Relaciones entre la Unión Europea y Turquia

Sebastian

Colaborador
Turquía amenaza a la UE con abrir las fronteras a los refugiados si continúan las críticas

El Parlamento Europeo quiere congelar la adhesión por el retroceso democrático del país


Andrés Mourenza

Las relaciones entre Turquía y la Unión Europea se tensan día a día de una forma no vista en años, lo que amenaza con romper el acuerdo antimigratorio firmado por ambas partes el pasado marzo. “Si vais más lejos, abriremos las puertas (de las fronteras). Eso debéis saberlo”, advirtió este viernes el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, durante un discurso.

Pese a que las autoridades turcas han subrayado que la decisión adoptada por el Parlamento Europeo instando a congelar temporalmente las negociaciones de adhesión de Turquía no tiene carácter vinculante, lo cierto es que no ha sentado nada bien en un país que se considera injustamente tratado por una Unión Europea a cuyas puertas llama desde 1963.

Ya en la noche del jueves al viernes, Erdogan denunció que la decisión de la Eurocámara es una “crítica injusta” a la situación en Turquía y acusó a Europa de “estar del lado de los terroristas”.

Unas duras descalificaciones que en la mañana del viernes completó con su amenaza de abrir las fronteras para que los refugiados y migrantes que se encuentran en suelo turco puedan pasar libremente a territorio europeo. “Cuando los niños muertos golpearon las costas mediterráneas ustedes no decidieron cuidarlos. Cuando los barriles bomba llovieron sobre estas personas, nosotros no los abandonamos a su suerte.

Los ayudamos sin preguntar si vendría ayuda o no de la UE. Nosotros alimentamos a 3 millones de refugiados en este país y no hemos abierto las puertas (fronterizas) esperando que nos llegase apoyo de la UE. Pero ustedes no han cumplido sus promesas”, arremetió el líder turco.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/11/25/actualidad/1480064543_937083.html
 

Sebastian

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Juncker: “Turquía cumplirá el pacto migratorio con la UE”
EL PAÍS entrevista en Madrid al presidente de la Comisión, en visita oficial al Rey y al presidente del Gobierno español

Turquía “no cancelará el acuerdo” migratorio con la Unión Europea, aseguró ayer en Madrid el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en un encuentro con un grupo de periodistas previo a las visitas oficiales realizadas ayer al Rey y al presidente del Gobierno. Cumplirá, porque “Turquía necesita tanto a Europa como nosotros a ellos”. Apeló a su confianza en que el presidente turco “no está dispuesto a dejar sus aguas territoriales en manos de criminales y traficantes”. También se mostró firme sobre las sanciones a Rusia.


Juncker rechazó asimismo, con inusitada energía, las acusaciones de Turquía de que la UE practica un doble rasero con ella. “[Recep Tayyip] Erdogan tiene que dejar de acusarnos de ser los responsables de que los ciudadanos turcos no puedan viajar sin visado a Europa”. “Si no
cumplen los criterios [en referencia a las 72 condiciones que Bruselas requiere a Ankara] es su responsabilidad, no la nuestra”.


Respecto a Rusia, mantuvo la firmeza: “Las
sanciones cesarán cuando Rusia lo decida”, argumentando, aquí también, que el derecho y los acuerdos internacionales están para ser cumplidos. En cambio fue más prudente con Estados Unidos, bajo la idea de esperar y ver: “Todas las administraciones estadounidenses tienden al principio a ignorar a la UE”, recordó, pero luego acaban apreciándola y colaborando con ella.


Donde más pasión puso fue en su defensa del papel coordinador de la Comisión en la lucha contra el terrorismo, “que muchos ignoran”. Y en su denuncia de que hay grupos de interés relacionados con el comercio de armas que estarían presionando, así como a los Estados miembros, de la “forma más repugnante” para bloquear la normativa que la Comisión Europea aprobó a raíz de los atentados de París y que limitan severamente la circulación de armas de fuego en Europa. “No puede haber libertad de circulación de Kaláshnikovs”, sentenció.



En un insólitamente largo encuentro de una hora con periodistas especializados —en Bruselas suele espaciarlos mucho— el jefe del Ejecutivo comunitario se mostró claro y directo. Negó que haya una relación directa entre las políticas de austeridad y el populismo, pues este triunfa en países que no han experimentado aquella. Tampoco que haya una división irreparable entre norte y sur. Cree más bien que el auge populista, creciente “por todas partes de forma incontrolada”, tiene que ver más con la xenofobia e, incluso, con unas divisiones más profundas entre el este y el oeste.



El peor problema, a su juicio, no es el populismo en sí mismo, sino que “los líderes políticos de algunos partidos tradicionales compran el discurso de los populistas para atraer sus votos”. Y al final los electores acaban prefiriendo el original a la copia.



Lo que más le inquieta es la raíz de la xenofobia: “El rechazo del otro”. Recuerda que cuando era pequeño llegaban a su colegio niños españoles o italianos y que se pasaban días llorando porque estaban solos y no entendían la lengua pero que todos les acogían y les acompañaban para ayudarles. “Esto que vemos ahora, no es Europa”, dice con pesar, reconociendo que los acuerdos para acomodar refugiados por él impulsados han tenido “escasos” resultados. Y señaló a España entre los países que menos han estado a la altura de lo requerido y comprometido.



