Relaciones Argentino-Israelí en la guerra

rodrigocarra

RED OBSERVADORES DEL AIRE
En ese tiempo en que Chile no podía adquirir armas, Israel, India, Sudafrica y otro que no recuerdo prestaron alguna "asistencia" a Chile.
 

Patanglén

soʌ sɐʇsǝ ɐʇlǝnʌ opɐp oɥɔǝɹǝp lɐ ʎoʇsǝ oʎ
Colaborador
Hace unos años le hice una nota a Castro Fox, y cuando le pregunté por Philippi, su derribo y posterior rescate, me comentó:
A su regreso estuvo poco tiempo más en Río Grande, y luego fue a Espora para analizar algunas cuestiones como el préstamo de bombas a la Fuerza Aérea, o la posibilidad de incorporar A-4E israelíes.

Exactamente. Ojalá algún día se larguen a contar la historia completa.

Saludos!
 
Buenas tardes.
Siempre tuve la inquietud del porque del apoyo de israel.

La excusa para calmar a los británicos era que estaban cumpliendo los contratos previos al comienzo del conflicto y que iban a honrarlos, ya que en eso, se jugaba su imagen como vendedor a nivel internacional.

Esto, es realmente el motivo o solo una excusa?
 
@eze22 si bien Argentina refugió a muchos nazis también le abrió la puerta a muchos judíos no solo desplazados de europa. El caso de moisheville es un ejemplo; pero la causa principal era el odio que tienen los Israelíes a los británicos, que bién mal se han portado; como en todas sus ocupaciones y encima les dejaron un conflicto con los árabes de regalo.
 
@eze22 si bien Argentina refugió a muchos nazis también le abrió la puerta a muchos judíos no solo desplazados de europa. El caso de moisheville es un ejemplo; pero la causa principal era el odio que tienen los Israelíes a los británicos, que bién mal se han portado; como en todas sus ocupaciones y encima les dejaron un conflicto con los árabes de regalo.

Reitero , Israel no vendió ( Palabra importante ) SdAs a Argentina por Simpatías o pseudo venganzas añosas , Lo hiso por Guita , que es por lo mismo que están metidos ahora con los Britones para montarles un Sistema Integrado de Defensa Aérea en las Islas Malvinas hoy .

Mi Humilde opinión .
 
Reitero , Israel no vendió ( Palabra importante ) SdAs a Argentina por Simpatías o pseudo venganzas añosas , Lo hiso por Guita , que es por lo mismo que están metidos ahora con los Britones para montarles un Sistema Integrado de Defensa Aérea en las Islas Malvininas hoy .
Noto una tendencia antijudía en tus comentarios o pensas que Perú nos regaló los aviones porque le habían echado el ojo a los M 2000; no seamos ingenuos ni mal intencionados.
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
Cada uno escribe lo que siente sobre este tema,en particular Yo tuve una muy buena experiencia con Oficiales y Subofciales de la Fuerza Aerea Israelí,siempre salía el tema de Malvinas,de los DAGGER,del apoyo en 1982 cuando se nos cerraron las puertas de los proveedores,guardan un lindo recuerdo aquellos instructores que llegaron a la VI Brigada Aerea y se quedaron mucho tiempo,aun en 1982,algunos pedian estar en San Julian y en Rio Grande acompañando a sus alumnos hasta hacía muy poco,como tambien en IAI guardan muy buenos recuerdos de los dias en que nuestros pilotos se habilitaban en DAGGER en la Fuerza Aerea Israeli,siempre habia un denominador comun...el resentimiento hacia todo lo britanico en recuerdo a la ocupacion de sus territorios,tal vez ahora todo haya cambiado como lo expresa algun forista,fué como sentirme entre pares cuando operaba con ellos,mas allá que en mis dias de descanso compartí su vida familiar,su historia que es tambien parte de la nuestra.Mi experiencia fué que Malvinas nos unia en una causa comun ante el mismo adversario.
 
