La amenaza cibernética a la par de las amenazas convencionales.
El Pentágono devela oficialmente su estrategia en materia de ciberseguridad.
Durante la audiencia frente a los senadores en junio pasado, el nuevo secretario de Defensa norteamericano, Leon Panetta, señalo hacer de la seguridad informática una de sus prioridades, adelantando que había una «gran probabilidad de que el próximo Pearl Harbor» suceda en el ciberespacio, particularmente a causa de un eventual ataque contra las redes eléctricas y los sistemas gubernamentales y financiero.
En el curso de estas últimas semanas, las redes de Lockheed-Martin han sido infiltradas, el sitio de Internet de la CIA fue blanco de piratas del grupo LulzSec y la sociedad Booz Allen Hamilton, que trabaja para el Pentágono, vio sus sistemas informáticos pirateados por el colectivo Anonymous, el cual puso en línea informaciones que concernían a más de 90.000 direcciones de correo electrónico pertenecientes a militares norteamericanos.
«Anonymous afirma haber borrado 4 gigaoctets de códigos fuente, revelando así contar con información susceptible de ayudarle a atacar al gobierno norteamericano y a sus contratistas» precisó la empresa de seguridad informática Sophos.
Los servicios de inteligencia no están tampoco a salvo de los ataques a las redes del Pentágono. Según el secretario agregado de Defensa, Willian Lynn, 24.000 archivos han sido robados en marzo pasado. Estos últimos son informaciones referidas a equipos electrónicos de materiales militares y sobre tecnología de vigilancia así como también, sobre sistemas de comunicaciones satelitales. Y, según este responsable, un Estado estaría detrás de esta intrusión, como en el 2008, cuando los sistemas informáticos del ejército norteamericano fueron infectados por un software malévolo, nombrado Agent.btz, a través de un pendrive introducido en un ordenador situado en una base en Medio Oriente.
Esta última revelación de William Lynn se hizo al margen del anuncio de la estrategia del Pentágono en materia de ciberseguridad [ver
pdf al final de la traducción] que hizo el 14 de julio. «En el siglo XXI, los octetos son tan peligrosos como las balas y las bombas» declaró durante un discurso pronunciado en la Universidad de Defensa Nacional de Washington. «Lanzar un ataque desde un teclado de ordenador en un país puede tener un impacto al otro lado del planeta en un clic» agregó.
«Nuestra evaluación es que los ciberataques serán un componente importante de todo conflicto futuro, se trate de grandes naciones, de países dictatoriales o de grupos terroristas» explicó William Lynn. «La existencia de herramientas que perturban o destruyen las redes críticas, causan daños físicos, o modifican la performance de los sistemas claves, marca un cambio estratégico en la evolución de la amenaza cibernética» consideró.
Para el Pentágono, el ciberespacio es considerado como un dominio operacional al igual que el aéreo, el espacial, el terrestre y el naval. Por otra parte, él puso en marcha el US Cyber Command, un comando dedicado especialmente a la seguridad informática. Si la amenaza de una respuesta militar en caso de una dura agresión a las redes norteamericanas ha sido adelantada recientemente, no será forzosamente automática. Según William Lynn, los Estados Unidos se reservan, no obstante, el derecho de una réplica «militar proporcional y justificada».
Pero el acento está puesto sobre todo en la colocación de una defensa "activa" y no pasiva, desanimando a los eventuales agresores. «Cada vez que alguien gasta unos cientos de dólares para concebir un virus, gastamos millones (para prevenirnos). Estamos del lado incorrecto y debemos cambiar esto» indicó el general James Cartwright, el vicejefe de estado mayor conjunto, después de haber explicado que «hasta ahora, el 90% de nuestra atención se concentraba sobre la construcción del próximo firewall, y el 10% sobre los medios para impedir que este sea atacado», explicó. El objetivo es, de ahora en adelante, concentrarse tanto sobre la disuasión como la protección».
«Nuestra estrategia de asegurar las redes para quitar cualquier ventaja para un ataque no militarizará el espacio virtual sino que contribuirá a disuadir a los actores militares a utilizar el espacio virtual con fines útiles» precisó, por su parte, William Lynn.
Según el documento publicado parcialmente por el Pentágono, se trata de disponer de una «capacidad sincronizada y en tiempo real que descubra, detecte, analice y reduzca las amenazas y los puntos de vulnerabilidad». Para esto, serán desarrollados nuevos conceptos y herramientas, como dispositivos y software, con el fin de impedir que un código malévolo, por ejemplo, pueda afectar las operaciones militares.
Por otra parte, el Pentágono va a colaborar más estrechamente con el departamento de Seguridad Interior (Homeland Security) y con las empresas privadas para proteger las infraestructuras norteamericanas de cualquier ataque informático. La estrategia también invoca el establecimiento de una defensa colectiva contra los ciberataques con los aliados de Estados Unidos y con otros países.
Fuente: OPEX 360 17 de julio 2011
Traducción propia. [entre corchetes es mío]
PDF Estrategia para las operaciones en el ciberespacio del Departamento de Defensa norteamericano: http://www.defense.gov/home/feature...egy_for_Operating_in_Cyberspace_July_2011.pdf
Le Pentagone dévoile officiellement sa stratégie en matière de cybersécurité.
