La colonización pisa el acelerador
Israel reactiva la expansión de los asentamientos, que se ha multiplicado por cuatro con la presidencia de Trump
Cuando se aproxima el 25º aniversario de la firma de los
Acuerdos de Oslo, que sentaron las bases para la creación de la Autoridad Palestina, Israel está acelerando la expansión de los asentamientos judíos en territorios palestinos ocupados desde 1967. En los últimos días se han sucedido los anuncios de aprobación para la
construcción de centenares de viviendas tanto en Cisjordania como en Jerusalén Este.
Desde la llegada del republicano Donald Trump a la Casa Blanca, en enero del año pasado, el Gobierno de Benjamín Netanyahu ha promovido planes para edificar más de 10.500 casas y ha adjudicado la construcción de cerca de 5.700 en territorio cisjordano. Mientras el
presidente estadounidense atraviesa las horas más bajas de su mandato, acosado por casos judiciales que hacen tambalearse su presidencia, el primer ministro Netanyahu parece haber reactivado la política de colonización con nuevos planes y adjudicacione
Las tensiones internas en la coalición de seis partidos que sostiene al
Gobierno más derechista en la historia de Israel disparan las probabilidades de que los israelíes sean llamados a las urnas antes de que concluya la actual legislatura, en noviembre del año que viene. Los guiños a los sectores más nacionalistas del electorado —como la aprobación de la polémica Ley del Estado nación— son ahora constantes.
El Comité Superior de Planeamiento de la
Administración Civil del Ejército, la autoridad militar que administra la ocupación, aprobó el pasado miércoles proyectos para levantar 1.004 viviendas en Cisjordania, de las que 384 recibieron permiso final de obras, según la
ONG pacifista israelí Paz Ahora. En la parte oriental de la Ciudad Santa, proyectos estudiados en los dos últimos meses suman ya más de 2.300 viviendas, la mitad de ellas anunciadas esta misma semana.
En lo que va de año se han autorizado en distintas fases de planeamiento más de 6.300 casas. A lo largo de 2017 se aprobaron cerca de 10.000, una cifra que multiplicaba por cuatro la media de
expansión de los asentamientos durante 2015 y 2016, los dos últimos años de la presidencia del demócrata Barack Obama, quien se enfrentó a Netanyahu para contener el avance de las colonias.
Paz Ahora destaca que el 96% de las viviendas aprobadas recientemente en Cisjordania se sitúan dentro de colonias aisladas, que deberían ser evacuadas en caso de un acuerdo entre israelíes y palestinos. Las
negociaciones de paz, en cualquier caso, se encuentran suspendidas desde hace más de cuatro años precisamente a causa del imparable avance de la colonización.
La presidenta del partido de la izquierda pacifista Meretz,
Tamar Zandberg advirtió de que la decisión de ampliar las colonias equivale a “meter un dedo en el ojo a cualquier posible proceso de paz”, según declaraciones recogidas por el diario Haaretz.
El Consejo Yesha, la organización que agrupa a los responsables de los
asentamientos judíos en Cisjordania, donde viven más de 400.000 israelíes, ha expresado, sin embargo, su disgusto por “el limitado número de unidades de vivienda aprobado, el más bajo de los últimos 18 meses”.
El Gobierno palestino ha congelado además todos los contactos con la Administración de Trump desde que el presidente reconociera, el pasado diciembre,
Jerusalén como capital de Israel, rompiendo con décadas de consenso internacional sobre el estatuto de la Ciudad Santa. Su parte oriental, anexionada por una ley de la Kneset (Parlamento) desde 1980 y donde residen en la actualidad más de 200.000 colonos judíos, es vista por los palestinos como la capital de su futuro Estado.
Desaire a Obama
Los anuncios de construcción también se han sucedido en las últimas semanas en Jerusalén Este, con 1.460 nuevas viviendas en Givat Zeev, 263 en Gilo, y otras 263 en Ramot. Esta misma semana pasada se ampliaron con 603 más en Ramat Shlomo, precisamente las viviendas que fueron aprobadas inicialmente por Israel en 2010 durante una visita oficial del
vicepresidente Joe Biden, en un gesto que fue interpretado como un desaire a la Administración de Obama y que perturbó profundamente las relaciones entre ambos aliados estratégicos en Oriente Próximo.
El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, ha denunciado por escrito que la expansión de los asentamientos “reafirma el compromiso del Gobierno israelí con la colonización y el apartheid”.
La Unión Europea y varios Gobiernos de Estados miembros,
entre ellos el de España, han expresado su rechazo a la ampliación de las colonias porque consideran que amenaza la solución internacional de los dos Estados al impedir “el establecimiento de un Estado viable y con continuidad territorial”.
La diplomacia norteamericana ha evitado pronunciarse sobre el asunto. Trump ha mantenido que los asentamientos no suponen un obstáculo para la paz. Pero en un acto celebrado el martes dijo que en el próximo plan de paz para Oriente Próximo
Israel deberá “pagar un precio más alto, porque ya ha ganado algo grande [el
reconocimiento de Jerusalén como capital]”.
https://elpais.com/internacional/2018/08/24/actualidad/1535137272_098719.html