Noto una tendencia antijudía en tus comentarios o pensas que Perú nos regaló los aviones porque le habían echado el ojo a los M 2000; no seamos ingenuos ni mal intencionados.
Yo de anti Israelita nada , no los condeno para nada , Solo que tengo la impreción que le venden a quien ponga las Lechugas Verdes sobre la meza y nada más , Ceamos nosotros , los Chilenos ( la crisis por las Islas del Beagle es un buen Ejemplo ) Ahora a los Britanicos justamente en el tema del Aparato defensivo de las Islas Malvinas etc...
Y reitero mi nula animadverción al estado de Israel y su gente , es más solo he tenido buenas experiencias con ellos , buena paga en los negocios y un pragmatismo digno de copiar .

Un Criollo Abrazo
 
Reitero , Israel no vendió ( Palabra importante ) SdAs a Argentina por Simpatías o pseudo venganzas añosas , Lo hiso por Guita , que es por lo mismo que están metidos ahora con los Britones para montarles un Sistema Integrado de Defensa Aérea en las Islas Malvinas hoy .

Mi Humilde opinión .
De todas formas hay una anegdota; y se comentó en el foro hace años, que el primero que autorizó el apoyo fué el propio menahem begin; precisamente por el sentimiento anti británico ( no olvidar que personas como Begin y hasta el propio isaac Rabin fueron unos pone bombas ). Por plata también pero fijate en la pagina anterior la propaganda de los Dagger, la categoría de " combat proven " si viene acompañada de un cliente extranjero te da publicidad a pleno. Y para rematar no olvido nunca las palabras de Don Eduardo respecto a Israel como el unico proovedor confiable, que no es poca cosa y menos en el negocio de las armas.
 
Cuando se votó la Resolucion 502 en el Consejo de Seguridad de la ONU La resolución 502, aprobada en la 2350.ª sesión del Consejo de Seguridad, contó para salir adelante con los diez votos favorables de Francia, UK, EEUU,Republica del Congo, Guyana, Irlanda, Jordania, Japon, Togo y Uganda. Se abstuvieron China, la URSS, España y Polonia. PANAMÁ voto en contra de la resolución.
Gracias España!
y todavía vienen reyes que se quedaron en el siglo XIX. Y bien que cuando se morían de hambre (literal) Argentina los ayudó.

Al menos se hubieran abstenido
 

rodrigocarra

RED OBSERVADORES DEL AIRE
Yo creo que Rastrojero se refiere a que los Estados solo tienen intereses. Nada mas. Como el hombre no dará nada si no sabe que tendrá algun beneficio futuro así mismo los Estados no darán nada si no esperan alguna ganancia. Dudo que al Estado de Israel le importe si Argentina o Chile se maten entre si. Tanto como al Estado de Perú si las Malvinas pertenecen a la soberanía Argentina. Es bonita la hermandad entre Estados pero que tan real es. Es idealismo pensar en esto, a todos nos gustaría y suena lindo, nos reconforta saber que no estamos solos, pero a la luz de la realidad y aunque nos duela por unos instantes es mejor saber que estas solo y nadie te ayudará porque te quiere. Esa es la verdad de este realismo y no el sueño utópico y peligroso del idealismo.
 