Elegido en las europeas de 2014, el luxemburgués se encuentra a punto de entrar en la segunda la mitad de su mandato. Y aunque demostró ayer plena forma y su ironía habitual, acusó sin ambages la noticia de la marcha a la política alemana de su amigo y aliado Martin Schulz, el presidente socialdemócrata del Parlamento Europeo.



“Nunca antes las relaciones entre la Comisión y el Parlamento habían sido tan buenas, ni su complicidad tan profunda”, subrayó. Y es que, aunque rivales en la campaña electoral, forjaron una alianza potente, que ha reverdecido la vieja sintonía de democristianos y socialdemócratas. De la que España y Portugal se benefician: ambos militaron contra los intentos de halcones y superortodoxos de imponerles sanciones por su déficit excesivo. Pero se mostró, al menos de palabra, exigente: “No es un secreto que tenemos problemas con el presupuesto español”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/12/01/actualidad/1480618439_143098.html
 

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Alemania bloquea ventas de armas a Turquía



https://www.zona-militar.com/2017/03/22/alemania-bloquea-ventas-de-armas-a-turquia/
 

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Macron descarta la futura integración de Turquía en la Unión Europea
El presidente francés propone reforzar la cooperación como fórmula alternativa

JUAN PEDRO QUIÑONERO
Corresponsal en París05/01/2018 20:37hActualizado:05/01/2018 20:37hNoticias relacionadas
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La comida de trabajo entre Emmanuel Macron y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, confirmó que los derechos humanos y la libertad de expresión impiden «avanzar» en las relaciones entre Turquía y la Unión Europea (UE), aunque París y otras capitales consideran necesario estudiar alguna forma de cooperación o asociación particular con Ankara, para preservar el «anclaje» turco a Europa.

Erdogan esperaba salir de su aislamiento creciente en la escena internacional, al ser recibido en el Elíseo como «aliado privilegiado». Macron esperaba confirmar su ascensión en la escena internacional, como muñidor de proyectos de acuerdos internacionales, cuando el comportamiento de Trump, el Brexit y el estancamiento de una Alemania sin gobierno ofrecen a Francia ciertas oportunidades de activismo diplomático.

Tras una comida de trabajo «franca y directa», los presidentes de Francia y Turquía escenificaron unos acuerdos bilaterales de cierta importancia, para confirmar, acto seguido, que ha llegado a su fin, sin retorno, el largo proceso de negociación del ingreso de Turquía en la UE. «Llevamos medio siglo esperando. Comenzamos negociando más de treinta y cinco capítulos, de los que siguen en pie una docena. Turquía está cansada de esperar…» afirmó Erdogan, en un tono verbal comedido.

«Los recientes acontecimientos en Turquía no permiten ningún avance», respondió Macron, agregando: «En su día, la UE cometió el error de dejar pensar que era posible esperar cosas que no podrían realizarse. A mi modo de ver, ambas partes ganaríamos con un discurso de claridad.

Estudiar alguna forma de asociación o cooperación particular quizá fuese la manera de asegurar el anclaje de Turquía a Europa. Es imprescindible conseguir preservar esa relación, estratégica para ambas partes. La hipocresía no es útil para nadie. El proceso abierto hace muchos años no podrá evolucionar en la dirección original. Debemos intentar que el pueblo turco construya su futuro mirando hacia Europa…».

A juicio de Macron, la convención europea de los derechos humanos es un «techo» insalvable. Europa debe ofrecer a Turquía una «alternativa» a una imposible «unión». Cerrado, pues, con claridad, el «proceso abierto» con Turquía, «hace muchos años», Macron insistió muy prolijamente en la importancia capital de Turquía como aliado estratégico, para la UE y para la OTAN, en terrenos tan sensibles como las relaciones con el mundo musulmán, la lucha contra el terrorismo, la recomposición en curso de Oriente Medio y el incierto porvenir de Siria «cuando concluya la guerra contra Daesh» y sea necesario «organizar» el futuro regional.

Marginados los derechos humanos, las libertades y el Estado de Derecho, en una Turquía gobernada con mano de hierro (cierre de periódicos, encarcelamiento de periodistas, detenciones masivas, violación de derechos básicos, etcétera) Macron y Erdogan encontraron otros terrenos de entendimiento táctico, como la cooperación reforzada contra el terrorismo, sencillamente indispensable, para Francia y Europa, confirmando que las relaciones policiales y militares con Ankara son «excelentes».

Macron ha hecho evolucionar la posición oficial de Francia sobre Siria. Hollande exigía la desaparición de Al Assad y su régimen. Macron es mucho más flexible y estima posible que Al Assad participe en la gran negociación por venir. Erdogan recordó que Turquía ha recibido a más de 3 millones de refugiados, mayoritariamente sirios, sin que la UE cumpla, según él, sus promesas de ayuda financiera, cooperación económica, comercial, industrial y agropecuaria.
 

Sebastian

Colaborador
Queda claro qye Erdogan tiene agarrada a la UE de los eggs...
Y queda claro que politicamente la UE es un enano...

Dos presidentes visitaron Turquía. Solo al hombre se le ofreció una silla​

¿Desaire o descuido del protocolo? Los analistas dijeron que el gesto que dejó en una posición incómoda a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, es un símbolo del trato que da Turquía a las mujeres.

 
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