Pusieron dos bombas en el centro: una estalló y mató a un obrero municipal
La bomba fue colocada entre los accesos a la Escuela y a la Brigada.
Conmoción por una explosión frente a la Escuela de Policía.
Un segundo artefacto pudo ser desactivado. Incertidumbre.
CIPOLLETTI (AC).- Una terrible explosión a las 3 de la madrugada marcó el inicio de una jornada de conmoción ayer en Cipolletti.
Una bomba colocada casi en la puerta de la Escuela de Cadetes de la Policía se llevó la vida de José Domingo Maciel, un trabajador del municipio que estaba limpiando la calle Fernández Oro e intentó manipular la bolsa que contenía el artefacto.
En medio de la desesperación y la incertidumbre, a los pocos minutos un llamado alertó sobre la presencia de una mochila sospechosa en la ventana de las oficinas de Telefónica, sobre la calle Miguel Muñoz. Allí había otro explosivo, que finalmente pudo ser desactivado por personal especializado.
Por la complejidad de los elementos utilizados y la fatal consecuencia, el atentado se transformó en el peor que registró la provincia de Río Negro en su historia.
Para el ministro de Gobierno, Diego Larreguy, que llegó a esta ciudad para colaborar con la investigación, se trató de "un atentado terrorista".
Reconoció que si bien las bombas eran de fabricación "casera", fueron realizadas por personas con conocimiento en este tipo de explosivos. "Hubo mucha ingeniería en la construcción", especificó durante una conferencia de prensa brindada junto a autoridades municipales y de la Policía.
La explosión en la que murió el empleado de la Secretaría de Servicios Públicos produjo una onda expansiva tan fuerte que rompió la totalidad de los vidrios del primer piso de la Escuela de Cadetes y dañó los portones de la planta baja. El estruendo también se escuchó en varios metros a la redonda, especialmente en la sede de la Brigada de Investigaciones, que funciona al lado del espacio de instrucción para futuros suboficiales.
Poco después, cuando se detectó la segunda bomba, todo el sector que rodea a la telefónica fue evacuado. Se vivieron momentos de mucha tensión y miedo entre los habitantes, que tuvieron que salir de sus casas en plena madrugada (ver página 11).
Hasta anoche ningún grupo o persona se había adjudicado el hecho y no había personas detenidas. Esta situación abrió paso a versiones de todo tipo sobre los motivos del atentado.
Fuentes judiciales informaron a "Río Negro" que dos líneas de investigación eran las más firmes, aunque ambas partían desde la convicción de que se trató de un ataque direccionado a la Policía.
Pesó aquí también la idea de que los delincuentes nunca pensaron en dejar la segunda bomba en el local de Telefónica sino que la "abandonaron" allí luego de oír la detonación de la primera, que habría explotado más rápido de lo esperado (ver página 10).
Ante la posibilidad de que hayan intervenido grupos con experiencia en este tipo de atentados con explosivos, Larreguy informó que "se está trabajando en forma conjunta con Gendarmería Nacional, la Policía Federal Argentina y también se ha puesto en contacto la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). La Policía de la Provincia de Neuquén también participó de las tareas iniciales y de investigación.
Ambos artefactos que fueron definidos por voceros judiciales como "las bombas clásicas que se utilizaban durante los atentados terroristas en los años 70", tenían un mecanismo de tiempo. Debían explotar cuando la aguja del reloj hiciera tope.
Al manipular la bolsa, Maciel habría movido el mecanismo que hizo la hizo estallar antes del tiempo prefijado.
La conmoción que vivió el área céntrica se trasladó durante la mañana hacia la zona norte. Los habitantes del sector fueron sorprendidos por un inusual operativo policial. Poco después se supo que un llamado al comando radioeléctrico de Neuquén alertaba sobre la presencia de otro elemento sospechoso en inmediaciones de las 400 Viviendas. Un registro exhaustivo permitió concluir que sólo fue una falsa alarma.
Mientras tanto, la Policía dispuso operativos de control en todas las rutas de la región y también se realizaron rastrillajes en diferentes ciudades.
Poco antes de las 12, el presidente del Concejo Deliberante de Cipolletti, Abel Baratti y el secretario de Gobierno, Alfredo Muruaga -en representación del intendente Alberto Weretilneck que se encontraba de vacaciones- brindaron una conferencia de prensa. Lo hicieron junto a Larreguy, al jefe de la Regional V, Ives Vallejos y el subjefe de la policía, Luis Salinas.
"Los cipoleños nos vemos afectados nuevamente por el dolor", dijo Baratti que anunció un asueto municipal desde ayer a las 12 y durante todo el día de hoy.
Luego de repudiar el atentado, Baratti dijo que la ciudad seguirá firme en su defensa de la seguridad e invitó a los cipoleños a acompañar a la familia de la víctima cuyos restos serán inhumados, a las 10, en el cementerio local.
http://www.rionegro.com.ar/diario/rn/nota.aspx?idart=415395&idcat=9544&tipo=2