Israel fue el mayor proveedor de armamentos con el que contó la dictadura para encarar la guerra de Malvinas. Lo fue por encima de Perú, Ecuador, Libia y Venezuela. Pero la colaboración israelí con la Argentina fue más allá: dos de sus técnicos viajaron a las islas a instalar equipos de comunicaciones para evitar que los ingleses interfirieran las llamadas entre Puerto Argentino, Buenos Aires y Comodoro Rivadavia. Esta revelación, hasta ahora inédita, forma parte del libro “Operación Israel: El rearme argentino durante la dictadura (1976-1983)” que publicó el periodista Hernán Dobry, autor de esta nota para NOTICIAS. La improvisación con la que se llevó adelante la guerra hizo que los militares, que obedecían órdenes del dictador Leopoldo Fortunato Galtieri tuvieran que salir a conseguir equipamientos en medio de los combates para enfrentar a los ingleses. Israel (representado por la firma Isrex Argentina) fue uno de los que más ayuda les prestó. Y ninguna empresa de ese origen que fabrique armamentos puede vender insumos sin la previa autorización del gobierno de Israel. “Lo primero que me preguntaron los muchachos de Isrex era si habían plantado equipos de escucha e interferencia en el terreno. Les dije que no. ‘Ustedes están locos’, afirmaron”, resalta el coronel retirado Juan Carlos Amiano, comandante de Comunicaciones en 1982. La seguridad de las comunicaciones fue el punto más frágil del sector, ya que disponía de codificadores obsoletos. Esta falencia recién la percibieron cuando notaron que los ingleses escuchaban todo lo que transmitían. “Los cifradores que teníamos, hasta ese momento, eran un desastre. Las comunicaciones fijas estaban desguarnecidas, no había ningún sistema de protección más allá de eventuales equipos de criptografía sin ninguna seguridad, que era mejor no usarlos”, afirma el coronel retirado Abelardo Acevedo, exmiembro de la División Técnica de la Agrupación de Comunicaciones 601 del Ejército. Ante este panorama, debieron salir en busca de algún reemplazo. Por eso, Acevedo y los mayores Alejandro Diego Peralta y Juan de la Cruz Bona solicitaron a Isrex Argentina y otras empresas que les ofertaran las opciones que tenían disponibles. PRÉSTAMO. Los representantes israelíes les presentaron las alternativas pero se negaron a vendérselas: solo aceptaban cedérselas a préstamo. “Me sorprendió la actitud y les pregunté por qué nos ofrecían eso cuando ellos eran aliados de los ingleses. No me respondieron. Solo me dijeron que querían ayudarnos”, afirma Acevedo. Israel Lotersztain, vendedor de Isrex Argentina, concuerda. “Ni se nos pasó por la cabeza venderlos. Israel está continuamente en guerra y, por eso, tiene un particular respeto por quien está metido en un conflicto bélico y le parece horrible aprovecharse de quien está en esa circunstancia”, resalta. Acevedo convenció a sus superiores de que aceptaran la propuesta, luego de comprobar que el equipo era compatible con lo que estaban buscando. Así, les encargaron en forma urgente tres cifradores Sec-23, fabricados por la firma Tadiran. Enseguida, la empresa despachó dos aparatos en un avión desde Israel y sumaron un tercero que estaba en un laboratorio de pruebas en Buenos Aires y los enviaron a las islas vía Comodoro Rivadavia. Pero todavía quedaba un problema por resolver: había que calibrarlos y los oficiales argentiEl préstamo de equipos de comunicación y la presencia de técnicos israelíes en las islas. GUERRA DE MALVINAS La colaboración oculta de Israel INSUMOS. La cabina de un equipo de comunicación GRC-142 y un TRC45, en un camión, fueron provistos por Israel. Un cifrador Sec-23 fabricado por la empresa Tadiran que técnicos israelíes instalaron en Puerto Argentino durante la guerra. nos no sabían cómo hacerlo. “Nuestros técnicos no habían sido entrenados y desconocían cómo hacer que estuvieran inmediatamente en servicio”, señala Acevedo. Por eso, le pidieron a Isrex Argentina si podía conseguir algún especialista que realizara esta tarea en las islas. Enseguida pusieron a su disposición a Ioram Guidot y a otro de nombre Ika, dos ingenieros de Tadiran que estaban dando capacitaciones en la Argentina. “Cuando me preguntaron qué opinaba de que la gente de Tadiran viniera a instalarlo, lo aprobé. Era una forma de que se involucraran. Fueron y lo instalaron en el Centro de Comunicaciones Fijo en Malvinas”, afirma el coronel. Guidot e Ika llegaron de incógnito a las islas a fines de abril de 1982 y debieron ocultar su verdadera identidad –y su profesión– para evitar problemas diplomáticos. “Uno de ellos era flaco y alto. Viajaron en un Hércules, acreditados como periodistas”, recuerda el coronel retirado Carlos Stricker.
La guerra avanzaba y los técnicos no regresaban a Buenos Aires. Finalmente, Ika volvió promediando el conflicto, pero Guidot siguió allí por decisión propia. Recién diez días antes de la rendición lograron sacarlo y llevarlo de nuevo al continente, evitando una crisis diplomática. “Ioram Guidot era un loco de mierd@. Estaba bien que peleara una guerra que fuera suya, pero esta no lo era. Yo estaba desesperado para que volviera y lo hizo diez días antes de que la pista de Puerto Argentino dejara de operar –afirma Lotersztain–. Si se hubiera quedado ahí, los ingleses lo habrían atrapado. Era mi desesperación. No me quiero imaginar qué hubiera pasado si agarraban como prisionero de guerra a un israelí”. El primer Sec-23 se instaló en Malvinas. Los otros dos fueron puestos en funcionamiento en el Estado Mayor General del Ejército, en Buenos Aires, y en el Comando de la Brigada de Infantería IX, en Comodoro Rivadavia. Así se cubrieron los problemas de seguridad que existían, hasta entonces, para las comunicaciones fijas. Finalmente, el cifrador fue destruido el 14 de junio de 1982, horas antes de la rendición, junto a otros equipos que las tropas argentinas tenían en las islas. Una vez terminada la guerra, se devolvieron a Tadiran los otros dos aparatos que estaban en el continente, ya que habían llegado a préstamo. El problema se presentó varios años después, cuando la empresa reclamó el pago de cerca de 200.000 dólares por el material que se había perdido en Puerto Argentino. “Israel reclamó durante mucho tiempo y el Ejército decía que lo había pagado. Fue un error israelí el no haber hecho facturas ni recibos en un momento de tanta confusión como es una guerra”, afirma una fuente cercana a las operaciones de venta de armamentos de Israel. La demanda perduró hasta los ‘90, pero el Ejército se negaba a reconocer la deuda. En 1992, “vinieron del Ejército y de Isrex a preguntarme si esos equipos se habían pagado. Les dije que había sido un préstamo”, concluye Acevedo. Finalmente, Luis Guterson, otro de los vendedores de Isrex Argentina, logró que en el Edificio Libertador aceptaran el error y saldaran la cuenta como una deuda de honor. Fue durante el gobierno de Carlos Menem, ya en democracia.

