Barbanegra
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Miles de desplazados por enfrentamientos en Cachemira
Los desplazados ascienden a 10.000 y están siendo reubicados en refugios improvisados. Provienen de aldeas fronterizas de Jammu y Cachemira y huyen de unos "ataques indiscriminados contra zonas civiles a lo largo de la frontera", según dijo un alto funcionario indio a la agencia IANS. Los bombardeos se intensificaron este lunes en los distritos de Samba y Kathua.
Los choques empezaron hace una semana. India culpa a los Rangers Pakistaníes de romper el alto el fuego mediante bombardeos de morteros el último día del año pasado. Islamabad devuelve las mismas acusaciones a las Fuerzas de Seguridad Fronteriza (BSF) indias. "Los tiroteos continúan, estamos dando una respuesta digna a los bombardeos de Pakistán", señaló un funcionario indio. Al otro lado la versión es idéntica. Pakistán asegura que está "respondiendo eficazmente a los tiroteos indios". La pescadilla que se muerde la cola convertida en conflicto: "Las tropas paquistaníes están atacando posiciones de las BSF que están atacando el área de Pakistán", decía un comunicado paquistaní publicado ayer.
En estos enfrentamientos el lunes murió un soldado indio en el área de Samba tras ser alcanzado por un proyectil. Pakistán afirma que en su territorio murieron ayer cuatro civiles en Sialkot. Estas muertes se suman a una lista de nueve -siete soldados y dos civiles- en ambos países desde el inicio de los tiroteos.
A los distritos afectados ha acudido hoy D.K. Pathak, jefe de las BSF. "Queremos restablecer la normalidad a lo largo de la frontera, pero nos vemos obligados a tomar represalias porque los Rangers de Pakistán nos disparan", dijo el alto mando militar, según cita la agencia PTI. Pathak asegura que no hay ningún tipo de comunicación -más allá de las balas- entre ambas partes. "La prevalencia de la paz es la mejor situación. Pero si Pakistán no quiere la paz, si los disparos vienen desde su lado, no cabe duda de que responderemos", afirmó tajante.
Un conflicto de seis décadas
India y Pakistán han librado dos guerras por el territorio de Cachemira, dividido en 1947 durante la independencia de ambos países con una frontera de 200 kilómetros. Los dos reclaman su soberanía desde entonces. Tras numerosos conflictos, los dos estados firmaron un alto el fuego en 2003 que sigue en vigor, si bien ambos se acusan de violarlo repetidamente.
Después de unos primeros acercamientos amistosos tras la investidura de Narendra Modi como primer ministro de India en mayo, las relaciones entre ambos países se distanciaron hasta el punto de que el pasado verano Delhi dio carpetazo al diálogo con su vecino al denunciar repetidas violaciones del alto el fuego fronterizo.
El último gesto simbólico entre ambos mandatarios tuvo lugar tras la masacre en una escuela de Peshawar en diciembre. Modi tendió la mano a su homólogo paquistaní, Nawaf Sharif, en su lucha contra el terrorismo. Dos semanas después de aquello, ya estaban repitiéndose las viejas acusaciones que hacen que los habitantes de Cachemira vivan desde hace seis décadas su particular día de la marmota.
"La esperanza es un mito. Esta frontera nunca será pacífica a menos que los dos países resuelvan sus problemas", dijo este martes Mohandir Pal, un vecino de Charaliya en la Cachemira india, al medio FirstPost después de tener que abandonar su casa por los bombardeos.
Modi visitó Cachemira durante las elecciones que vivió este estado de más de 10 millones de habitantes el mes pasado. El mandatario aplaudió la alta participación en las urnas frente al boicot que pretendían los separatistas. "Habéis derrotado las balas con los votos y eso demuestra que los votos son más poderosos que las balas", dijo entonces en un mitin. "Los jóvenes de Cachemira prefieren tener en sus manos un teléfono inteligente antes que un fusil AK-47". Por el momento los fusiles seguirán presentes en sus vidas.
http://www.elmundo.es/internacional/2015/01/06/54abe2d2e2704e2b558b4578.html