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Forista Sancionado o Expulsado
DESDE EL CONGRESO : PROMUEVEN LA REESTATIZACION DE TANDANOR
Un astillero reflota el debate sobre la industria nacional
En Diputados piensan que puede ser el disparador de una agenda productiva.
Armando Vidal
[email protected]
El Congreso no tiene un debate a fondo sobre la industria nacional desde hace 130 años. Eran tiempos en que la Argentina parecía "la granja de Europa", según lamentaba el diputado Carlos Pellegrini, uno de los que enfrentaban la doctrina librecambista y promovía la protección de la industria local.
A más de un siglo de aquel debate que insumió cuatro sesiones, del 18 al 25 de agosto de 1876, los diputados "cajonean" dos proyecto referidos a la reactivación de un complejo de alta envergadura industrial privatizado en los años 90. Está ubicado a unas 30 cuadras del Congreso y la mayoría de los diputados y senadores desconoce. Se trata de Tandanor (Talleres Navales Dársena Norte), que funciona en 20 hectáreas; el único en Sudamérica con un ascensor horizontal que saca y devuelve al agua barcos de gran calado.
En conjunto, un impresionante mole de tinglados como hangares, máquinas, herramientas y rieles en la Costanera Sur a cargo de sus trabajadores, con el respaldo del síndico de la quiebra presentada en 1999 por Indersa SA, la firma que obtuvo la concesión. Hoy es el taller de reparación más importante del país, con victorias en licitaciones internacionales. Al lado, está el astillero Ministro Manuel Domecq García, de la Armada, que formó parte del mismo complejo. El almirante Jorge Godoy suele invitar a recorrer sus instalaciones.
Uno de los proyectos es el presentado antes de la división entre kirchneristas y duhaldistas por el entonces presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño y Oscar Lamberto. El otro lo suscriben los opositores Claudio Lozano (ATE) y Eduardo Di Pollina (socialista).
En ambos se propone que el Estado compre los títulos de Indersa, la empresa que los adquirió en un proceso que los legisladores consideran fraudulento. El Gobierno hizo saber que está elaborando su propia propuesta. Y mientras tanto los bloques parlamentarios permanecen en silencio. Nadie rinde homenaje a quienes con sudor obrero mantuvieron esos talleres con vida.
Un astillero reflota el debate sobre la industria nacional
En Diputados piensan que puede ser el disparador de una agenda productiva.
Armando Vidal
[email protected]
El Congreso no tiene un debate a fondo sobre la industria nacional desde hace 130 años. Eran tiempos en que la Argentina parecía "la granja de Europa", según lamentaba el diputado Carlos Pellegrini, uno de los que enfrentaban la doctrina librecambista y promovía la protección de la industria local.
A más de un siglo de aquel debate que insumió cuatro sesiones, del 18 al 25 de agosto de 1876, los diputados "cajonean" dos proyecto referidos a la reactivación de un complejo de alta envergadura industrial privatizado en los años 90. Está ubicado a unas 30 cuadras del Congreso y la mayoría de los diputados y senadores desconoce. Se trata de Tandanor (Talleres Navales Dársena Norte), que funciona en 20 hectáreas; el único en Sudamérica con un ascensor horizontal que saca y devuelve al agua barcos de gran calado.
En conjunto, un impresionante mole de tinglados como hangares, máquinas, herramientas y rieles en la Costanera Sur a cargo de sus trabajadores, con el respaldo del síndico de la quiebra presentada en 1999 por Indersa SA, la firma que obtuvo la concesión. Hoy es el taller de reparación más importante del país, con victorias en licitaciones internacionales. Al lado, está el astillero Ministro Manuel Domecq García, de la Armada, que formó parte del mismo complejo. El almirante Jorge Godoy suele invitar a recorrer sus instalaciones.
Uno de los proyectos es el presentado antes de la división entre kirchneristas y duhaldistas por el entonces presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño y Oscar Lamberto. El otro lo suscriben los opositores Claudio Lozano (ATE) y Eduardo Di Pollina (socialista).
En ambos se propone que el Estado compre los títulos de Indersa, la empresa que los adquirió en un proceso que los legisladores consideran fraudulento. El Gobierno hizo saber que está elaborando su propia propuesta. Y mientras tanto los bloques parlamentarios permanecen en silencio. Nadie rinde homenaje a quienes con sudor obrero mantuvieron esos talleres con vida.