Fuente Hernan Dobry- Revista Noticias
 
Los Mirage V de la Operación Israel

Los combates durante la Guerra de Malvinas diezmaron el poder de fuego de la Fuerza Aérea Argentina a tal punto que se puso en riesgo la propia seguridad del país ante la posibilidad de que Chile aprovechara esta debilidad para resolver por las armas el conflicto del Beagle. Esto es lo que pensaba la conducción de la Aeronáutica en junio de 1982 cuando decidió salir a comprar cazabombarderos para reemplazar los derribados por los británicos.
“Cuando comenzamos a tener pérdidas, empezamos a hacer una investigación para ver dónde podíamos conseguir reemplazos”, afirma su titular de ese entonces, el brigadier general Basilio Lami Dozo.
La premura y los bloqueos impuestos por los ingleses, la entonces Comunidad Económica Europea, el Commonwealth y los Estados Unidos hacían imposible obtenerlos en los proveedores tradicionales, por lo que tuvieron que recurrir, una vez más, a sus dos aliados más importantes de esos días: Perú e Israel.
Lima les envió 10 Mirage V que tenía en su flota (costaron 50 millones de dólares) y que llegaron al país piloteados por oficiales de la Fuerza Aérea Peruana. Incluso, muchos de ellos pidieron participar de la guerra como voluntarios; la Argentina les agradeció la ayuda pero se negó a aceptarla.
Con Israel la situación era más complicada ya que había que evitar las presiones británicas. Así, se debió recurrir a la triangulación a través de Perú, como se venía haciendo con otros armamentos durante el conflicto.
Todo esto sale a la luz, por primera vez, en el libro Operación Israel: El rearme argentino durante la dictadura (1976-1983) (Ediciones Lumiere).
La elección no fue simple, ya que durante la guerra se habían recibido cerca de 30 propuestas, de cuanto traficante de armas había en el mundo, por unos cazabombarderos Mirage IIIC que el estado judío había dejado de usar hacía unos años. Luego de analizarlas, concluyeron que la única opción confiable era adquirirlos en Israel.

