda en evidencia que la división se produce en ambos lados en sentido inverso. Dentro del mismo orden simbólico, esto significa la eterna mutación "dialéctica" de la estrella que en una época del año es lucero de la tarde, y en otra, lucero de la mañana. La sección áurea superior e inferior puede aludir a la duración máxima y mínima proporcional de la luz y obscuridad en el ciclo anual. Como símbolo dialéctico, las dos fases fundamentales (posiciones) de Venus en el cielo se refieren a la permanente ondulación del devenir universal entre los polos de lo activo y lo pasivo, lo ascendente y lo descendente.
El Pentágono El pentágono es el símbolo del hombre: una cabeza, dos brazos y dos piernas. Pero el significado va más allá de la simple analogía anatómica. Ella sólo es una resultante de la génesis y simbolismos de los números, elementos geométricos y polígonos regulares: El número uno es el símbolo de la unicidad, lo inmanifestado, o de causa primera. Es representado por el punto. El dos, símbolo de la dialéctica universal de los agentes creativos y receptivos, corresponde a la línea. El tres, número de la idea, según Platón, corresponde al mundo arquetípico, nacido de la conjunción de los dos agentes de la dialéctica. Es representado por el triángulo.
El cuatro, número del mundo visible, es representado por el cuadrado. Es la materialización de la idea, la potencia hecha acción. El cinco, es el número del hombre. Es representado por el pentágono regular y por la estrella de cinco puntas (pentágono estrellado). Este último simbolismo se entiende considerando el brazo superior como la unidad trascendente, es decir el espíritu, presidiendo el orden cuaternario visible (corporal, vital, psíquico e intelectual). Esta estructura de la naturaleza humana revela la cualidad "mediadora" del hombre en la creación, por estar situado al centro de la dualidad "alto - bajo". Por eso la estrella pentagonal, como emblema humano, representa el hombre arquetípico, vale decir, en estado de perfección. Ese estado lo define la estrella como un orden jerárquico de sus facultades. Ese orden jerárquico es proclamado en la bandera chilena como una imagen de lo que el hombre de esta nación (y todo hombre) debe ser.