Complicado sacar el músculo.
"La cuestión aquí no es sólo acerca de los caparazones; La invasión rusa ha provocado una prisa mundial por conseguir materiales para diversas industrias de defensa en todo el mundo. Esto incluye productos químicos para explosivos, metales y plásticos necesarios para mechas y casquillos de artillería.
Si el conflicto israelí se intensifica, podría haber una escasez de municiones de 20 a 40 mm, que en los países occidentales se producen a un ritmo de alrededor de 30 a 40 millones de balas por año. Esto podría no ser suficiente considerando la alta velocidad de disparo de estos calibres en un conflicto intenso.
Además, si Irán decide mantener un alto ritmo de suministro de armas a Hezbollah, la situación podría empeorar.
Desde los años 90, la industria israelí se ha reducido considerablemente, de 140.000 empleados a la fuerza laboral actual de 30.000 a 40.000.
Por ejemplo, Elbit Systems produce sólo unas pocas decenas de miles de proyectiles de artillería al año.
Si el conflicto israelí realmente escala, el mundo occidental puede llegar a un punto en el que tenga que elegir entre abastecer a Israel o Ucrania. La realidad es que los occidentales no pueden sostener ambos conflictos simultáneamente, por lo que se deben buscar soluciones diplomáticas para uno de ellos."