Sin embargo, la operación era resistida dentro de la Fuerza Aérea, ya que los oficiales estimaban que esos aviones eran inservibles por lo deteriorados que se encontraban. Incluso, ya habían sido descartados por una comisión que había viajado a verlos en 1980 y escrito un informe lapidario.
Nada de eso le importó a Lami Dozo, quien decidió seguir adelante y autorizó al brigadier mayor Ubaldo Díaz a realizar la operación a principios de junio. Así, el comandante de Material se contactó directamente con Isrex Argentina, los representantes de las empresas de armamentos israelíes en el país, y les encargó 23 Mirage IIIB/C.
La primera reacción de la empresa fue advertirles de que eran aparatos viejos y que no les iban a servir de mucho. Pero la necesidad superó cualquier análisis racional y la negociación siguió adelante.

“Ese fue un requerimiento que nosotros recomendamos mucho no hacerlo. No queríamos. No era material obsoleto, pero digamos que no era adecuado ni conveniente. Lo que pasa es que estaban desesperados y el jefe quería tener algo acá. No los queríamos vender, de ninguna manera, porque estaban usados y considerábamos que no eran útiles”, afirma Jaime Weinstein, uno de los vendedores de Isrex Argentina.
La decisión ya estaba tomada y no iban a modificarla. “Nosotros ya íbamos con un pedido especial, nada de que nos vengan a ofrecer lo que ellos querían. Queríamos esto y punto”, señala Lami Dozo.
Las Industrias Aeronáuticas Israelíes (IAI) accedieron a enviarles 23 aviones Mirage IIIB/C (20 monoplaza y tres biplaza) por 78 millones de dólares. Esto sorprendió a muchos oficiales, ya que el precio era menor a los 115 millones que les habían cotizado en 1980.
Una operación compleja
El problema mayor que planteaba la operación era cómo haría Israel para justificar ante los británicos la venta de estos aviones a la Argentina en medio de la guerra y evitar un escándalo internacional. La solución fue triangularlos a través de Perú, de la misma forma que lo había hecho con otros armamentos.
Para eso, la FAP le facilitó órdenes de compra en blanco y certificados de destino final en Lima que fueron completados en Buenos Aires por el personal de Isrex Argentina. “Llené una orden de compra que nos habían dado ellos, y certificados de destino final, todos firmados en blanco, en la que decía que adquirían 23 aviones”, afirma Israel Lotersztain, otro de los vendedores de la firma.
Con esto resuelto, quedaba pendiente arreglar el marco legal que le darían al negocio, ya que no se podía firmar un contrato entre la Fuerza Aérea Argentina y las IAI debido a que, en la práctica, los adquiría Perú.

El brigadier Serafín Julio Iribarren, director general de Obtención y Administración del Material, decidió que se realizaría un acuerdo ficticio con el Ministerio de Defensa de Israel, que contuviera los mismos puntos que un documento real. Se hizo una sola copia que quedó guardada en la caja fuerte del comandante en jefe de la Fuerza Aérea, por si precisaba utilizarse alguna vez.
Este documento debía permanecer oculto ya que la operación era secreta, por lo que se lo llamó Topo I. Todas sus páginas estaban firmadas con las iniciales de Iribarren, Lotersztain y Weinstein, como una forma de sellar un compromiso entre las partes.
Sólo quedaba pendiente arreglar la forma de pago, ya que había que girar, primero, un anticipo a Isrex (la empresa controladora de Isrex Argentina en Israel) y abrir una carta de crédito en un banco por el resto, para que Israel los liberara.
Esto no podía hacerlo una entidad argentina, ya que los aviones eran para las FAP. Por eso, salieron en busca de alguna institución financiera peruana o, en su lugar, de Panamá, dispuesta a brindarle este servicio. Todos se negaron.
Para solucionar el problema, la compañía utilizó una cuenta en el Crédit Suisse y una empresa fantasma que tenían las IAI en Suiza, y le ofrecieron a la Fuerza Aérea que girara todo el dinero allí por anticipado. Si bien los brigadieres no estaban conformes con la idea, no les quedaban muchas alternativas por lo que aceptaron la propuesta y enviaron el efectivo.

