Hablando de castigos colectivos...simplemente por "ser"...
Israel revoca la residencia a los familiares del palestino que mató a cuatro militares
El Ejecutivo de Netanyahu castiga colectivamente a 13 parientes y demolerá la casa del terrorista
Lourdes Baeza
Jerusalén
10 ENE 2017 - 13:13 CET
El ministro del Interior de Israel, Aryeh Deri, decidió anoche revocar de inmediato la residencia permanente a la madre y a 12 familiares en primer grado de Fadi al-Qandar, el palestino de 28 años residente en un barrio de Jerusalén Este que el pasado domingo
lanzó su camión contra un grupo de soldados israelíes matando a 4 militares e hiriendo a otros 17.
“Tenemos que hacer saber a todos los que estén pensando en cometer un ataque que sus familias pagarán un alto precio por sus acciones y que las consecuencias serán graves y de gran alcance”, justificó Deri tras consultar la medida punitiva con el Shin Bet -el servicio de seguridad interior israelí- y las autoridades de inmigración.
El castigo colectivo a la familia alcanza los hermanos, primos y tíos carnales del palestino abatido que no sean ciudadanos israelíes, con lo que ni siquiera podrán apelar la decisión en la Corte Suprema hebrea. La madre, también con residencia permanente, está casada con un bígamo, una práctica permitida por la Autoridad Palestina entre los musulmanes pero prohibida en Israel, con lo que también perderá todos los derechos adquiridos.
Hasta nueve familiares y allegados a los al-Qandar fueron arrestados por la policía israelí para interrogarlos. De ellos permanecen detenidos dos hermanos, un primo y dos amigos mientras que el resto ya han sido puestos en libertad, incluidos el padre y una hermana.
Desde que hace más de un año comenzaran los ataques con cuchillos, atropellos y tiroteos -llamada
intifada,
habba o levantamiento por los palestinos- es la primera vez que Israel implementa una medida de estas características, condenada por las leyes internacionales, pero que ya aplicó en otras ocasiones, sobre todo durante la
Segunda Intifada (2000-2005). “Esta decisión marca una nueva era contra el terrorismo y los terroristas que se aprovechan de su estatus para atacar a los ciudadanos [israelíes]. Desde ahora habrá tolerancia cero contra los implicados en terrorismo contra Israel”, advirtió Deri.
Otros castigos colectivos
Hasta este martes, Jabal Mukaber -un barrio de Jerusalén Este donde reside la familia al-Qandar que se encuentra muy cerca del lugar donde se produjo el ataque- permanecía tomado por las fuerzas de seguridad israelíes que mantienen cercado el lugar con bloques de cemento en los accesos a la espera de que, en las próximas horas, las autoridades israelíes procedan a demoler la casa familiar.
El pasado lunes policías de fronteras hebreos ya impidieron a la familia montar la tienda funeraria para recibir el pésame de sus allegados. Una medida que, junto con la retención de los cadáveres de los palestinos abatidos, se ha convertido en una práctica habitual porque según Israel evita que los funerales se conviertan en “actos de exaltación del terrorismo”.
A pesar de que tanto
Hamas como la Yihad Islámica celebraron el atropello y que el desconocido grupo palestino “Colectivo del mártir Baha Alyan” se atribuyó la autoría del ataque, una de las hermanas de Fadi al-Qandar, Shadia que también fue interrogada por la policía israelí, negó que su hermano tuviera lazos con ningún grupo político ni que estuviese influenciado por el ISIS,
como dejó entrever en el lugar del ataque el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
http://internacional.elpais.com/internacional/2017/01/10/actualidad/1484049581_259012.html