Lors de son audition devant les sénateurs en juin dernier, le nouveau secrétaire à la Défense américain, Leon Panetta, avait indiqué mettre la sécurité informatique parmi ses priorités, en avançant qu’il avait une «forte probabilité que le prochain Pearl Harbor» ait lieu dans le cyberespace, notamment à cause d’une éventuelle attaque contre les réseaux électriques et les systèmes gouvernementaux et financier.
Au cours de ces dernières semaines, les réseaux de Lockheed-Martin ont été infiltrés, le site Internet de la CIA a été la cible des pirates du groupe LulzSec et la société Booz Allen Hamilton, qui travaille pour le Pentagone, a vu ses systèmes informatiques piratés par le collectif Anonymous, lequel a mis en ligne des informations concernant plus de 90.000 comptes de courrier électonique appartenant à des militaires américains.
«Anonymous affirme avoir effacé 4 gigaoctets de codes source, révélant ainsi des informations susceptibles de les aider à attaquer le gouvernement américain et ses contractuels» a précisé la société de sécurité informatique Sophos.
Les services de renseignement ne sont pas non plus en reste pour s’en prendre aux réseaux du Pentagone. Selon le secrétaire adjoint à la Défense, Willian Lynn, 24.000 fichiers ont ainsi été dérobés en mars dernier. Ces derniers concernent des informations portant sur les équipements électroniques de matériels militaires et sur les technologie de surveillance ainsi que sur les systèmes de communications satellitaire. Et selon ce responsable, un Etat serait derrière cette intrusion, comme en 2008, quand les systèmes informatiques de l’armée américaine avaient été infectés par un logiciel malveillant, nommé Agent.btz, via une clé USB introduites dans un ordinateur situé dans une base au Moyen Orient.
Cette dernière révélation de William Lynn s’est faite en marge de l’annonce de la stratégie du Pentagone en matière de cyber-sécurité [.pdf] qu’il a faite le 14 juillet. «Au XXIe siècle, les octets sont aussi dangereux que les balles et les bombes» a-t-il déclaré lors d’un discours prononcé à l’Université de la défense nationale de Washington. «Quelques frappes sur un clavier d’ordinateur dans un pays peuvent avoir un impact de l’autre côté de la planète en clin d’oeil» a-t-il ajouté.
«Notre évaluation est que les cyber-attaques seront une composante importante de tout conflit futur, qu’il s’agisse de grandes nations, d’Etat voyous ou de groupes terroristes» a expliqué William Lynn. «L’existence d’outils qui perturbent ou détruisent les réseaux critiques, causent des dommages physiques, ou modifient la performance des systèmes clé marque un changement stratégique dans l’évolution de la menace cybernétique» a-t-il estimé.
Pour le Pentagone, le cyber-espace est considéré comme un domaine opérationnel au même titre l’aérien, l’espace, le terrestre et le naval. D’ailleurs, il a mis en place l’US Cyber Command, un commandement spécialement dédié à la sécurité informatique. Si la menace d’une riposte militaire en cas d’agression majeure sur les réseaux américains a été récemment avancée, elle ne sera pas forcément automatique. Selon William Lynn, les Etats-Unis se réservent toutefois le droit d’une riposte «militaire proportionnelle et justifiée».
Mais l’accent est surtout mis sur la mise en place d’une défense «active» et non plus passive, en décourageant d’éventuels assaillants. «A chaque fois que quelqu’un dépense quelques centaines de dollars pour concevoir un virus, nous en dépensons des millions (pour nous en prémunir). Nous sommes du mauvais côté et devons changer ça» a indiqué le général James Cartwright, le vice-chef d’état-major interarmées, après avoir expliqué que «jusqu’à maintenant, 90% de notre attention se concentrait sur la construction du prochain pare-feu, et 10% sur les moyens d’empêcher que l’on soit attaqué», a-t-il expliqué. L’objectif est dorénavant de se concentrer tout autant sur la dissuasion que la protection».
«Notre stratégie de sécuriser les réseaux pour ôter tout avantage à une attaque ne militarisera pas l’espace virtuel mais contribuera à dissuader les acteurs militaires d’utiliser l’espace virtuel à des fins utiles» a précisé, pour sa part, William Lynn.
Selon le document publié partiellement par le Pentagone, il s’agit de disposer d’une «capacité synchronisée en temps réel à découvrir, détecter, analyser et réduire les menaces et points de vulnérabilité». Pour cela, de nouveaux concepts et outils seront développés, comme des capteurs et des logiciels, afin d’empêcher qu’un code malveillant, par exemple, puisse affecter les opérations militaires.
Par ailleurs, le Pentagone va collaborer plus étroitement avec le département de la Sécurité intérieure (Department of Homeland Security) et les entreprises privées pour protéger les infrastructures américaines de toute attaque informatique. La stratégie évoque également l’établissement d’une défense collective contre les cyber-attaques avec les alliés des Etats-Unis et les partenaires internationaux.
OPEX 360 17 juillet 2011