A partir de allí, cada día el personal de Isrex en Tel Aviv llamaba al banco para ver si había llegado la transferencia. La respuesta siempre era negativa. Después de recibir durante dos semanas el mismo mensaje, su titular, el argentino israelí Gad Hitron, se cansó y viajó personalmente a Europa para averiguar qué había ocurrido.
Llevó todos los datos y el télex con la confirmación de la transferencia y contrató a un escribano para que labrara un acta de lo que estaba ocurriendo. Frente a esa presión, las autoridades de la entidad cedieron y admitieron que el dinero había llegado y se comprometieron a pagarles los intereses correspondientes al tiempo que el efectivo había estado paralizado.
“Los suizos estuvieron jodiendo 15 días diciendo que la guita no había llegado. En ese momento, las tasas estaban al 14 por ciento, o sea, que era mucha plata de intereses”, señala Lo- tersztain.
La llegada. Entre idas y vueltas, los aviones recién estuvieron listos para viajar a Buenos Aires en diciembre de 1982, cuando ya había terminado la guerra. A pesar de que el conflicto bélico ya había quedado atrás, los Mirage IIIC fueron pintados con las insignias y la numeración de la FAP para evitar cualquier tipo de problema con los ingleses.

Así, el círculo cerraba completamente: se habían adquirido con órdenes de compra peruanas y certificados de destino final en Lima y, ahora, contaban con todas las características que ellos usaban, aunque serían utilizados por la Argentina.
Incluso, los israelíes montaron una operación secreta de transporte en medio de la noche para cargarlos en los buques argentinos de Elma y evitar que los británicos se enteraran de lo que estaba ocurriendo.
“Fue una gran operación, muy interesante. Se embarcaban en buques argentinos de Elma que llegaban a Israel. Se hacía todo de noche para evitar la vista satelital”, resalta el comodoro (R) Juan Carlos Luscher, encargado de la Oficina de Enlace de la Fuerza Aérea en Tel Aviv en ese momento.

Los aviones llegaron a Buenos Aires entre diciembre de 1982 y febrero de 1983, y fueron destinados a la IV Brigada Aérea de Mendoza y a la Base Aérea Militar Río Gallegos, en Santa Cruz. Contra los pronósticos de la mayoría, terminaron volando hasta 1994, cuando fueron desprogramados para siempre.

Fuente: La voz del interior
 
La decisión de Jerusalén de apoyar a la Argentina no fue tan simple ya que podía comprometer su relación con Inglaterra, quien era un comprador más importante y estable de sus productos que Buenos Aires y tenía una comunidad judía mucho mayor y poderosa.
La excusa para calmar a los británicos era que estaban cumpliendo los contratos previos al comienzo del conflicto y que iban a honrarlos ya que, en eso, se jugaba su imagen como vendedor a nivel internacional.
La decisión fue tomada en persona por el primer ministro Menajem Beguin y comunicada al presidente de Isrex, Gad Hitrón, y a su jefe Aaron Dovrat, cabeza del grupo Clal (ambos argentino-israelíes), en un encuentro que mantuvieron en Jerusalén tras una reunión de gabinete, cuando promediaba el conflicto.
“Hitron y Dovrat se pasaron ahí como tres horas esperando tener una entrevista con él. Finalmente, (el canciller Yitzhak) Shamir los hizo entrar. Estos dos le empezaron a explicar que las Malvinas son argentinas y que los ingleses y qué se yo. Beguin los interrumpió y les dijo: ‘A mí me vienen a hablar mal de los ingleses ustedes. ¿Esto se va a usar para matar ingleses? Kadima (adelante). Eso sí, por supuesto, me lo hacen todo bien’. – afirma Israel Lotersztain, vendedor de Isrex Argentina, la representante en Buenos Aires de las compañías fabricantes de armamentos israelíes -. Dov (Gruner) desde arriba va a estar satisfecho de esta decisión que tomé. Era específicamente por su amigo al que los británicos habían ahorcado en la cárcel de Akko. Le saldó la cuenta. Odiaba a los ingleses más que a cualquier otra cosa. Todos se habían olvidado, pero él no”.
Las palabras del primer ministro habían sido claras: los vendedores debían hacer las cosas bien. O sea, tenían que encontrar un país que estuviera dispuesto a triangular las armas o que pudieran aducir que eran parte de contratos preexistentes.
El único que estuvo dispuesto a jugarse de esta forma fue Perú.

Fuente: Libro "Operacion Israel"
 

thunder

Veterano Guerra de Malvinas
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Fuimos clientes de un sda imperfecto para nuestro empleo.
 
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